Trump carga contra los migrantes: ¡°Vienen de todas partes y atacan a la buena gente. Es una locura¡±

El circo de Donald Trump lleg¨® este viernes por la tarde a la tranquila ciudad de Rock Hill, en Carolina del Sur, con todo el equipo: las calles cortadas y los atascos, los francotiradores del servicio secreto subidos a la azotea de la cancha de baloncesto de la Universidad de Winthrop, donde estaba previsto que hablara, los vendedores volantes de merchandising en todas sus variantes MAGA y los simpatizantes que hicieron cola durante horas para asegurarse un sitio. Es, despu¨¦s de todo, el gran show del expresidente y candidato a regresar a la Casa Blanca a su paso por uno de esos lugares donde nunca pasa nada y que de pronto reciben la visita de una de los seres humanos m¨¢s famosos del planeta.

Trump deb¨ªa al Estado al menos una ¨²ltima visita justo antes de las elecciones primarias de Carolina del Sur, que se celebran este s¨¢bado. Se enfrenta este s¨¢bado en las urnas a Nikki Haley, la ¨²nica rival en pie de los 13 que osaron disputarle el trono del Partido Republicano al expresidente, mientras, por un breve momento, pareci¨® vulnerable.

Haley, que lleva toda la semana acudiendo al encuentro de sus simpatizantes en grupos ciertamente m¨¢s modestos y menos vociferantes, naci¨® en este rinc¨®n del sur de Estados Unidos y fue su gobernadora entre 2011 y 2017, hasta que el magnate, entonces presidente, la nombr¨® embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas. Este viernes, Trump dijo que lo hizo con la ¨²nica finalidad de poner a otro en su puesto: el actual gobernador, Henry McMaster, que casualmente actu¨® de telonero del magnate en el mitin de Rock Hill. Pese a ese pedigr¨ª, ella lleva las de perder: las encuestas dan a su rival una ventaja sobre ella de casi 35 puntos. ¡°Va a tener un muy mal d¨ªa ma?ana¡±, dijo el magnate, antes de acusar a Haley de ¡°trabajar para los donantes dem¨®cratas¡± y de haberse ¡°escorado mucho a la izquierda¡±.

El polideportivo, con algo m¨¢s de seis mil butacas, ten¨ªa tal vez una d¨¦cima parte de los sitios sin ocupar, aunque el orador insisti¨® sobre el estrado que se hab¨ªa quedado gente fuera, frustrada por no poder entrar. Fue solo una de las muchas mentiras y medias verdades que solt¨® durante una intervenci¨®n de poco m¨¢s de dos horas, que fue a grandes rasgos la misma que viene ofreciendo en los ¨²ltimos meses, con su promesa de ampliar el muro con M¨¦xico y sus referencias a la crisis en la frontera Sur, as¨ª como su reci¨¦n hallado recurso al concepto del ¡°crimen inmigrante¡±. ¡°Vienen de todas partes: de Sudam¨¦rica, de Asia y de ?frica. Atacan a los polic¨ªas en Times Square [en Nueva York] y a la buena gente de Carolina del Sur que va de visita a Washington, donde las columnas de m¨¢rmol de los monumentos est¨¢n llenas de grafitis¡±, dijo, faltando en esto ¨²ltimo de nuevo a la verdad. ¡°Es una locura¡±.

La inmigraci¨®n irregular y la econom¨ªa son los dos asuntos que llevar¨¢n en noviembre, contaron Mark y Tessa, dos profesores de Rock Hill sentados entre el p¨²blico, a apoyar de nuevo al expresidente. ¡°Solo ¨¦l puede sacarnos de este l¨ªo; es el ¨²nico con el car¨¢cter necesario¡±, argument¨® ¨¦l. ¡°Haley es una veleta, hace lo que le dicen¡±, a?adi¨® ella. Julie, vestida con una camiseta del movimiento MAGA (siglas en ingl¨¦s de ¡°devolvamos su grandeza a Estados Unidos¡±, lema del trumpismo), confirm¨® que pensaba votar por el expresidente ¡°al 100%¡± y de despu¨¦s lo har¨ªa ¡°un 10%, y un 20% y un 30% m¨¢s¡±.

