¡®Silo¡¯ y la buena literatura en la televisi¨®n

Ha terminado en Apple TV+ una de las mejores series del a?o: Silo, una propuesta dist¨®pica de diez cap¨ªtulos (que tendr¨¢ segunda temporada) protagonizada por una estelar Rebecca Ferguson, muy bien acompa?ada por Tim Robbins o Common. Se trata de la historia de los ¨²ltimos 10.000 habitantes de la tierra, recluidos en un silo a 1.000 metros de profundidad, un lugar donde se desarrolla una sociedad muy particular. El nivel de complejidad de los personajes es notorio (olv¨ªdense del blanco y negro, de los malos malos y los buenos buenos) y el desenlace est¨¢ lejos de ser reparador, pero s¨ª narrativamente apote¨®sico. En una ¨¦poca en la que el gusto por lo dist¨®pico y lo conspiranoico ha superado ya varios l¨ªmites, encontrarse con un producto medido, bien escrito y, lo que es m¨¢s complicado, rematado sin alharacas y con sobriedad se antoja casi una quimera.

Sin embargo, es lo que ocurre con Silo (basada en la trilog¨ªa escrita por Hugh Howey) y lo que ha ocurrido antes con otras series de Apple. Su apuesta parece dirigida a ese espacio de calidad en el que confluyen la buena escritura y la acertada puesta en escena. Prueba de esta tradici¨®n es, a pesar de algunos excesos, Fundaci¨®n, basada en la serie de novelas de Asimov; la sorprendente adaptaci¨®n de Las luminarias o la excelente Slow Horses, que lleva a la pantalla las novelas de esp¨ªas con humor negro de Mick Herron con un magn¨ªfico Gary Oldman y un elenco de secundarios de primer nivel. Lejos de quedarse ah¨ª, la plataforma de la manzana dio su primera oportunidad como showrunner al escritor Dennis Lehane (para un inquietante thriller, Encerrado con el diablo, que escond¨ªa en sus cap¨ªtulos unos di¨¢logos de gran calidad, entre otras cosas).

Silo ha sido durante varias semanas la serie m¨¢s vista de la plataforma, por delante de una producci¨®n que parec¨ªa imbatible: Ted Lasso. Es esta ¨²ltima la ficci¨®n de Apple TV+ que todo el mundo conoce y no vamos a quitarle m¨¦rito ahora, pero est¨¢ lejos de ser tan redonda como algunas de sus compa?eras de cartelera. Es de celebrar que calidad y cierto ¨¦xito de p¨²blico coincida de vez en cuando.

No todos los buenos libros terminan siendo buenas series. Juego de tronos se tom¨® tantas libertades respecto a la serie de George R.R. Martin que no podemos considerarla en esta categor¨ªa. Pero ah¨ª est¨¢n, por citar unos cuantos ejemplos recientes, en HBO The Leftovers (basado en el libro de Tom Perrotta), las primeras temporadas de El cuento de la criada (Margaret Atwood) o Heridas abiertas (Gillian Flynn); o en Netflix la extra?a Las mariposas negras (Mody). La lista podr¨ªa ocupar varios p¨¢rrafos. Tampoco la escritura lo es todo y a veces incluso es mejor que no haya libro del que partir, y ah¨ª tenemos ejemplos en todas las plataformas.

Pero esto no pretend¨ªa ser nada m¨¢s que una celebraci¨®n: la empresa m¨¢s valorada de la historia (su capitalizaci¨®n burs¨¢til se acerca a los tres billones de euros) ha decidido crear una divisi¨®n de contenidos televisivos en los que la calidad y la buena literatura priman. Alguien se lo est¨¢ pasando en grande en Apple.

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