Preocupaciones: vendr¨¢n m¨¢s a?os malos y nos har¨¢n m¨¢s ciegos

Muestran la imagen de una anciana asi¨¢tica empotrada en su silla de ruedas que ha quedado atrapada en la v¨ªa del tren. Y este va a circular por esos ra¨ªles en un minuto. El atropello parece inevitable. ?Quieren saber lo que ocurri¨®?, nos pregunta el hitchcockiano presentador de la noticia. Y a?ade: pues esperen unos minutos y se lo contaremos despu¨¦s de la publicidad. Creo que esto lo est¨¢ narrando en la tele amiga. O en otra. ?En qu¨¦ cambian? Son cl¨®nicas, bobas, manipuladoras, siniestras, independientemente de la titulaci¨®n id...

Muestran la imagen de una anciana asi¨¢tica empotrada en su silla de ruedas que ha quedado atrapada en la v¨ªa del tren. Y este va a circular por esos ra¨ªles en un minuto. El atropello parece inevitable. ?Quieren saber lo que ocurri¨®?, nos pregunta el hitchcockiano presentador de la noticia. Y a?ade: pues esperen unos minutos y se lo contaremos despu¨¦s de la publicidad. Creo que esto lo est¨¢ narrando en la tele amiga. O en otra. ?En qu¨¦ cambian? Son cl¨®nicas, bobas, manipuladoras, siniestras, independientemente de la titulaci¨®n ideol¨®gica con la que pretendan disfrazarse en el mercado. O sea, progresistas o fascistas. Los due?os son los mismos. Venden un producto y el otro. Al gusto del abotargado, pero tambi¨¦n concienciado consumidor.

Y, como no, los presentadores hacen balance de las noticias que han protagonizado el a?o. Lo de Ucrania y Gaza es lo m¨¢s destacado y sombr¨ªo. Pero me pongo rojo cuando destacan entre los m¨¢s trascendentes sucesos mundiales lo que le ocurri¨® a la futbolista Jenni Hermoso cuando un macarra la agredi¨® con un esperp¨¦ntico pico en los labios. Igualmente le preguntan al personal por sus miedos y sus deseos par el pr¨®ximo a?o. Por fin, aparece la bendita l¨®gica en sus respuestas. Les preocupa su salud, el precio de la cesta de la compra, cuidar y ser cuidados por su familia y amigos. Por supuesto, no sale nadie con el cuerpo roto o el alma irremediablemente enferma, o sola y desolada, que exprese su deseo de acabar cuanto antes, de que el estado les ofrezca una soluci¨®n indolora y r¨¢pida para finiquitar su estancia en el mundo. Necesito ¨¢nimo. Consecuentemente vuelvo a leer un libro de aquel extraordinario escritor e ins¨®lito ser humano llamado Rafael S¨¢nchez Ferlosio. El t¨ªtulo es optimista: Vendr¨¢n m¨¢s a?os malos y nos har¨¢n m¨¢s ciegos. Que se salve quien pueda y quien quiera. Preferentemente los ni?os y la buena gente. No hay tanta, no sobra.

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