Miguel Azor¨ªn tiene 27 a?os, es ateo y va a la iglesia m¨¢s que muchos creyentes. Toca en una banda de m¨²sica que acude a m¨²ltiples eventos religiosos y, adem¨¢s, visita la iglesia cada vez que tiene que sacar, como costalero, al Cristo de su cofrad¨ªa. Es uno de los muchos ateos que, durante la Semana Santa, sale en una hermandad para procesionar como nazareno o costalero, codo con codo con sus compa?eros creyentes. "Nunca ha salido el tema de mi ate¨ªsmo con mis compa?eros, pero se lo imaginar¨¢n", cuenta el joven a Verne. ?l considera que "mientras no bajes el hombro en la procesi¨®n, todos son bienvenidos".
Uno de cada cuatro espa?oles se declara ateo o no creyente, seg¨²n datos del CIS de abril de 2017, y el 60% de la poblaci¨®n reconoce no acudir a oficios religiosos fuera de bodas, bautizos y funerales. Entre las nuevas generaciones, el porcentaje de los que no creen en Dios es mucho m¨¢s elevado: un 47% de los j¨®venes entre 18 y 24 a?os se consideran agn¨®sticos o ateos. Sin embargo, algunos de ellos deciden pasar sus vacaciones de Semana Santa procesionando durante horas.
Cada ateo tiene sus propios motivos para acabar cargando m¨¢s de 30 kilos de Cristo o Virgen a sus espaldas o procesionar en formaci¨®n durante m¨¢s de cinco horas. Algunos se lo toman como un reto, otros lo hacen por motivos familiares, por tradici¨®n... O incluso por postureo. Pero todos tienen una cosa en com¨²n: han o¨ªdo m¨¢s de una vez la pregunta de "?y por qu¨¦ lo haces, si no crees?". Tres cofrades ateos de diferentes partes de Espa?a nos la responden y cuentan su experiencia como costaleros o nazarenos.
Xisca Ferragut, 21 a?os, Sineu (Mallorca)
Sineu es un pueblo de la isla de Mallorca de unos 3.000 habitantes. All¨ª vive Xisca Ferragut, estudiante de Biolog¨ªa de 21 a?os. Es atea, pero ha participado varios a?os en la Semana Santa de Sineu con varias cofrad¨ªas. ¡°Lo hago porque es una tradici¨®n que me parece bonita. No creo, pero las procesiones son algo que se debe respetar¡±, dice a Verne por tel¨¦fono.
¡°En mi pueblo, la religi¨®n es algo social. Cuando era peque?a fui monaguilla y no ten¨ªa muy claro en qu¨¦ cre¨ªa. Ahora s¨¦ que no creo en Dios o algo as¨ª, pero eso no quiere decir que me parezcan mal las tradiciones¡±, a?ade Ferragut. Ha sido nazarena varios a?os y en una ocasi¨®n fue costalera.
¡°Creo que hay m¨¢s postureo en la Semana Santa de las ciudades. Mi pueblo es peque?o. Algunos participamos en la procesi¨®n para ir con los amigos, pero no para presumir de nada¡±, comenta. Ferragut disfruta de las procesiones por su belleza, pero otros aspectos -m¨¢s all¨¢ de no creer en Dios- la alejan de la Iglesia Cat¨®lica, como su posici¨®n ante el aborto o la homosexualidad. Solo acude a misa ¡°si hay una boda o algo as¨ª. No creo, pero la verdad es que en el serm¨®n dan lecciones de vida¡±.
Esta estudiante mallorquina, cuya familia no es especialmente religiosa, asegura que algunas de sus amigas entienden la Semana Santa como ella: ¡°Lo vemos como algo m¨¢s social que religioso¡±. ?Y qu¨¦ contesta a las personas que ponen en duda su participaci¨®n en Semana Santa por ser atea? ¡°Es una tradici¨®n como otras. Si solo participara gente que cree espiritualmente, casi no habr¨ªa gente en Semana Santa. Hay pocos j¨®venes que sean religiosos de verdad¡±.
Miguel Azor¨ªn, 27 a?os, Hell¨ªn (Albacete)
Quitando sus obligaciones con la banda de m¨²sica y su cofrad¨ªa, Miguel Azor¨ªn solo pisa una iglesia "en alguna boda, bautizo o entierro. Lo t¨ªpico a lo que va todo el mundo, sea creyente o no". Y, sin embargo, lleva m¨¢s de diez a?os saliendo como costalero en la Cofrad¨ªa de la Sentencia.
