No dejes que ¡®El hormiguero¡¯ elija a tus enemigos por ti
Tamames fue ninguneado en la moci¨®n de la que era protagonista, pero toda esa atenci¨®n que le racanearon en el hemiciclo se la han concedido fuera
Ram¨®n Tamames fue ninguneado en la moci¨®n de la que era protagonista, pero toda esa atenci¨®n que le racanearon en el hemiciclo se la han concedido con generosidad fuera. Por unos d¨ªas, ha eclipsado a todas las bestias negras que alimentan a los Torquemadas con smartphone. Andaban estos muy ocupados zurrando a Miguel Bos¨¦ y a Bert¨ªn Osborne, que no...
Ram¨®n Tamames fue ninguneado en la moci¨®n de la que era protagonista, pero toda esa atenci¨®n que le racanearon en el hemiciclo se la han concedido con generosidad fuera. Por unos d¨ªas, ha eclipsado a todas las bestias negras que alimentan a los Torquemadas con smartphone. Andaban estos muy ocupados zurrando a Miguel Bos¨¦ y a Bert¨ªn Osborne, que no s¨¦ si han agradecido al candidato Tamames que se sacrificase por ellos, como el soldado que atrae el fuego enemigo para que sus compa?eros salven el pellejo.
Esta tregua Tamames podr¨ªa ser un buen momento para que los programas beligerantes en la guerra cultural (son muchos, van desde El intermedio hasta las tertulias radiof¨®nicas de humor woke) se replanteen un poco su estrategia, pues llevan demasiado tiempo dejando que El hormiguero y Pablo Motos elijan a sus enemigos por ellos. Se han vuelto perezosos, han convertido el se?alamiento de hombres famosos viejos y gru?ones en algo rutinario. Bert¨ªn Osborne y Miguel Bos¨¦ son cl¨¢sicos. Se les zurra por sistema, casi sin escuchar sus palabras, que se presuponen intolerables. Esta vez, uno hab¨ªa bramado por no s¨¦ qu¨¦ del d¨ªa del padre, y el otro, que antes ¨¦ramos m¨¢s libres.
?No parece demasiada poca cosa? Si tu prop¨®sito es mejorar el mundo y combatir los pecados, ?por qu¨¦ te conformas con enemigos tan inanes? ?Por qu¨¦ gastas tanta energ¨ªa en refutar las ocurrencias de unos se?ores que ni hacen leyes, ni tienen poder, ni han invadido pa¨ªses? ?Acaso no quedan por ah¨ª pol¨ªticos siniestros, imperios corruptos y empresas esclavistas con las que meterse?
La generaci¨®n de Tamames nos ense?¨® ¡ªaunque parece que el propio Tamames lo ha olvidado¡ª a elegir bien a tus enemigos y a saber qu¨¦ batallas merecen la pena y cu¨¢les no. Y eso exige un esfuerzo mayor que estar pendiente de qui¨¦n sale en El hormiguero.
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