En busca de Publio Cord¨®n, tres d¨¦cadas despu¨¦s: un rescate de 400 millones de pesetas para un secuestro sin resolver
La plataforma Max estrena este jueves una miniserie documental que explora las teor¨ªas en torno al secuestro del empresario, con el testimonio principal de una de sus hijas, Carmen Cord¨®n
El 27 de junio de 1995, el empresario aragon¨¦s Publio Cord¨®n desapareci¨® mientras sal¨ªa a correr por las inmediaciones de su casa en Zaragoza. No fue un accidente, ni un atentado de ETA, sino un secuestro por parte de la banda terrorista GRAPO. Es uno de los casos sin resolver m¨¢s longevos de la historia de Espa?a y sigue generando muchas dudas. Se sabe que los secuestradores trasladaron al sur de Francia al fundador del imperio sanitario Quir¨®n, aunque nunca se encontr¨® su cuerpo. La familia pag¨® un rescate a espaldas de la Polic¨ªa. Fueron unos 400 millones de pesetas (algo m¨¢s de 2,4 millones de euros). Pero ¨¦l nunca regres¨® a casa. Ah¨ª empez¨® la verdadera tortura para su familia.
Producciones del Barrio, la compa?¨ªa creada por Ram¨®n Lara y Jordi ?vole, responsable de sus programas de televisi¨®n, encarg¨® a F¨¦lix Colomer dirigir Publio. El secuestro sin fin, miniserie documental de cuatro episodios que estrena este jueves la plataforma Max, coincidiendo con el 29 aniversario del secuestro. Al principio, la familia Cord¨®n pens¨® en no participar en esta nueva reapertura medi¨¢tica del caso. ¡°Hemos aprendido a vivir con este asunto tapado. Cada vez que tenemos que contar lo que pas¨® se convierte en un proceso duro. No me apetec¨ªa. Pensaba: no voy a salvarle¡±, comenta a este peri¨®dico a finales de mayo una de las hijas del empresario, Carmen Cord¨®n, desde el Hotel Ingl¨¦s de Madrid del que es propietaria. Embarazada de su primer hijo, se convirti¨® en aquel momento, con tan solo 26 a?os, en la portavoz de la familia.
Carmen cambi¨® de idea sobre su colaboraci¨®n con la productora de ?vole y ahora es el hilo conductor de este relato. ¡°Desde el primer encuentro con ella supimos que iba a superar todas nuestras expectativas, tiene un magnetismo, una energ¨ªa tan grande, que engancha al espectador¡±, comentan d¨ªas despu¨¦s Enric Bach, productor ejecutivo de la serie, y el director F¨¦lix Colomer.
Los cuatro cap¨ªtulos recopilan los testimonios de otros familiares (como su marido Ignacio Jim¨¦nez, y sus hijos, que nunca conocieron a su abuelo), de periodistas que en su momento cubrieron el caso (como Ram¨®n J. Campo, de El Heraldo de Arag¨®n), pol¨ªticos (el ministro Fernando Grande-Marlaska, quien fue el juez que reabri¨® el caso en 2009), abogados y magistrados (Manuela Carmena), guardias civiles, e incluso un exmiembro de los grapo, del que Carmen Cord¨®n ha echado de menos un ¡°lo siento¡± en sus declaraciones a c¨¢mara. Las palabras de todos ellos dan voz humana a los 50 tomos de m¨¢s de 600 folios que recopila Jos¨¦ Ram¨®n Rubio, el abogado de la familia Cord¨®n.
La versi¨®n m¨¢s oficial lleg¨® en 2012. Se entendi¨® que el secuestrado muri¨® al intentar huir. El trabajo de investigaci¨®n de los responsables de esta serie es tan exhaustivo, considera Carmen Cord¨®n, que casi tres d¨¦cadas despu¨¦s se ha enterado de cosas que no sab¨ªa sobre el secuestro que vivi¨® en primera l¨ªnea. Por ejemplo, desconoc¨ªa cu¨¢l fue la postura del juez Javier G¨®mez Berm¨²dez, quien supervisaba el caso cuando encontraron el zulo y el chalet donde el empresario hab¨ªa estado secuestrado. ¡°?l siempre pens¨®, como nosotros, que era imposible que los terroristas lo hubieran enterrado en Mont Ventoux, una zona muy concurrida a 400 kil¨®metros de esa casa, que es donde siempre se han centrado todas las l¨ªneas de investigaci¨®n. ?Por qu¨¦ no se ha buscado cerca de esa casa?¡±, se pregunta la empresaria.
¡°No quise caer en el error que cometimos durante las primeras semanas del secuestro. Fueron d¨ªas en los que est¨¢bamos angustiados y, cuando nos contactaban los periodistas, est¨¢bamos a otras cosas; no respondimos a las especulaciones que surg¨ªan. Se vendieron muchos peri¨®dicos con la desaparici¨®n de mi padre. Pero es que eran las fuentes oficiales las que alimentaban esas falsas teor¨ªas¡±, denuncia. Carmen Cord¨®n lamenta que ¡°cualquier hip¨®tesis morbosa¡± pasara directamente a la primera plana de los medios de comunicaci¨®n. Una de las especulaciones m¨¢s dolorosas para la familia fue la que aseguraba que el empresario hab¨ªa desaparecido por voluntad propia, huyendo de supuestas deudas econ¨®micas rumbo a Brasil. En ese momento, Carmen Cord¨®n ya hab¨ªa empezado a trabajar en prensa. Recuerda que llamaba a compa?eros y contactaba con tertulianos de radio para preguntarles por qu¨¦ difund¨ªan esos bulos. ¡°Me dec¨ªan: Carmen, es lo que me ha contado el Ministerio de Interior o la Polic¨ªa Nacional¡±, asegura.
El fundador de las cl¨ªnicas Quir¨®n fue una de las personas que impuls¨® la colaboraci¨®n p¨²blico-privada de la sanidad, la que es d¨¦cadas despu¨¦s una de las propuestas m¨¢s controvertidas de pol¨ªticos conservadores como Isabel D¨ªaz-Ayuso, por el riesgo de abrir as¨ª la puerta a una privatizaci¨®n total de la sanidad en Espa?a. Su familia aleja al empresario del perfil de emprendedor actual. ¡°Ahora, todos quieres ser ricos y famosos, comprar cualquier cosa con su dinero. ?l no ten¨ªa esa soberbia. Ni buscaba la celebridad, sino la reputaci¨®n¡±, defiende su hija.
¡°Publio no era un hombre codicioso, sino ambicioso y emprendedor, pero esta gentuza [el GRAPO] utiliza su discurso aparentemente revolucionario para justificarse¡±, apunta su marido, Ignacio Jim¨¦nez, sentado a su lado. El matrimonio recuerda que Publio Cord¨®n era hijo de un maestro de pueblo republicano; un hombre hecho a s¨ª mismo que estudi¨® varias carreras universitarias. ¡°Mi abuela me contaba que, como no ten¨ªa dinero para comprarle libros de texto, se los ped¨ªa a un compa?ero y ella se los mecanografiaba, le hac¨ªa los dibujos que aparec¨ªan en las p¨¢ginas y se lo grapaba para que pudiera estudiar¡±, comenta Carmen.
Entre tantas preguntas sin resolver tras el pago de ese rescate, la investigaci¨®n hecha por el equipo de Publio. El secuestro sin fin da un nuevo empuje a una causa que llevaba dormida muchos a?os. La colaboraci¨®n entre el equipo y la Guardia Civil ha sido vital para comprobar nuevas pistas sobre el paradero de Cord¨®n, que se muestran en el cap¨ªtulo final de la serie.
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