"He estado ligado a las procesiones desde peque?o", asegura Azor¨ªn, que actualmente trabaja como soldador. "Empec¨¦ con 10 a?os saliendo con la Union Musical Santa Cecilia [su banda de m¨²sica] y siempre hab¨ªa sentido curiosidad por las hermandades a las que acompa?¨¢bamos". A los 16 a?os, cambi¨® su papel de m¨²sico por el de costalero, y lo hizo como un reto: "De joven me gustaba mucho hacer el bestia, y qu¨¦ mejor que echarte 30 o 40 kilos a la espalda", cuenta. Escogi¨® la Cofrad¨ªa de la Sentencia porque su hermano mayor tambi¨¦n estaba en ella.
La Tamborada de Semana Santa es la fiesta grande de Hell¨ªn, y los vecinos tienen dos opciones: o pasar toda la noche tocando el tambor, o quedarse en casa y no poder dormir por el ruido de los tambores. Los j¨®venes suelen elegir lo primero, y ser costalero implica, en muchas ocasiones, ponerse debajo del trono habiendo dormido poco. "Mis amigos no entienden por qu¨¦ no dejo de salir en las procesiones, que adem¨¢s son bastante largas", reconoce. "Alg¨²n a?o hemos estado m¨¢s de 10 horas seguidas, contando que al terminar la procesi¨®n hay que desmontar el trono y dejar todo recogido".
Aun as¨ª, Azor¨ªn sigue de costalero. "Lo veo como una forma de aportar un granito de arena a las costumbres y tradiciones de mi pueblo", cuenta, y asegura que en Hell¨ªn, como fiesta grande, casi todo el mundo disfruta de la Semana Santa sean cuales sean sus creencias religiosas. "Incluso los ateos que veo sentados viendo la procesi¨®n mientras yo desfilo".
Diego Ortega, 28 a?os, Alcal¨¢ de Henares (Madrid)
¡°La lucha contra la pobreza, la ayuda al pr¨®jimo, la tolerancia, el respeto¡ Eso es lo que me une a la religi¨®n, no Dios¡±, indica Diego Ortega, costalero de la Cofrad¨ªa del Sant¨ªsimo Cristo de la Esperanza y el Trabajo y Nuestra Se?ora de la Misericordia de Alcal¨¢ de Henares durante siete a?os. Ha dejado de participar como costalero por un problema de espalda, despu¨¦s de cargar con cientos de kilos durante varias Semanas Santas.
Ortega cuenta a Verne por tel¨¦fono que no cree en la parte espiritual de la religi¨®n: ¡°No me tomo el dogma al pie de la letra. Soy ateo, pero creo en muchos valores que apoya la religi¨®n¡±. Este alcala¨ªno, que durante varios a?os milit¨® en Izquierda Unida, se define como comunista. ¡°La Semana Santa es un fervor popular. Parece que est¨¢ en manos de los c¨ªrculos conservadores, pero hay que ver m¨¢s all¨¢. Para una persona del pueblo llano, el Cristo de su barrio es un s¨ªmbolo de arraigo. Es algo que te identifica con tu gente¡±, dice Ortega, que recuerda uno de los versos m¨¢s populares de Joaqu¨ªn Sabina: ¡°Jesucristo, el primer comunista¡±.
Para Ortega, cargar un paso es defender un mundo m¨¢s justo, pero tambi¨¦n un momento de recogimiento. ¡°Es algo muy especial. Te pasas muchos meses preparando la procesi¨®n, horas bajo el paso, haces un gran esfuerzo junto a otras personas. Te da tiempo para pensar en muchas cosas¡±, dice.
¡°Estoy completamente en contra de c¨®mo funciona la iglesia, de la jerarqu¨ªa con privilegios, de los mensajes contra los homosexuales y el aborto, pero s¨ª creo en ayudar a los m¨¢s desfavorecidos¡±, a?ade Ortega. Este madrile?o asegura que los cofrades con los que ha compartido su visi¨®n de la religi¨®n la ven ¡°muy razonable¡±.
Cree que hay otras muchas personas como ¨¦l, ateos que ven la religi¨®n como un sistema de valores y excluyen la narraci¨®n espiritual. Tambi¨¦n piensa que entre algunos costaleros hay cierto ¡°postureo¡±, es decir, personas que participan en la Semana Santa por aparentar, ¡°pero es una minor¨ªa¡±.
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