Sobre el estrado, Trump tambi¨¦n aprovech¨® para intervenir en un asunto candente de esta misma semana: la pol¨¦mica decisi¨®n del Tribunal Supremo de Alabama que amenaza con poner patas arriba la pr¨¢ctica de la fecundaci¨®n in vitro en ese Estado, y puede que en todo el pa¨ªs. All¨ª, siete de sus nueve magistrados votaron el lunes a favor de considerar a los embriones congelados como ¡°ni?os¡±.

Un par de horas antes del mitin, Trump hab¨ªa publicado en Truth, su red social, el siguiente mensaje, con el acostumbrado uso enf¨¢tico de las may¨²sculas: ¡°Al igual que la GRAN MAYOR?A de los estadounidenses, incluida la GRAN MAYOR?A de republicanos, conservadores, cristianos y estadounidenses provida, apoyo firmemente la disponibilidad de la fecundaci¨®n in vitro para las parejas que est¨¢n tratando de tener un beb¨¦¡±. En Rock Hill, pidi¨® que el Congreso de Alabama encuentre ¡°r¨¢pidamente una soluci¨®n para mantener la disponibilidad¡± del procedimiento en el Estado tras una decisi¨®n judicial impopular de la que muchos de los primeros espadas del Partido Republicano llevan toda la semana tratando de desmarcarse.

El apoyo ciego de Tim Scott

La otra gran novedad de la tarde fue ver al senador afroamericano por Carolina del Sur Tim Scott calentar a las masas que esperaban la llegada del gran protagonista. Scott fue uno de los republicanos que se present¨® para ser elegido por su partido como candidato a la Casa Blanca, y desde que abandon¨® la carrera, durante la que Trump le dedic¨® la bater¨ªa habitual de insultos y humillaciones que tiene reservada a sus oponentes, el senador se ha convertido, a ratos hasta el rubor, en un hooligan del expresidente en su camino de regreso a la Casa Blanca.

En las cada vez m¨¢s animadas quinielas sobre qui¨¦n lo acompa?ar¨¢ como aspirante a la vicepresidencia, Scott est¨¢ empezando a sonar con fuerza, por el presunto arrastre que podr¨ªa tener su selecci¨®n en ese votante afroamericano que dio la victoria a Joe Biden en 2020, y que ahora se muestra frustrado con los resultados de su desempe?o. Otros posibles nombres para el puesto son J. D. Vance, senador de Ohio y autor de ¨¦xito (Hilbilly: una eleg¨ªa rural), la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, y la congresista Elise Stefanik. Los tres echaron el viernes en la Conferencia Pol¨ªtica de Acci¨®n Conservadora (CPAC), celebrada cada a?o cerca de Washington en la que sol¨ªa ser una reuni¨®n de ideas en torno al futuro del Partido Republicano convertida ¨²ltimamente en encuentro en la cumbre del trumpismo m¨¢s acr¨ªtico.

M¨¢s all¨¢ de esas novedades, el acto electoral de Trump en Carolina del Sur abund¨® en muchas de las obsesiones y man¨ªas del orador principal. En un discurso err¨¢tico y lleno de repeticiones, dijo que su presidencia hab¨ªa sido un triunfo total y la de Biden, el desastre m¨¢s absoluto. Atac¨® a las personas trans y la ense?anza del pasado racista de Estados Unidos en las escuelas. Volvi¨® a insistir en que las elecciones de 2020 estuvieron ¡°ama?adas¡±, defini¨® como ¡°chorradas¡± los cuatro juicios que tiene ante s¨ª, en los que se enfrenta a 91 delitos penales y prometi¨® un nuevo amanecer del esp¨ªritu americano si resulta reelegido el pr¨®ximo 5 de noviembre. Porque en esa fecha, y no en las primarias de este s¨¢bado, que consider¨® ganadas de antemano por goleada, tiene Trump la vista puesta. Pensando en esa pelea, exclam¨® en uno de sus exabruptos m¨¢s celebrados por las reminiscencias de su pasado como estrella de la telerrealidad: ¡°?Joe Biden, est¨¢s despedido!¡±.

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