Woody Allen desvela a David Trueba los secretos de su cine

En Un final Made in Hollywood (2002), Woody Allen fantaseaba con la idea de un neur¨®tico director en horas bajas que ocultaba su reciente p¨¦rdida de visi¨®n para que nadie le impidiera completar un nuevo largometraje. Con mucha retranca, mostraba c¨®mo se convert¨ªa en el favorito de la temporada para la cr¨ªtica especializada a pesar de haber sido rodado a ciegas. David Trueba pregunta al estadounidense por la buena acogida que sus pel¨ªculas han tenido siempre en Europa en la entrevista que le ha hecho para Movistar Plus+ y que la plataforma estrena este viernes 23 de febrero. Recibe de Allen una frase propia de sus comedias: ¡°Quiz¨¢, al traducirlas, las mejoren¡±.

Durante el encuentro, condensado en algo m¨¢s de 40 minutos, hay destellos de ese sentido del humor autodespreciativo tan caracter¨ªstico de las pel¨ªculas y ensayos del neoyorquino. Se intuye en esa respuesta ir¨®nica la poca fe que el autor de Annie Hall tiene en el futuro del que ha sido su arte. Es algo que deja de manifiesto al final de la charla. El cansancio general es evidente en un hombre casi nonagenario; esa fatiga agrava su c¨¢ustica mirada a la industria en la que ha reinado durante varias d¨¦cadas. En aquel vodevil del cineasta ciego que ¨¦l mismo interpretaba hace 20 a?os, esa desesperanza le dio muy buenos resultados c¨®micos.

El especial se titula Un d¨ªa en Nueva York con Woody Allen. Por razones obvias, no tiene la complicidad con la que Martin Scorsese escudri?¨® a su amiga Fran Lebowitz, que es otra neoyorquina ilustre, ¨¢cida, atea y nacida en la fe jud¨ªa. Trueba y Allen no son amigos, pero de alg¨²n modo est¨¢n conectados. Y no solo por sus melenas canas y la espesa montura de sus gafas. Hasta coinciden en que La rosa p¨²rpura de El Cairo (1985), ese relato sobre c¨®mo el enorme poder redentor del arte frente a lo decepcionante que suele ser la vida, es uno de los momentos m¨¢s inspirados de su m¨¢s de medio siglo de cine. Cuando su primera pel¨ªcula, Toma el dinero y corre (1969), se estren¨® en las salas estadounidenses, David Trueba todav¨ªa no hab¨ªa nacido. A las pantallas espa?olas lleg¨® unos a?os despu¨¦s y su hermano Fernando, que tambi¨¦n entrevist¨® al director en 2019, s¨ª que tuvo oportunidad de verla en una sala. Influy¨® en el entonces estudiante de cine, contaba ¨¦l mismo en su art¨ªculo y quiz¨¢, por herencia filial, lo hiciera en el menor de los Trueba.

En este especial, el espa?ol pasea por los escenarios de Nueva York en los que se han rodado algunas de las escenas de las pel¨ªculas m¨¢s representativas de Allen. Los rascacielos de Manhattan acompa?an a ambos en los constantes planos-contraplanos de su conversaci¨®n. Sin llegar a las profundidades del m¨ªtico encuentro entre Truffaut y Hitchcock, el tiempo de charla permite al estadounidense desvelar c¨®mo es su proceso creativo, de la financiaci¨®n al trabajo con los actores.

El director de Hannah y sus hermanas rod¨® en Barcelona, Oviedo y San Sebasti¨¢n, ya en el tramo final de su trayectoria. Acrecent¨® a su paso por Espa?a una fama de director con escaso gusto a repetir tomas. Algunas de las preguntas de David Trueba dan la oportunidad al espectador de concluir si lo hace porque controla a la perfecci¨®n su oficio o por mera abulia.

Ya en 2002, el cr¨ªtico de cine de este peri¨®dico ?ngel Fern¨¢ndez Santos expon¨ªa en su an¨¢lisis sobre Un final made in Hollywood su propia conclusi¨®n al respecto: ¡°No es la primera vez que el mal hacer, el desali?o, la falta de esmero, la sensaci¨®n de apresuramiento y la indiferencia ante el mal acabamiento de escenas e incluso de secuencias se adue?a de una pel¨ªcula de Allen y, pese a ello, funciona¡±, dec¨ªa.

La charla es un aliciente extra al canal ef¨ªmero Woody Allen por M+ que la plataforma ha creado. Cuenta con una selecci¨®n de 29 de sus pel¨ªculas ¡ªtodas las mencionadas en este texto est¨¢n incluidas en esa selecci¨®n¡ª y estar¨¢ disponible hasta el 3 de marzo en emisi¨®n lineal y bajo demanda. Entre esos t¨ªtulos se incluye el estreno de su ¨²ltimo trabajo, Golpe de suerte. Est¨¢ ambientado en Par¨ªs y cuenta con estrellas del cine franc¨¦s, como Melvil Popaud y Niels Schneider (protagonista de la serie de la temporada en la televisi¨®n gala, Sangre y dinero, disponible en Filmin).

Las ficciones de Allen est¨¢n tan conectadas con su vida, o al menos con un trasunto de su existencia, que un buen editor podr¨ªa construir una autobiograf¨ªa visual a trav¨¦s de extractos salidos de ellas. Tanto material f¨ªlmico tambi¨¦n enriquece este especial de Movistar Plus+. Trueba usa algunos momentos como planos recursos que acompa?an sus palabras o la del estadounidense. ¡°La vida es est¨²pida... est¨²pida y tr¨¢gica¡±, dec¨ªa el cineasta en 2022 a este peri¨®dico. Por eso lleva medio siglo ri¨¦ndose de ella.

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