Desconfianza, desilusi¨®n y desencanto: la abstenci¨®n lastra el voto latino

Antes de mudarse al Estado de Maryland, donde reside, Jorge Vel¨¢zquez sol¨ªa votar en Puerto Rico, su lugar de nacimiento. Desde que sali¨® de all¨ª, hace m¨¢s de una d¨¦cada, no lo ha vuelto a hacer. A sus 33 a?os, trabaja en una barber¨ªa en Takoma Park, Maryland. ¡°No voto porque no creo que ning¨²n candidato me favorezca. Biden no tiene fama de trabajar por los latinos y Trump es antiinmigrante¡±, dice. Su mujer es salvadore?a y desde hace un a?o est¨¢ en proceso de regularizaci¨®n, pero sabe que hay compatriotas que llevan m¨¢s de una d¨¦cada esperando a tener sus papeles en regla. Tampoco cree que el tr¨¢mite avance sea quien sea el ganador. Vel¨¢zquez vive de espaldas a la pol¨ªtica y no hay ning¨²n mensaje que le haga cambiar de opini¨®n.

El caso de Jorge no es aislado. Hay un alto ¨ªndice de abstenci¨®n entre los latinos, sobre todo entre los j¨®venes. Cada 30 segundos un latino cumple 18 a?os, la edad legal para votar, y en unos comicios que se pronostican muy re?idos pueden determinar qui¨¦n ser¨¢ el nuevo inquilino de la Casa Blanca. M¨¢s de 36 millones de hispanos tendr¨¢n derecho al voto, cuatro millones m¨¢s que en 2020. La legislaci¨®n electoral de Estados Unidos requiere que todos los votantes est¨¦n registrados y ah¨ª es donde aparece el primer escollo. Un 72% de todos los electores se registr¨® para votar en 2020; entre los ciudadanos blancos no hispanos, lo hizo un 74%, mientras que solo un 61% de los latinos realiz¨® ese tr¨¢mite.

Bonard Molina Garc¨ªa, abogado de 44 a?os que reside en el ¨¢rea metropolitana de Washington, percibe el desencanto entre los j¨®venes. ¡°Es necesario que voten, pero est¨¢n desilusionados, desconectados de la pol¨ªtica. Son votos en potencia, pero no entienden la importancia de votar¡±, explica Molina, nacido en M¨¦xico y con nacionalidad estadounidense. Su hijo Lucas, de 19 a?os, ya se ha registrado y votar¨¢ por primera vez este a?o.

Varias organizaciones se dedican a promover el voto entre los latinos. Con visitas a domicilio, anuncios en medios de comunicaci¨®n, redes sociales o puestos en lugares de reuni¨®n, les informan, muchas veces en espa?ol, de c¨®mo registrarse y de cu¨¢les son sus derechos. ¡°Les hacemos entender que aquellas comunidades que tienen alto ¨ªndice de votaci¨®n son las que disponen de mejores recursos, mejores escuelas, hospitales. Tambi¨¦n intentamos romper uno de los mitos que puedan tener de sus pa¨ªses de origen, donde piensan que el proceso electoral no impacta en sus vidas¡±, dice Frankie Miranda, presidente de la Federaci¨®n Hispana. Este a?o, se apunt¨® una victoria cuando un juez federal bloque¨® una ley en Florida que multaba con 50.000 d¨®lares a las personas que sin ser ciudadanas registraran a otras para votar. Muchos de los voluntarios con los que trabajan solo tienen permiso de residencia y la ley tendr¨ªa un impacto negativo en el registro de los latinos.

La identificaci¨®n

La falta de informaci¨®n y la desconfianza en las autoridades en un sistema que hist¨®ricamente ha menospreciado a las minor¨ªas desincentivan al hispano a registrarse. ¡°No quieren dar informaci¨®n porque tienen miedo de que se haga p¨²blica y les perjudique¡±, apunta Ameer Patel, director de programa de Voto Latino, organizaci¨®n enfocada en estimular el voto entre los j¨®venes que tiene como objetivo registrar a medio mill¨®n de hispanos antes de noviembre.

