Leo Harlem vuelve para re¨ªrse de las desgracias: ¡°Nunca me sent¨ª hundido porque siempre he tenido el humor¡±

El comediante Leo Harlem (Le¨®n, 61 a?os) dice ser una persona seria. Es m¨¢s, le cansan las personas que hacen de payaso todo el d¨ªa: ¡°La gente seria, cuando se pone graciosa, creo que tiene m¨¢s gracia¡±. Lo suyo, con lo que ha construido una carrera de 23 a?os, es la ocurrencia, la visi¨®n despreocupada sobre la realidad. La experiencia ha curtido su oficio, lo ha potenciado, pero la capacidad para encontrar humor donde no lo hay es algo innato. ¡°Ven¨ªa en el taxi de camino ac¨¢ y me encontr¨¦ unas gafas. El conductor me dijo que eran de un t¨ªo que hab¨ªa llevado al aeropuerto. ¡®Ojal¨¢ no fuera el piloto¡¯, le respond¨ª¡±, cuenta al llegar a la entrevista, en los d¨ªas previos al estreno este lunes de la tercera temporada de Leo Talks en Movistar Plus+.

Desde que Harlem ¡ªcuyo apellido real es Gonz¨¢lez¡ª lleg¨® a la plataforma de pago, todo ha ido en ascenso. Se estren¨® con el especial Leo Harlem: 20 a?os no es nada en 2022. Al a?o siguiente grab¨® dos temporadas ¡ªconvertidas en el contenido de no ficci¨®n m¨¢s visto de 2023¡ª, ahora est¨¢ a punto de lanzarse la tercera y ya tiene la perspectiva de hacer una cuarta. ¡°El formato es un hallazgo. Breve, intenso y con un apoyo de im¨¢genes y videos. Me encuentro muy a gusto¡±, comenta quien salt¨® a la popularidad con sus participaciones en El club de la comedia. Si en las anteriores entregas de su programa en Movistar Plus+ se burlaba de las paup¨¦rrimas condiciones del sistema de salud o las nuevas relaciones 2.0, en esta sus objetivos son la vivienda y el sofocante y anormal calor. Son temas que pueden ser preocupantes y hasta derivar en desgracias, pero el leon¨¦s pide que no caigamos en la desesperaci¨®n por ellos.

¡°Est¨¢ muy de moda los eventos en los que gente con terno da charlas de apoyo para estimular, motivar, y yo siempre dec¨ªa que ten¨ªa que haber uno para desmotivar, que relaje un poco. Queremos parodiar ese mundo del coaching sin ofender a nadie¡±. Harlem es consciente de que las sensibilidades han cambiado y lo que resultaba gracioso 20 a?os atr¨¢s puede sonar ofensivo hoy. Por ello, aborda temas serios, s¨ª, pero siempre caminando por la orilla y sin se?alamientos. ¡°Ahora existe una censura, a veces externa, otras interna, porque no te quieres meter en l¨ªos. La sociedad ha cambiado y hay que ir con los tiempos. Yo quiero que la gente se lo pase bien, no podemos estar todo el tiempo en tensi¨®n. En muchas ocasiones, no es la propia persona a la que le hiciste la broma la que protesta, sino un intermediario, que hace de abogado del diablo¡±.

Su estilo, sin embargo, apenas ha sufrido variaciones en estas m¨¢s de dos d¨¦cadas. ?l mismo se define como un poco ¡°cu?ao¡±, un soci¨®logo costumbrista: ¡°En Galicia se comen todo lo que sale del mar; la Sirenita no puede ir a veranear ah¨ª porque se la comen con cachelos y piment¨®n¡±, dice en uno de los nuevos episodios. Sus gestos y la corporeidad son f¨¢cilmente identificables: el piquito que hace con los labios al terminar una frase y el ¡°t¨ªo, macho u hombre¡± con el que parece rematar cada chiste. Con los a?os aprendi¨® a jugar con las estructuras de los chistes, a cambiarlas de orden, a meterle m¨¢s ritmo, pero su contenido no ha cambiado porque representa su esencia, la visi¨®n que tiene del mundo. ¡°Tiene que haber una predisposici¨®n natural, de saber cu¨¢ndo hacer el comentario, que surja el chispazo¡±.

Claro que entre el personaje Leo Harlem y Leo Gonz¨¢lez hay una caracterizaci¨®n, pero no deja de ser su personalidad llevada a la hip¨¦rbole. ¡°El humor vive de la exageraci¨®n y las cosas las subes para reforzar el mensaje, pero hay una parte m¨ªa en el personaje y el personaje tiene parte de mi identidad¡±. Dice que s¨ª se cabrea ¡ªprincipalmente en sitios muy ruidosos o con gente muy alterada¡ª pero lleva puesto un filtro que le hace decir ¡°no es pa¡¯ tanto¡±. Se lo pasa tan bien ahora como se lo pasaba siendo panadero y despu¨¦s camarero. ¡°La comedia tiene el valor de desdramatizar un problema que parece insoluble. Te ayuda a re¨ªrte de ti mismo, sin tener que meterte con los dem¨¢s. Es como un bastoncito para tomarse las cosas sin tanto tremendismo ni seriedad. Nunca he tenido momentos bajos, claro que he pasado desgracias y he perdido familiares, pero nunca me he sentido hundido al extremo de sentirme una piltrafa porque siempre he tenido el humor¡±.

Leo Harlem adopt¨® su apellido ficticio del bar que estaba al lado de su casa en Valladolid, donde comenz¨® su carrera en 2001. ¡°El encargado dec¨ªa que se re¨ªa mucho conmigo y que me iba a incluir en una cartelera porque ah¨ª hac¨ªan muchas actuaciones y shows en vivo. Era una broma que termin¨® siendo cierta¡±. Ah¨ª dio su primer mon¨®logo, sin guion y contando lo gracioso que le parec¨ªa c¨®mo la gente se tomaba algunas cosas de la vida. Despu¨¦s, en 2013, particip¨® en El club de la comedia, lo que lo har¨ªa popular, luego en El club del chiste, Zapeando y La hora de Jos¨¦ Mota. El camino que le queda por delante no es muy largo, quiere jubilarse a los 63, pero si de algo est¨¢ seguro es de que ¡°la he pasado bien, como lo he hecho en toda mi vida¡±.

Puedes seguir EL PA?S Televisi¨®n en X o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.