¡®Poker Face¡¯: ?qu¨¦ tiene esta serie de misterio para arrasar?
Protagonizada por una impecable Natasha Lyonne, combina lo mejor de una historia cl¨¢sica de misterio con un toque de comedia negra del siglo XXI, pero tambi¨¦n mucho m¨¢s
Los primeros 30 minutos de Poker Face (SkyShowtime) ponen el list¨®n muy alto: acci¨®n medida, un peque?o vistazo a personajes que sabemos ya llenos de matices y atractivos y muchas preguntas por responder. El mejor plan para una serie de misterio, pero nada sencillo de mantener. La buena noticia es que esta serie con un toque de comedia negra protagonizada por una peculiar y poli¨¦drica Natasha Lyonne (...
Los primeros 30 minutos de Poker Face (SkyShowtime) ponen el list¨®n muy alto: acci¨®n medida, un peque?o vistazo a personajes que sabemos ya llenos de matices y atractivos y muchas preguntas por responder. El mejor plan para una serie de misterio, pero nada sencillo de mantener. La buena noticia es que esta serie con un toque de comedia negra protagonizada por una peculiar y poli¨¦drica Natasha Lyonne (Orange Is The New Black, Mu?eca rusa) como Charlie Cale no solo aguanta sino que mejora dentro de un plan algo alocado y un tono delicioso.
Charlie Cale tiene un don: detecta las mentiras de la gente solo con mirarlos. Trabaja de camarera en un casino y tiene un pasado complicado en el que su virtud le ha dado poder y dinero y tambi¨¦n muchos problemas. Ahora vive en una caravana, arruinada, pero mantiene intacta su capacidad para meterse en l¨ªos. Desde el principio queda claro que la serie se apoya en la voz rasgada, los andares, el rostro de Lyonne, pero no est¨¢ sola: Adrien Brody, Benjamin Bratt o Chlo? Sevigny se pasean con elegancia por distintos cap¨ªtulos.
Como no pod¨ªa ser (casi) de otra manera, Charlie se complica la vida de nuevo y tiene que huir. No es f¨¢cil ser un detector de mentiras en acci¨®n, menos en un casino lleno de maleantes. A partir de ah¨ª, recorre EE UU (con los malos del casino detr¨¢s de ella) y resuelve un caso por cap¨ªtulo, siempre bien planteado.
Tal y como queda encarrilado todo tras el primer episodio, el segundo nos plantea un crimen rural (hay toques aqu¨ª de Better Call Saul o Fargo) y esa Charlie de la que el espectador se hab¨ªa quedado prendado no aparece hasta el minuto 18. Toda una declaraci¨®n de intenciones, que se repite en siguientes entregas, de un episodio que por lo dem¨¢s fluye con las mejores virtudes del procedimental (uno muy particular, eso s¨ª) y, como si les sobraran, nos regalan un personaje femenino brutal (una camionera ajena al sistema, un fantasma, sabia y sincera), uno de los muchos que se cruzan en la vida azarosa y n¨®mada de la protagonista.
El showrunner Rian Johnson (Pu?ales por la espalda), que tambi¨¦n dirige y escribe algunos de los cap¨ªtulos, lleva cada entrega con ritmo, pero conviene racionarlas: despu¨¦s del planteamiento original del primer episodio (para esta cr¨ªtica hemos visto cuatro de un total de 10, SkyShowtime emiti¨® los dos primeros la semana pasada y a partir de ahora uno cada viernes), todos repiten la f¨®rmula, una f¨®rmula que funciona pero de la que no conviene abusar. Charlie, tiene un poder y eso puede hacer muy f¨¢cil que resuelva los casos. Y as¨ª es, pero da igual, como daba igual en Colombo, cl¨¢sico al que se remite en muchas ocasiones. La est¨¦tica retro tambi¨¦n conecta directamente con esa televisi¨®n familiar de los setenta y los ochenta actualizada al siglo XXI y no solo con el elegante Plymouth Barracuda que conduce la protagonista.
Y, despu¨¦s de la oscuridad de los primeros momentos, sabe convertirse en algo m¨¢s ligero, que no tonto ni superficial. Hay tambi¨¦n aqu¨ª algunos ingredientes sociales: Charlie se mueve en los m¨¢rgenes del sistema y tambi¨¦n las personas con las que conecta. Pero, al igual que ocurre con la explosi¨®n del cozy crime en literatura, el p¨²blico al que se dirige es amplio y la sensaci¨®n final es buena. Son los tiempos que corren y Poker Face ha sabido verlo.
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