Revictimizaci¨®n televisada
En 2018 sali¨® a la luz que Carlos el Yoyas estaba denunciado por malos tratos a su expareja y a sus hijos. Hay maltratadores que nadie sospecha que lo son; no es su caso
¡°Fayna, ponme un colacao¡±. Esta fue la petici¨®n que Carlos Navarro le hizo en directo a Fayna Bethencourt. Esta petici¨®n no se satisfizo y la cosa acab¨® como acab¨®: con la primera ¡ªy merecida¡ª expulsi¨®n disciplinaria de Gran Hermano y con un mote que Carlos Navarro arrastra hasta el d¨ªa de hoy. Casi nadie recuerda qui¨¦n es Carlos Navarro. Todos sabemos qui¨¦n es El Yoyas.
Si en vez de una palabra graciosa (¡°yoya¡±) hubiera optado por algo conservador (¡°bofet¨®n¡±) o malsonante (¡°hostia¡±) estoy segura de que le hubi¨¦ramos olvidado. El Yoyas funcionaba en los plat¨®s, as¨ª que la expulsi¨®n disciplinaria fue un acicate para su fama. El presentador le anunciaba como Carlos Yoyas y el p¨²blico aplaud¨ªa. Un exconcursante de esos que le llaman al pan pan, y al vino vino. En la ¨¦poca en la que los exconcursantes de Gran Hermano no sumaban la poblaci¨®n de un pueblo de Salamanca, el Yoyas era una celebridad. Fue colaborador en Salvados cuando ?vole era El Follonero; sal¨ªa representando al pueblo llano. Carlos Yoyas fue, incluso, concejal en Vilanova del Cam¨ª (Barcelona).
En 2018 sali¨® a la luz que Carlos Yoyas estaba denunciado por malos tratos a su expareja (Fayna Bethencourt) y a sus hijos. Hay maltratadores que nadie sospecha que lo son; no es el caso de Carlos Navarro. En los plat¨®s ya demostr¨® (en muchas ocasiones) tener la mano larga y estar orgulloso de ello. A ra¨ªz de su condena, se le dio voz para exculparse aun siendo un pr¨®fugo. Darle voz al verdugo, subirle a un p¨²lpito, apuntar las c¨¢maras hacia ¨¦l y dejar que, sin pu?os ni patadas, contin¨²e maltratando a su v¨ªctima.
Carlos Navarro saldr¨¢ de prisi¨®n m¨¢s pronto que tarde y seguir¨¢ dando problemas a quien se cruce en su camino. Espero que para entonces no le pregunten a ¨¦l que c¨®mo se siente ni le compren ninguna exclusiva. El viernes fue Fayna Bethencourt quien se sent¨® delante de una c¨¢mara a hablar de este ser infecto. Una Bethencourt consciente, madura, recta, y tambi¨¦n destrozada. Ha sido mucho lo que ha tenido que aguantar, incluyendo la lectura de la carta de su maltratador en AR tratando de parecer un m¨¢rtir. Hay gente que cree que Fayna Bethencourt tuvo que haber puesto ese colacao. Pero en su lugar acab¨® poniendo una denuncia. Y al fin, aunque sea solo por unos a?os, se ha hecho justicia.
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