Bruce Springsteen en su documental ¡®Diarios de carretera¡¯: el ¨²ltimo hombre americano

Este jueves 31 de octubre Bruce Springsteen y su banda actuaron en Montreal, primera parada canadiense de la gira que el 1 de febrero del a?o pasado arranc¨® en Tampa (Florida) y que ya ha pasado por Barcelona, Madrid y en unos meses recalar¨¢ en San Sebasti¨¢n. Empez¨® el espect¨¢culo con el coro que lo acompa?a alineado con ¨¦l sobre el escenario. Mov¨ªan los brazos como si fuesen muertos vivientes, versionaban por primera vez esa canci¨®n. Era Halloween. Cant¨® Ghostbusters, la simp¨¢tica y pegajosa pieza principal de la banda sonora de la pel¨ªcula Los cazafantasmas.

Sus fans est¨¢n acostumbrados a este tipo de detalles, pero apenas los hab¨ªa tenido durante los 100 conciertos previos de esta gira mundial. Algunos seguidores protestaron en redes y su fiel escudero Little Steven ¡ªel amigo y guitarrista de la E Street Band¡ª sali¨® en defensa del show tal y como Springsteen lo hab¨ªa concebido. Explicar su significado e inscribirlo en su trayectoria es el prop¨®sito del documental Bruce Springsteen and The E Street Band: Diarios de carretera (Disney+).

El director elegido ha sido otra vez Thom Zimny. Aunque haya dirigido otros sobre otras estrellas ¡ªElvis Presley y Johny Cash, Willie Nelson o los Beach Boys¡ª, la especialidad de Zinmy es Springsteen. Ha dirigido la versi¨®n audiovisual de varios conciertos (el primero, el Masion Square Garden de 2001) o diversos documentales conmemorativos sobre el proceso de grabaci¨®n de los ¨¢lbumes cl¨¢sicos. No es un miembro m¨¢s de la E Street Band, de acuerdo, pero se ha convertido en pieza fundamental para el Springsteen del siglo XXI.

Las colaboraciones de Zinmy con Springsteen ya llegan a 17. Es el encargado de convertir en im¨¢genes el legado de la ¨¦poca dorada (el rescate de conciertos m¨ªticos, el Hammersmith de Londres y Born to Run, su participaci¨®n en No Nukes contra el uso de energ¨ªa nuclear justo antes de The River¡­) y el intermediario con el espectador de lo que el cantante quiere transmitir en cada uno de sus proyectos actuales. Ahora Springsteen quer¨ªa explicar cu¨¢l ha sido la importancia fundamental de las giras en su trayectoria y el significado de la actual, que, por muchos motivos, tiene algo de testamentaria y misional.

¡°Bruce Springsteen has done the imposible¡± era el t¨ªtulo de una columna de opini¨®n que The New York Times public¨® el 2 de noviembre. La firmaba Mitchell Duneier, profesor de sociolog¨ªa en Princeton que impart¨ªa una asignatura sobre la Am¨¦rica de Springsteen. La escrib¨ªa a partir de su experiencia en un concierto en Pittsburg. Propon¨ªa una lectura m¨¢s patri¨®tica que pol¨ªtica. Como hace por los candidatos dem¨®cratas desde la gira Vote for change de 2004, el cantante ha apostado fuerte por Kamala Harris: grab¨® un mensaje de apoyo, ha actuado en m¨ªtines (en uno llam¨® tirano a Trump) y su web se abre con un discurso que pronunci¨® en uno de ellos.

Pero durante esa actuaci¨®n en Pittsburg, Duneier sinti¨® que ocurri¨® algo que trascend¨ªa la batalla electoral. ¡°Verlo unificar a la audiencia a trav¨¦s de canciones sobre c¨®mo encontrar significado y prop¨®sito en la vida, en un entorno que se aproxima a un renacimiento religioso¡±. Al final de Diarios de carretera Springsteen se refiere a la funci¨®n redentora de sus conciertos, con una ret¨®rica y una entonaci¨®n que parece la de un predicador. Concluye con unos versos de An American Prayer, un poema de Jim Morrison que musicaron los Doors tras la muerte de su l¨ªder. Los transforma en vers¨ªculos. Son una oraci¨®n que pide una hora m¨¢s de vida para seguir con el arte y as¨ª perfeccionar su vida.

La materia prima del documental es esta: im¨¢genes de los ensayos para esta gira y de conciertos actuales, documentaci¨®n de archivos, el testimonio de fans de todo el mundo, conversaciones con Springsteen, su banda ¡ªlos veteranos y los recientes, la secci¨®n de vientos y los coristas¡ª y con su m¨¢nager e ide¨®logo Jon Landau. Lo m¨¢s valioso es la explicaci¨®n de c¨®mo el repertorio pretende transmitir esa verdad patri¨®tica.

El mensaje no es nuevo. Ese era ya el sentido de Springsteen on Broadway en clave autobiogr¨¢fica, naturalmente de Land of hope and dreams, que cant¨® la noche de fiesta de inauguraci¨®n de la presidencia Biden. Pero ahora, al conectar esa verdad con un espect¨¢culo de masas, la ceremonia del rock, tal como la construye Zinmy en la pel¨ªcula, adquiere una dimensi¨®n incluso m¨¢s trascendental.

As¨ª se subraya al comentar la versi¨®n de Nightshift, donde resuenan todas las formas sonoras de la m¨²sica popular negra. Y sobre todo al explicar qu¨¦ pretende en el centro del show: el enlace de Last man standing ¡ªla canci¨®n en la que recuerda como un superviviente, todos los amigos de su primera banda han muerto¡ª y Backstreets ¡ªun himno que se resignifica para ser un himno a la lealtad y la amistad a lo largo del tiempo¡ª. Springsteen se despide como si fuese el ¨²ltimo hombre que preserva la verdad de su pa¨ªs. Y mira a c¨¢mara para confesarnos que es demasiado tarde para parar y que nunca se bajar¨¢ de los escenarios.