La inteligencia artificial merece tu atenci¨®n m¨¢s all¨¢ de los ¡®deepfakes¡¯
El debate en torno a esta tecnolog¨ªa est¨¢ dominado por sus peligros, hasta el punto de eclipsar sus virtudes y m¨¢s cosas
La inteligencia artificial nos ha dejado tres noticias contradictorias estos d¨ªas. Primero, el terrible episodio de ¡®deepfakes¡¯ en Almendralejo, que evidencia sus peligros. Segundo, un hallazgo cient¨ªfico publicado en Nature, que evidencia sus virtudes. Y tercero, el anuncio de DALL¡¤E 3, la actualizaci¨®n de una IA de referencia en generaci¨®n de im¨¢genes, que mejora mucho a su antecesora y que evidencia la velocidad con que avanza una tecnolog¨ªa poderosa y extra?a.
Su lado da?ino es evidente estos d¨ªas: un grupo de j¨®venes us¨® unas apps descontroladas para generar y difundir falsos desnudos de una veintena de adolescentes. Es un suceso dist¨®pico que merece la atenci¨®n que recibe: habr¨¢ gente que ha aprendido esta semana que es delito hacer algo as¨ª. Es tambi¨¦n la prueba de que los peores deepfakes son los de corto alcance. Un audio falso de Pedro S¨¢nchez o de Rosal¨ªa no es tan da?ino, porque ser¨¢ contrarrestado muy deprisa por los implicados, por instituciones y por medios de comunicaci¨®n con audiencias masivas. Pero, ?qu¨¦ capacidad tiene una persona corriente de combatir una mentira? Pocos rumores son peores que los de un instituto.
Dicho esto, hoy empujo una idea menos popular: creo que en los medios generalistas la conversaci¨®n sobre la inteligencia artificial sigue dominada por sus aristas problem¨¢ticas, hasta el punto de eclipsar sus virtudes y m¨¢s cosas.
Esta misma semana mis compa?eros de la secci¨®n de Tecnolog¨ªa contaban una buena noticia protagonizada por un algoritmo: investigadores de Google DeepMind han entrenado una IA para catalogar 71 millones de mutaciones que provocan enfermedades gen¨¦ticas. De golpe, han multiplicado por 18 el n¨²mero de variantes conocidas y las han clasificado seg¨²n sean benignas o fuente de enfermedad.
Como es habitual con los sistemas de aprendizaje profundo, asomarse a su desarrollo despierta asombro: ¡°Mediante el entrenamiento, [la IA] ve millones de secuencias de prote¨ªnas y aprende c¨®mo es una secuencia de prote¨ªnas normal. Y cuando se nos da una con una mutaci¨®n, puede decirnos si es mala o no¡±, intenta explicar el investigador de Deep Mind Jung Chen. El experto ofrece un s¨ªmil: ¡°Es muy similar al lenguaje humano. Si sustituimos una palabra de una frase, una persona que est¨¦ familiarizada con el idioma puede ver inmediatamente si esta sustituci¨®n de palabras cambiar¨¢ el significado de la oraci¨®n o no¡±. Es decir, que su IA ha entendido nuestro genoma como se entiende un idioma, algo imposible para nosotros.
Por qu¨¦ prestar atenci¨®n
Conste que no quiero abrir el debate de si ganar¨¢n los usos virtuosos o nocivos de la inteligencia artificial. Es una conversaci¨®n que repetimos con cualquier tecnolog¨ªa. Y que es leg¨ªtima. Es indudable que los m¨®viles han tra¨ªdo problemas (yo querr¨ªa usarlo menos), pero tambi¨¦n ventajas (imagina una hora sin bater¨ªa en la cola del dentista). Con la inteligencia artificial no tengo todav¨ªa una postura firme. Tampoco niego que mi prejuicio es ser optimista y desconfiar de las afirmaciones rotundas. Por ejemplo, cuando la abogada Paloma Llaneza dice que la ¡°IA no deber¨ªa estar accesible para unos adolescentes criados por YouPorn¡±, mi impulso es discrepar: no creo que se cr¨ªen con porno, ni que haya que prohibirles cualquier IA. Quiz¨¢s estoy equivocado.
S¨ª querr¨ªa convenceros de una cosa: creo que la inteligencia artificial merece atenci¨®n antes que un juicio. Porque los avances de la ¨²ltima d¨¦cada son importantes, inquietantes al tiempo que prometedores, y sin duda interesantes.
Pongo dos ejemplos muy recientes. El primero son las im¨¢genes imposibles que est¨¢n creando nuevos artistas que usan IA generativa. Me refiero a estos paisajes en espiral, fotograf¨ªas con logos embebidos en un juego de luces o textos ocultos que aparecen cuando te alejas. ?Por qu¨¦ me interesan? Porque son producciones originales que ser¨ªa dif¨ªcil crear con antiguas herramientas.
El segundo ejemplo es el ya mencionado DALL¡¤E 3, la IA de generaci¨®n de im¨¢genes a partir de texto que acaba de presentar OpenAI, la compa?¨ªa de ChatGPT. Hace dos a?os, el primer DALL¡¤E me dej¨® perplejo ¡ªno entend¨ªa como pod¨ªa funcionar¡ª y me convenci¨® de que ven¨ªa algo grande. Apenas dos a?os despu¨¦s, sus resultados son mejores, y aunque entiendo un poco su funcionamiento, sigo asombrado.
