Dexter, un psic¨®pata en hibernaci¨®n
Vuelve el forense psic¨®pata, 10 a?os despu¨¦s de su ¨²ltima aparici¨®n televisiva. Nuevo escenario, nuevos personajes¡ ?misma pulsi¨®n homicida? Movistar+ estrena ¡®Dexter: New Blood¡¯, y los expertos cuentan que su rehabilitaci¨®n es harto dif¨ªcil.
Dexter se ha hecho de rogar. Han pasado solo ocho a?os, pero con otros contempor¨¢neos de la edad de oro de la televisi¨®n reapareciendo en nuestras pantallas (Tony Soprano, Walter White, Carrie Bradshaw), su regreso se antojaba inevitable. A fin de cuentas, nadie desde entonces ha sido capaz de darle una vuelta de tuerca tan sangrientamente festiva al g¨¦nero del asesino en serie como Dexter. Un tipo que era a la vez un genio de la criminal¨ªstica y un homicida con una vida personal en demolici¨®n. El Grissom de CSI mezclado con el Kevin Spacey de Se7en y los problemas sexuales de los personajes de Woody Allen. ¡°Soy un monstruo en evoluci¨®n¡±, nos confiesa Dexter Morgan (Michael C. Hall) en el adelanto de Dexter: New Blood (desde el 8 de noviembre en Movistar+).
?HA NACIDO DEXTER PARA MATAR?
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Los periodistas Rub¨¦n Romero y B¨¢rbara Ayuso, y la profesora Erika Tiburcio, especialista en asesinos en serie de ficci¨®n, hablan sobre ¡®Dexter: New Blood¡¯ (Movistar+), analizan el fen¨®meno creado en torno a este psic¨®pata y se preguntan: ?Hasta cu¨¢ndo seguir¨¢ asesinando?
Se ha transformado tanto que hasta se ha cambiado el nombre. Nuestro forense favorito ahora se hace llamar Jim Lindsay (un homenaje a Jeff Lindsay, el novelista que lo cre¨®). Lleva una vida anodina como dependiente y ciudadano mod¨¦lico en el fr¨ªo y aburrido Iron Lake, en el Estado de Nueva York, lejos del mambo de Miami que le hizo famoso. Un lugar en el que puede que se congele hasta el aliento¡ pero en el que hierve un crimen que no entiende de temperaturas.
Rehabilitado¡ o no
Vemos a Dexter en terapia. Atr¨¢s queda su sanguinario impulso pasado¡ ?nos lo creemos? Seg¨²n Roberto Alcover, psic¨®logo y terapeuta familiar en el centro ITAD (Instituto de Formaci¨®n, Tratamiento en Terapia Familiar Sist¨¦mica y Adicciones) es perfectamente plausible: ¡°Un profesional de la salud mental no concibe que una persona con una patolog¨ªa psiqui¨¢trica no pueda sanarse¡ Otra cosa es que este punto de vista no sea del agrado de los guionistas, claro¡±. Aunque tambi¨¦n nos deja la duda de hasta qu¨¦ punto su cambio es real pues un psic¨®pata: ¡°puede estar largos periodos de tiempo sin cometer cr¨ªmenes¡±.
Es lo que nos sugieren los primeros adelantos de Dexter: New Blood. La acci¨®n se sit¨²a diez a?os despu¨¦s del hurac¨¢n en el que desapareci¨® el protagonista de nuestras pantallas. Ahora Dexter tiene una relaci¨®n sentimental con Angela Bishop (Julia Jones), la sheriff del lugar. Y se lleva a matar (bueno, es una manera de hablar, ya nos entendemos, que est¨¢ ¡°reformado¡±) con el cacique local, Kurt Caldwell (Clancy Brown) y su impetuoso hijo Matt (Steve M. Robertson). As¨ª que por m¨¢s que se haya retirado lejos del mundanal homicidio, una serie de acontecimientos har¨¢n que su ¡°pasajero oscuro¡±, el impulso vengativo y homicida que corre por sus venas, vuelva a sacar billete. Y no lo har¨¢ solo. Sus compa?eros de viaje ser¨¢n dos viejos conocidos de los fans: su hermana Deb (Jennifer Carpenter) y Arthur Mitchell (el genial John Lithgow, m¨¢s conocido como Trinity o el Asesino de la Trinidad). A pesar de haber muerto con una peque?a ayuda de Dexter, sus fantasmag¨®ricas presencias le recordar¨¢n a nuestro personaje (y a los fans m¨¢s nost¨¢lgicos) tiempos m¨¢s turbulentos.
La familia y otros infiernos
Laia Portaceli, periodista y presentadora de Movistar+, recurre a las palabras del actor protagonista para reflejar el inter¨¦s que despiertan los nuevos episodios: ¡°Como dice Michael C. Hall, es una oportunidad para darle a Dexter el final que merece. Ya solo por eso, estoy deseando verla. Tengo mucha curiosidad por saber c¨®mo el showrunner original (Clyde Phillips) adaptar¨¢ a este personaje de la ¨¦poca de los antih¨¦roes televisivos a la actualidad, en la que ya hemos visto mucho psic¨®pata protagonista y nos hemos acostumbrado a empatizar con villanos. Tambi¨¦n ser¨¢ interesante la din¨¢mica con su hijo y el concepto de herencia. ?Le pasar¨¢ Dexter el testigo?¡±.
Phillips, el responsable de las cuatro primeras temporadas y el que marcara el arco dram¨¢tico del personaje, ha decidido que debe regresar, ya talludito y en proceso de convertirse en un adulto, Harrison, el hijo que Dexter tuviera ¨Ccasi sin querer¨C con Rita, para subrayar la atribulada vida familiar de nuestro rey del despiece. Esta calamitosa vida biograf¨ªa unida a su inteligencia prodigiosa es, seg¨²n el doctor Alcover, una de las grandes bazas de la serie: ¡°Desde el punto de vista profesional, la psicopat¨ªa de Dexter est¨¢ bien perfilada: el evento traum¨¢tico sufrido en su infancia, sus problemas de relaci¨®n con el resto de seres humanos, su aparente normalidad¡¡± Solo uno de los grandes recursos de la serie le parece discutible: ¡°El mon¨®logo interior de Dexter es, sin embargo, una concesi¨®n literaria¡±.
Showtime, la productora de la serie, insiste en que Dexter: New Blood no es un revival, ni una novena temporada, ni un spin off, ni un reboot. El regreso es ¡°una serie evento¡± para que los fans se reencuentren, durante diez cap¨ªtulos, con el asesino en serie m¨¢s carism¨¢tico de la televisi¨®n. Administrar¨¢n sus cr¨ªmenes con pausa: la Edad de Oro de la televisi¨®n fue tambi¨¦n la Edad de Oro de los cliffhangers, as¨ª que las entregas ser¨¢n semanales y se emitir¨¢n simult¨¢neamente a EE UU. Vuelve Dexter. Afilen los cuchillos. Correr¨¢ la sangre.