El proceso de registro suele ser sencillo: rellenar un formulario con el nombre, los apellidos y el domicilio. Se puede realizar en l¨ªnea, por correo o en persona. Pero en 21 Estados requieren una identificaci¨®n con foto, entre ellos Georgia, Alabama, Florida y Carolina del Norte. En este ¨²ltimo, la Asociaci¨®n Nacional por el Avance de la Poblaci¨®n de Color (NAACP, por sus siglas en ingl¨¦s) ha llevado a juicio la ley que impone este requisito por entender que se implant¨® con una intenci¨®n discriminatoria contra los afroamericanos y los latinos, ya que existe el doble de probabilidades de que carezcan de ella que entre los blancos no hispanos.

¡°Una de las formas m¨¢s comunes de identificaci¨®n con foto es la licencia de conducir, pero muchos no la han sacado, sobre todo si viven en ¨¢reas urbanas, porque no disponen de coche¡±, critica Ang¨¦lica Razo, directora de programa y campa?as del voto latino de Mi Familia en Acci¨®n. Otra forma de identificarse es el pasaporte, ¡°pero no todos lo tienen, pues tambi¨¦n requiere un gasto¡±, a?ade. Texas es otro Estado donde se exige la foto; es tambi¨¦n el que tiene la mayor concentraci¨®n de latinos, con un 32% del total. En el Estado sure?o no sirve para registrarse un carnet de estudiante, pero s¨ª una licencia de armas de fuego.

Sus defensores justifican el requisito de identificaci¨®n porque minimiza el fraude. ¡°Votar sin la identificaci¨®n da?a el sistema electoral¡±, afirma Daniel Garza, presidente del Instituto Libre. En su opini¨®n, quienes abogan por lo contrario ¡°demonizan a los republicanos diciendo que quieren reprimir el voto latino, pero es mentira¡±, asegura.

Su organizaci¨®n forma parte de la campa?a Vota Conmigo, que este mes ha lanzado la cadena de habla hispana Univisi¨®n para promover la participaci¨®n de los latinos y a la que se han sumado varias entidades de posturas pol¨ªticas opuestas. ¡°No se trata de pol¨ªtica, se trata de empoderar la voz del latino¡±, subraya Teri Arvesu, responsable de la campa?a. Ricky Martin, Luis Fonsi y Roselyn S¨¢nchez participaron en anuncios anteriores y la cadena est¨¢ en el proceso de reclutar otros famosos.

Otra de las trabas que ponen algunos Estados es la imposibilidad de votar por correo. Muchos latinos no pueden abandonar su trabajo y aguantar colas largas para ejercer su derecho. Celia Salmer¨®n, salvadore?a de 54 a?os que trabaja como peluquera en las afueras del Distrito de Columbia, no vot¨® en las ¨²ltimas elecciones. Lleva 41 a?os en Estados Unidos y 20 como ciudadana. ¡°Nunca tuve tiempo para ir. Es m¨¢s f¨¢cil si lo mandan por correo, no tiene uno que estar aguantando tanta fila¡±, afirma.

Las organizaciones latinas se quejan de que en las ¨¢reas de residencia de minor¨ªas hay menos lugares para votar y las colas pueden ser de varias horas. Por ello, han sido muy pol¨¦micas leyes como la de Georgia, que proh¨ªbe ofrecer agua o comida a quienes esperan su turno para votar. En ocho Estados, entre ellos California y Nevada -donde un 33% y un 22% de los electores son latinos, respectivamente-, la boleta se recibe por correo sin necesidad de pedirla.

Para que la participaci¨®n entre los latinos mejore, adem¨¢s de salvar trabas log¨ªsticas, es necesario que se sientan parte de la sociedad. Flavia Rodr¨ªguez, mexicana de nacimiento, regenta un negocio de cosm¨¦ticos y nutrici¨®n en Langley Park, Maryland. A pesar de que ha vivido 29 de sus 51 a?os en Estados Unidos denuncia la discriminaci¨®n que ha sufrido su familia. Asegura que el trato empeor¨® durante la presidencia de Donald Trump y que sus hijas ¡°sufrieron en la escuela por tener apellidos hispanos¡±. ¡±En la biblioteca los compa?eros les preguntaban si trabajaban en la limpieza¡±, recuerda. Aunque ella afirma haber votado en 2020 por Joe Biden, opina que en la cultura latina no est¨¢ hacer valer su voto: ¡°Sentimos que no es importante, por eso no votamos. Tambi¨¦n porque no sabemos qu¨¦ est¨¢ pasando, estamos enfocados en sobrevivir¡±.

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