Sup¨®n que est¨¢s usando DALL¡¤E 3 y le pides que, por favor, dibuje lo siguiente: ?Una ilustraci¨®n de un aguacate sentado en la silla de un terapeuta, diciendo ¡®I just feel so empty inside¡¯ [Me siento tan vac¨ªo por dentro] con un agujero en su centro. El terapeuta, una cuchara, toma notas?. La IA devolver¨¢ algo como esto:
Pensadlo un momento. Hemos construido unos algoritmos probabil¨ªsticos, gigantescos pero de estructura conocida, que son capaces de aprender o entrenarse (configurarse por s¨ª solos, en un proceso autom¨¢tico de prueba y error, inaccesible a sus creadores), hasta tener capacidades elevadas, como entender nuestro lenguaje y generar unos p¨ªxeles que representar¨¢n fielmente aquello que les pedimos (!).
En los pr¨®ximos a?os tendremos que combatir el mal uso de estas tecnolog¨ªas, pero tambi¨¦n reflexionar sobre c¨®mo sacarles partido. En el video promocional de OpenAI proponen uno. Un padre ficticio habla con ChatGPT y DALL¡¤E: ?Mi hija de cinco a?os no para de hablar del ¡®Erizo girasoles¡¯. ?Qu¨¦ aspecto tiene??. Y en respuesta, la IA pinta unos erizos monos. ?Mi hija dice que se llama Larry, ?puedo ver m¨¢s im¨¢genes suyas??. Y la IA devuelve cuatro dibujos de Larry jugando con p¨¢jaros. ??Puedes hacerme unas pegatinas de Larry?? Y aparecen. ??Y podemos transformar esto en un cuento?? Y ChatGPT lo escribe. Es f¨¢cil sentir que los cuentos tradicionales ser¨¢n mejores, y quiz¨¢ lo sean, pero me gustar¨¢ ver a mi hija invocar el cuento que imagina.
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1. ? ?El deportista m¨¢s dominador? ESPN hizo una votaci¨®n para elegir a los deportistas ?m¨¢s dominantes del siglo XXI? y escogi¨® a Nadal en Roland Garros, por delante de Usain Bolt y Michael Phelps en los Juegos Ol¨ªmpicos. Aqu¨ª ofrec¨ªan algunos datos elocuentes: el tenista espa?ol ha ganado 14 t¨ªtulos, con 112 victorias y solo 3 derrotas en todo ese tiempo. Nadal gan¨® su primer t¨ªtulo con 19 a?os y el ¨²ltimo con 36.
2. ? ?Qu¨¦ hereda la gente muy, muy rica? El trabajo. Al menos eso es lo que sugieren estos datos de Canad¨¢. El porcentaje de gente que ha trabajado alguna vez en el mismo lugar que sus padres ronda el 40%. Y esa cifra es similar para personas de rentas bajas, rentas medias o medias-altas. Pero entre la gente con m¨¢s ingresos ese porcentaje se dispara: ?El 70% de los hijos de padres del 1% con salarios m¨¢s altos han trabajado alguna vez en la misma empresa que ellos!
What is something that the very wealthy inherit more of from their parents?
— Ethan Mollick (@emollick) January 15, 2023
This paper shows the answer is "a job." In Canadian data, on average 40% of all kids worked at some point at the same place of work as their dad, but for the top 1%, it is 70%. https://t.co/7eCpZkciWR pic.twitter.com/4xlVdqhLiC
3. ? Revisar estad¨ªsticas es normal. Esta semana, el INE elev¨® el PIB desde 2021 en 1,3 puntos sobre el nivel estimado hasta ahora. Estas cifras cambian un poco el relato sobre la recuperaci¨®n tras la pandemia. Con estas estad¨ªsticas, eso sucedi¨® a finales de 2022 en lugar de en el primer trimestre de 2023, de manera que Espa?a ya no es el ¨²nico pa¨ªs que no hab¨ªa recobrado el PIB prepandemia en 2022. Si bien su crecimiento todav¨ªa est¨¢ lejos del de muchos pa¨ªses europeos.
Esta revisi¨®n gener¨® cierta pol¨¦mica, por eso me result¨® muy ¨²til el texto de Manuel Hidalgo hace 10 d¨ªas, donde anticipaba la revisi¨®n y mandaba un mensaje de tranquilidad: ¡°Las revisiones responden a procedimientos t¨¦cnicos realizados dentro de un marco metodol¨®gico establecido por organismos internacionales [.] Es necesario enfatizarlo, incluso con vehemencia, debido a las cr¨ªticas recientes dirigidas al organismo estad¨ªstico por cambios metodol¨®gicos que son comunes¡±.
Adem¨¢s, a?ado un dato que encontr¨¦ en Financial Times: no solo estas revisiones son habituales en todos los pa¨ªses, adem¨¢s resulta que las del INE en Espa?a se distinguen por haber sido de las m¨¢s precisas del mundo desarrollado.
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