Se fueron
Shane MacGowan era un mito con causa, creador de himnos llenos de fuerza. Al tambi¨¦n difunto Kissinger le concedieron un aberrante y surrealista Nobel de la Paz. No les veo compartiendo en la eternidad el mismo lugar
Aparec¨ªa derrumbado en una silla de ruedas y con graves problemas para hacerse entender con lo que sal¨ªa de su temblorosa y ¨¢cida boca. Pero conservaba el magnetismo, la mordacidad y un sentido del humor capaz de despertar sarpullidos en la correcci¨®n pol¨ªtica. Ocurr¨ªa en el sabroso documental Crock of Gold. Ese hombre se llamaba Shane MacGowan y la acaba de palmar. Era la voz de The Pogues, un mito con causa, creador de him...
Aparec¨ªa derrumbado en una silla de ruedas y con graves problemas para hacerse entender con lo que sal¨ªa de su temblorosa y ¨¢cida boca. Pero conservaba el magnetismo, la mordacidad y un sentido del humor capaz de despertar sarpullidos en la correcci¨®n pol¨ªtica. Ocurr¨ªa en el sabroso documental Crock of Gold. Ese hombre se llamaba Shane MacGowan y la acaba de palmar. Era la voz de The Pogues, un mito con causa, creador de himnos llenos de fuerza y de vida, mod¨¦lica banda sonora para acompa?ar a las borracheras de medianoche. Tambi¨¦n pod¨ªa ser l¨ªrico, como en la preciosa canci¨®n Summer in Siam, ideal para lamerse las heridas.
Cuentan que fue un broncas desde peque?ito. Igualmente, un punk desdentado (le partieron su venenosa boca bastantes veces) y el alcohol y las drogas dejaron feroces huellas en su anatom¨ªa y en su cabeza. A pesar de tanto desorden, nunca renunci¨® a su conciencia pol¨ªtica y social en los a?os m¨¢s tr¨¢gicos de Irlanda. No mat¨® a nadie e hizo feliz con su m¨²sica a mucha gente. Su viuda ha declarado que se ha ido con Jes¨²s y Mar¨ªa. Francamente, no le veo yo con esas compa?¨ªas tan piadosas. S¨ª con el diablo m¨¢s transgresor, con el padrino de tantos vicios gozosos.
Al tambi¨¦n difunto Kissinger le concedieron un aberrante y surrealista premio Nobel de la Paz. No le veo compartiendo en la eternidad el mismo lugar que MacGowan. Ambos poseyeron justificada fama de mujeriegos, pero Kissinger, tan fr¨ªo y pragm¨¢tico, atribu¨ªa sus conquistas a que el poder es el afrodis¨ªaco m¨¢s potente. Y ¨¦l siempre lo tuvo. No creo que en su longeva existencia se planteara jam¨¢s el remordimiento por las infinitas personas en Vietnam, Camboya y Latinoam¨¦rica que su brillante asesor¨ªa pol¨ªtica envi¨® a la tumba. Que solo descansen en paz aquellos que se lo merecen.
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