¡®Alphonse¡¯ o el amor considerado como un oficio

Si la definici¨®n de ¡°t¨®pico¡± es la de ¡°que se usa y se repite con mucha frecuencia en determinadas circunstancias¡±, est¨¢ claro que la serie francesa Alphonse encaja con ese uso reiterado que suele definir a Par¨ªs ¡°como la ciudad del amor¡±. La peculiaridad de la serie creada por Nicolas Bedos es que el amor que se muestra en la ciudad es el que ofrece un gigol¨®, interpretado por Jean Dujardin, forzado a tal oficio porque en el mismo d¨ªa que sufre un atraco es despedido de su empresa. Visita afligido a su padre, al que encarna Pierre Arditi, y descubre que es un veterano gigol¨® al que tendr¨¢ que sustituir por razones de salud.

Su matrimonio con Margot (Charlotte Gainsbourg) no pasa por su mejor momento, aunque el nuevo trabajo les permite mantener el nivel de vida habitual. Alphonse lo tiene claro y promete a sus clientas ¡°satisfacer todos tus deseos, incluso los m¨¢s oscuros. Todos. Me convertir¨¦ en quien quieras: en tu amor de juventud, tu ¨ªdolo, tu mascota o tu torturador. Independientemente de tu f¨ªsico o tu edad, ser¨¢s la mujer m¨¢s bella del mundo¡±, les dice. Y as¨ª es.

Tendr¨¢ que satisfacer las fantas¨ªas de una serie de mujeres maduras, desde las m¨¢s sencillas a las m¨¢s sofisticadas. El que paga, manda. La ciudad del amor se ha convertido en la ciudad de las transacciones: dinero por placer. Claro que en los seis cap¨ªtulos de la entretenida serie que exhibe Prime Video no todo es sexo, tambi¨¦n se cruza N¨²?ez de Balboa, que dir¨ªa Javier Krahe, es decir que surgen personajes secundarios como el avaricioso nieto de la m¨¢s rica de las demandantes de los servicios de Alphonse, y situaciones en las que los espermatozoides no pintan nada.

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