Francisco de Roux: ¡°Colombia conoci¨® lo que significa la paz y no va a renunciar a ello¡±

¡°Traemos un mensaje de esperanza y futuro para nuestra naci¨®n vulnerada y rota¡±. Colombia se ha mirado este martes al espejo de su guerra de m¨¢s de medio siglo con la presentaci¨®n del esperado informe final de la Comisi¨®n de la Verdad, presidida por el sacerdote jesuita Francisco de Roux. El padre, como todos lo conocen, ha hecho un llamado a no postergar la reconciliaci¨®n, una convocatoria a ¡°la construcci¨®n de la paz grande¡± que permita sanar al pa¨ªs, aqueja...

¡°Traemos un mensaje de esperanza y futuro para nuestra naci¨®n vulnerada y rota¡±. Colombia se ha mirado este martes al espejo de su guerra de m¨¢s de medio siglo con la presentaci¨®n del esperado informe final de la Comisi¨®n de la Verdad, presidida por el sacerdote jesuita Francisco de Roux. El padre, como todos lo conocen, ha hecho un llamado a no postergar la reconciliaci¨®n, una convocatoria a ¡°la construcci¨®n de la paz grande¡± que permita sanar al pa¨ªs, aquejado por un conflicto armado que ha involucrado guerrillas, paramilitares y fuerzas estatales con un saldo de diez millones de v¨ªctimas.

¡°Llamamos a sanar el cuerpo f¨ªsico y simb¨®lico, pluricultural y pluri¨¦tnico, que formamos como ciudadanos y ciudadanas en esta naci¨®n¡±, dijo De Roux en un conmovedor discurso central durante el acto llamado como El Acontecimiento, en el teatro Jorge Eli¨¦cer Gait¨¢n de Bogot¨¢. En sus palabras acudi¨® a las met¨¢foras para hacer un repaso por la sufrida geograf¨ªa colombiana, los lugares m¨¢s golpeados por la barbarie de todos los actores armados. Un cuerpo ¡°que no puede sobrevivir con el coraz¨®n infartado en Choc¨®, los brazos gangrenados en Arauca, las piernas destruidas en Mapirip¨¢n, la cabeza cortada en El Salado, la vagina vulnerada en Tierralta, las cuencas de los ojos vac¨ªas en el Cauca, el est¨®mago reventado en Tumaco, las v¨¦rtebras trituradas en Guaviare, los hombros despedazados en el Urab¨¢, el cuello degollado en el Catatumbo, el rostro quemado en Machuca, los pulmones perforados en las monta?as de Antioquia, el alma ind¨ªgena arrasada en el Vaup¨¦s¡±.

El presidente de la Comisi¨®n de la Verdad, surgida de los acuerdos de paz sellados por el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018) con la extinta guerrilla de las FARC, entreg¨® el cap¨ªtulo que sintetiza sus hallazgos, conclusiones y recomendaciones al presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, que se posesiona el pr¨®ximo 7 de agosto. ¡°Recibo las recomendaciones de la Comisi¨®n de la Verdad y las cumplir¨¦. Hasta la ¨²ltima familia en el ¨²ltimo rinc¨®n de Colombia sabr¨¢ y tendr¨¢ estas recomendaciones¡±, respondi¨® el l¨ªder de izquierdas. El mandatario saliente, Iv¨¢n Duque, se encuentra de visita en Lisboa y no asisti¨® al acto solemne. ¡°Invitamos al presidente y le ofrecimos entregarle el informe antes que a nadie m¨¢s¡±, pero se excus¨®, explic¨® De Roux ante una sonora rechifla, que contrast¨® con los vivas a su futuro sucesor. Sobre la tarima lo acompa?aron los dem¨¢s comisionados, y se tom¨® un momento para recordar a ?ngela Salazar y Alfredo Molano, dos comisionados fallecidos en el camino al informe final.

Las palabras del padre dan cuenta de lo complejo y extendido del conflicto colombiano. El informe es el punto culminante de un largo proceso de b¨²squeda y producci¨®n de verdad, en un pa¨ªs caracterizado en los ¨²ltimos a?os por la polarizaci¨®n. La experiencia de otras comisiones en el mundo muestra que su resultado no deja satisfechos a todos los sectores. De Roux reconoci¨® que el documento aterriza en momentos en que en muchos territorios se ha recrudecido la amenaza de los violentos. ¡°Hay todav¨ªa un conflicto de varios actores que puede volver a tomar fuerza en otro periodo de confrontaci¨®n total si no se dan pasos serios hacia la construcci¨®n de la paz grande¡±, se?al¨®. ¡°Llamamos a tomar conciencia de que nuestra forma de ver el mundo y relacionarnos est¨¢ atrapada en un ?modo guerra? en el que no podemos concebir que los dem¨¢s piensen distinto¡±, abund¨®. Sobre el efecto del documento, se?al¨® la expectativa de que ¡°produzca el efecto de una piedra que cae en un cuerpo de agua y que sus ondas ericen la superficie entumecida de Colombia¡±. La Comisi¨®n tiene ahora otros dos meses para socializar sus conclusiones.

¡°No podemos postergar, como ya hicimos despu¨¦s de millones de v¨ªctimas, el d¨ªa en que ?la paz sea un deber y un derecho de obligatorio cumplimiento?, como lo expresa nuestra Constituci¨®n¡±, ha clamado De Roux. ¡°Lo ganado en el acuerdo de paz es una realidad¡±, ha reivindicado el padre al recordar que 2017, el a?o posterior al hist¨®rico pacto, fue el m¨¢s pac¨ªfico en medio siglo. Colombia, asegur¨®, ¡°conoci¨® lo que significa la paz y no va a renunciar a ello¡±.

La convocatoria a la reconciliaci¨®n que ha hecho De Roux corona la tit¨¢nica tarea de la Comisi¨®n de la Verdad en un pa¨ªs que ha hecho un esfuerzo extraordinario para doblar la p¨¢gina de la violencia sin esquivar la verdad, dolorosa pero reparadora. La entidad ha trabajado sin pausa durante los ¨²ltimos tres a?os y medio, incluso en medio de la pandemia. Los comisionados han escuchado cerca de 30.000 testimonios de v¨ªctimas, pueblos ind¨ªgenas, afros, campesinos, militares, miembros de los grupos armados ilegales, pol¨ªticos, empresarios e incluso los de los cinco expresidentes vivos de Colombia. ¡°Nos tomar¨ªa 17 a?os darle un minuto de silencio a cada una de las v¨ªctimas¡±, ha recordado De Roux en su discurso.

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