Atacar a las personas LGBTIQ+ hace parte de la estrategia autoritaria
En Estados Unidos en los ¨²ltimos cinco a?os hubo una avalancha de leyes dirigidas principalmente contra la juventud trans y no binaria en estados como Texas, Oklahoma y Dakota del Sur
En las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, las protecciones a los derechos de las personas LGBTIQ+ han tenido r¨¢pidos avances en muchos pa¨ªses y regiones. Sin embargo, el ascenso del autoritarismo populista plantea una amenaza a estos avances, puesto que la abolici¨®n de la libertad sexual suele ser un elemento clave de los proyectos pol¨ªticos represivos. Los avances y retrocesos en mi pa¨ªs de origen, Colombia, son representativos del proceso por el cual se usa a la democracia para erosionar los derechos.
En 2016, Colombia se perfilaba como un para¨ªso legal para las personas LGBTIQ+. Ese a?o tuvo como punto m¨¢s alto las victorias legales que representaron los pronunciamientos de la Corte Constitucional que aseguraron una variedad de derechos de familia para las parejas del mismo sexo, incluidos el matrimonio y la adopci¨®n, as¨ª como la protecci¨®n de estudiantes LGBTIQ+ en las escuelas. Sin embargo, hacia el final del a?o, hubo otro evento excepcional. En un esfuerzo por terminar con d¨¦cadas de un conflicto armado brutal, el pa¨ªs andino someti¨® a plebiscito un acuerdo de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En una situaci¨®n inesperada, una mayor¨ªa estrecha del 50,2 % rechaz¨® el acuerdo tras una campa?a tensa y polarizada.
Un tema clave que moviliz¨® al electorado que vot¨® por el ¡°no¡± fue el p¨¢nico moral generado por la incorporaci¨®n de disposiciones relacionadas con g¨¦nero, derechos de las mujeres y personas LGBTIQ+ en el acuerdo de paz, incluida una definici¨®n de g¨¦nero y el reconocimiento expreso de estas poblaciones como v¨ªctimas del conflicto armado. Diversos grupos extremistas repudiaron estas disposiciones y alegaron que impon¨ªan una ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, sacando partido de la controversia que poco antes hab¨ªa causado la educaci¨®n sobre g¨¦nero y sexualidad en las escuelas.
Tras el suicidio de un estudiante queer que hab¨ªa sufrido graves actos de acoso y discriminaci¨®n en la escuela, la Corte Constitucional orden¨® al gobierno implementar una ley vigente en la cual se precisan las medidas para proteger a estudiantes LGBTIQ+ frente a discriminaci¨®n y reconocer la diversidad en la orientaci¨®n sexual e identidad de g¨¦nero como un principio de la educaci¨®n sexual integral. Organizaciones conservadoras atacaron la decisi¨®n y sostuvieron que impon¨ªa una ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡± a la ni?ez, y las redes sociales se convirtieron en un campo de batalla donde el destino de la paz de Colombia se confundi¨® con el de las personas LGBTIQ+.
Muchos colombianos se plegaron al razonamiento de las organizaciones conservadoras y equipararon el acuerdo de paz con la decisi¨®n de la Corte sobre la pol¨ªtica educativa, al creer que el acuerdo de paz por s¨ª mismo promov¨ªa la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡± a trav¨¦s de disposiciones inclusivas sobre g¨¦nero y personas LGBTIQ+. Una vez m¨¢s, las redes sociales ¡ªesta vez, en combinaci¨®n con las urnas¡ª fueron el ¨¢mbito para esta movilizaci¨®n. Hubo actores pol¨ªticos que difundieron falsedades aberrantes sobre el acuerdo de paz en las redes sociales, como en WhatsApp, Facebook y Twitter, lo cual tuvo fuerte impacto en la percepci¨®n p¨²blica del plebiscito. Varios actores pol¨ªticos promovieron la idea de que si se aprobaba el acuerdo de paz, la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡± se incluir¨ªa en la Constituci¨®n y la sociedad ser¨ªa ¡°homosexualizada¡±.
Esta yuxtaposici¨®n entre triunfo en los tribunales y movilizaci¨®n de la animosidad hacia las personas LGBTIQ+ en las calles me ha llevado a preguntarme sobre la eficacia de emplear la reforma legal como estrategia principal para promover los derechos de las personas LGBTIQ+. A seis a?os de que se rechazara el acuerdo de paz a trav¨¦s del plebiscito, puedo apreciar que lo que ocurri¨® en Colombia no fue un incidente aislado, sino que ahora forma parte integral de una nueva estrategia autoritaria que manipula las instituciones democr¨¢ticas con el prop¨®sito de socavar los derechos de las mujeres y las personas LGBTIQ+.
Los movimientos contra los derechos de personas LGBTIQ+ formulan estrategias nacionales, regionales y globales que se apoyan en el autoritarismo pol¨ªtico, la propagaci¨®n de desinformaci¨®n y la movilizaci¨®n comunitaria. Un aspecto ret¨®rico importante de los movimientos antig¨¦nero es el uso del lenguaje de derechos humanos para menoscabar los derechos de las personas LGBTIQ+, por ejemplo, apelando a la libertad religiosa o los derechos parentales como fundamento para atacar los derechos de minor¨ªas. Esta estrategia de homofobia pol¨ªtica representa la mayor amenaza a los derechos de las personas LGBTIQ+ a nivel global.
