Bellas y malas artes
El talento abunda, y eso es una mala noticia para aquellos a los que les gusta sentirse por encima del resto a costa de su profesi¨®n. Y dentro de este grupo, sobre todo para quienes creen que el talento disculpa sus comportamientos desp¨®ticos
Contra lo que sostiene el pensamiento mayoritario, creo que el talento abunda. Mi postura no es un acto de fe, ni un brindis al sol, lo constato con frecuencia. El pasado fin de semana tuve la suerte de participar en el VIII Encuentro de guionistas, y all¨ª reafirm¨¦ mi opini¨®n. Gracias a un buen n¨²mero de charlas, se hizo un dibujo del sector y de sus amenazas actuales (el uso il¨ªcito de la IA y el ...
Contra lo que sostiene el pensamiento mayoritario, creo que el talento abunda. Mi postura no es un acto de fe, ni un brindis al sol, lo constato con frecuencia. El pasado fin de semana tuve la suerte de participar en el VIII Encuentro de guionistas, y all¨ª reafirm¨¦ mi opini¨®n. Gracias a un buen n¨²mero de charlas, se hizo un dibujo del sector y de sus amenazas actuales (el uso il¨ªcito de la IA y el robo de cr¨¦ditos por parte de quienes no escriben, entre otras). Desde la veteran¨ªa de Robin Green, guionista, entre otras, de Doctor en Alaska y Los Soprano, a la refrescante juventud y actitud de la guionista Paula S¨¢nchez, el encuentro expuso un abanico de experiencias que fueron un chute de energ¨ªa para quienes nos dedicamos a esto: escribir guiones es una actividad a menudo solitaria, pero no estamos ni mucho menos solos.
El talento abunda, sea lo que sea eso. El guion es un oficio y, como tal, se aprende y se mejora trabajando. Uno puede tener aptitudes para la escritura por encima de la media y convertirse en un guionista mediocre por muchos motivos. Del mismo modo, uno puede empezar con unas capacidades aparentemente m¨¢s limitadas y convertirse en un guionista m¨¢s que solvente. Todo esto puede ocurrir y no. Los factores que influyen en que uno se desarrolle son tantos y tan variados que, al final, trabajar, trabajar y trabajar es condici¨®n necesaria, pero no suficiente. Y a veces ni necesaria, habida cuenta de que caraduras hay en todos los gremios.
Sea como fuere, el talento abunda, y eso es una mala noticia para aquellos a los que les gusta sentirse por encima del resto a costa de su profesi¨®n. Y dentro de este grupo, sobre todo para quienes creen que el talento convalida sus comportamientos desp¨®ticos, soberbios, inapropiados. Para esos que se creen la falsa dicotom¨ªa entre el genio tirano y la buena persona sin talento.
Yo quiero e intento trabajar con buena gente, y espero serlo para mis compa?eros. Por eso me gust¨® escuchar a Pilar Palomero el pasado festival de M¨¢laga defender lo mismo en su discurso. Y por eso me decepcion¨® que muchos periodistas salieran abochornados de su experiencia con los creadores de una serie que se acaba de estrenar. Pens¨¦: si son as¨ª con la prensa y ni siquiera fingen cortes¨ªa por inter¨¦s, c¨®mo ser¨¢n con sus equipos.
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