Les hemos hablado de la manosfera, pero no de la ga?anosfera (t¨¦rmino acu?ado, aqu¨ª y ahora, por m¨ª misma), esa escena ingente de j¨®venes en ch¨¢ndal cuya aspiraci¨®n es lucrarse a trav¨¦s de la miseria ajena. En la ga?anosfera tambi¨¦n entran tristes caricaturas del capitalismo m¨¢s despiadado, aquellas en las que se convierten personas sin recursos ni formaci¨®n que, alentados por cantos de sirena, transforman su vida en un pat¨¦tico ...
Les hemos hablado de la manosfera, pero no de la ga?anosfera (t¨¦rmino acu?ado, aqu¨ª y ahora, por m¨ª misma), esa escena ingente de j¨®venes en ch¨¢ndal cuya aspiraci¨®n es lucrarse a trav¨¦s de la miseria ajena. En la ga?anosfera tambi¨¦n entran tristes caricaturas del capitalismo m¨¢s despiadado, aquellas en las que se convierten personas sin recursos ni formaci¨®n que, alentados por cantos de sirena, transforman su vida en un pat¨¦tico show para disfrute de cientos de miles de desconocidos. A este ¨²ltimo tipo de personaje se le conoce en ingl¨¦s como lolcow (vaca de las risas, o hazmerre¨ªr en espa?ol llano). Unos encuentran a otros para hacer negocio con la excusa de que nadie obliga a nadie a nada, que es la base de la explotaci¨®n. El grado de inmundicia moral lo marcan la recompensa y el alcance del trabajo.
En la ga?anosfera se comenta la pr¨®xima velada de boxeo entre dos mujeres pobres, analfabetas funcionales y obesas (esta es la parte que ¡°hace risa¡±, claro), organizada por dos hermanos sin m¨¢s ideas que la de imitar a Ibai Llanos. Ellos retransmiten desde lo que parece ser la planta baja del chal¨¦ de sus padres. Ellos dos, el chill¨®n y el silente, con sus cortes de pelo al estilo Paracuellos, de Gim¨¦nez, se retuercen en sus sillas de gamer (esas tan caras que les compran a los malcriados para evitar lumbalgias de tanto teclado), mientras gritan que han invertido mucho dinero (la cantidad cambia de un v¨ªdeo a otro) en la velada, porque una de las dos participantes (una nini tirana, de 32 a?os, obesa m¨®rbida, famosa por sus ventosidades y sus agresiones sexuales) no se quer¨ªa enfrentar a la otra (una gitana y pobre, obesa m¨®rbida, ineducada y violenta) para partirle la cara, porque la primera pesa 30 kilos menos que la segunda. La soluci¨®n que ofrecen los hermanos chandaleros es que la primera gane 30 kilos.
Finalmente, el careo fue retransmitido entre las risas de estos dos ni?atos que gritaban ¡°si no sabes de econom¨ªa, pa qu¨¦ hablas¡±. Ojal¨¢ hubiera una lecci¨®n de econom¨ªa y otra de humanidad para la gente que piensa que el pobre, por ser pobre, y el gordo, por existir, deben ser humillados. Aunque la ¨²nica lecci¨®n que entiende la ga?anosfera es la del dinero: solo cambiar¨¢ algo si sucede una desgracia y alguien tiene que pagar una multa, que no repone, ni de lejos, el da?o que hacen estas cosas.