En muchas partes del mundo, y como nunca antes, el reconocimiento legal de los derechos de las personas LGBTIQ+ est¨¢ ganando terreno de forma muy acelerado, en general propiciados por instituciones democr¨¢ticas como funcionarios electos o jueces independientes. Un hito es la progresiva despenalizaci¨®n de conductas entre personas del mismo sexo y otro es la ampliaci¨®n del matrimonio igualitario. Sin embargo, esta evoluci¨®n jur¨ªdica convive con amenazas como las que se vieron en Colombia. Hay grupos altamente organizados que se movilizan en funci¨®n de temores abstractos e infundados, articulan programas conservadores enmarcados en la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, que supuestamente atenta contra la familia y corrompe a la ni?ez, y de este modo capitalizan elecciones polarizadas, reformas constitucionales o crisis institucionales.
A su vez, estos actores suelen estar alineados con proyectos pol¨ªticos autoritarios que emplean las redes sociales para propagar desinformaci¨®n y campa?as de desprestigio. Instrumentalizan los temores relacionados con la ni?ez y su bienestar para cosechar apoyo popular, apelando a estereotipos enquistados y peligrosos sobre las personas LGBTIQ+ como carentes de moral y corruptores de la ni?ez. En algunos contextos, estas acciones contribuyen a dar paso a leyes contra las personas LGBTIQ+ y, al mismo tiempo, generan beneficios pol¨ªticos para l¨ªderes autoritarios.
Esta nueva forma de desprecio hacia las personas LGBTIQ+ se plasma en leyes que censuran las expresiones p¨²blicas de identidad, como las expresiones sobre orientaci¨®n sexual e identidad de g¨¦nero, bajo el pretexto de ¡°proteger a los ni?os¡±. La ¡°ley sobre propaganda gay¡± que existe en Rusia es un ejemplo t¨ªpico de homofobia pol¨ªtica que avasalla los derechos de las personas j¨®venes LGBTIQ+ y tiene un efecto m¨¢s general y amedrentador en la expresi¨®n p¨²blica de la identidad de g¨¦nero.
En los ¨²ltimos a?os, Hungr¨ªa promulg¨® leyes que proh¨ªben los debates sobre cuestiones LGBTIQ+, puso fin al reconocimiento legal del g¨¦nero de las personas transg¨¦nero e intersexuales y reform¨® la constituci¨®n para definir al matrimonio como la uni¨®n heterosexual y, en la pr¨¢ctica, prohibir la adopci¨®n por parejas del mismo sexo. Para justificar su ret¨®rica homof¨®bica, el gobierno organiz¨® un refer¨¦ndum homof¨®bico simult¨¢neamente con la celebraci¨®n de elecciones nacionales en abril. El refer¨¦ndum fue declarado inv¨¢lido debido a que la sociedad civil alent¨® a la ciudadan¨ªa a emitir votos nulos ante esta acci¨®n de las organizaciones que se opon¨ªan; el Comit¨¦ Nacional Electoral mult¨® a algunas organizaciones por oponerse al refer¨¦ndum.
Polonia, y m¨¢s recientemente Rumania, han dado pasos para adoptar leyes similares. Un proyecto legislativo en el parlamento de Ghana, que proh¨ªbe cualquier forma de apoyo o expresiones en relaci¨®n con derechos de las personas LGBTIQ+, tambi¨¦n discrimina a estas personas.
En las Am¨¦ricas, cada vez hay m¨¢s proyectos legislativos contra las personas LGBTIQ+. Por ejemplo, en Estados Unidos en los ¨²ltimos cinco a?os hubo una avalancha de leyes dirigidas principalmente contra la juventud trans y no binaria en estados como Texas, Oklahoma y Dakota del Sur. En Brasil, Human Rights Watch analiz¨® 217 proyectos y leyes que limitan la educaci¨®n integral en sexualidad, incluida la informaci¨®n sobre orientaci¨®n sexual e identidad de g¨¦nero, o proh¨ªben el supuesto ¡°adoctrinamiento¡±. Legisladores de Guatemala y Per¨² han presentado proyectos con disposiciones similares, si bien en Guatemala el proyecto se retir¨®.
La lucha por los derechos de las personas LGBTIQ+ deber¨ªa entenderse como parte de un esfuerzo mayor contra el autoritarismo: un r¨¦gimen pol¨ªtico fundado en la erosi¨®n de los derechos humanos y las libertades, particularmente de los grupos m¨¢s vulnerables. Deber¨ªamos poner mayor empe?o en entender las t¨¢cticas que emplean los grupos que promueven el autoritarismo, sobre todo en las redes sociales. A su vez, deber¨ªamos formular recomendaciones y estrategias para terminar con el uso indebido de las redes sociales y exigir que las empresas de tecnolog¨ªa respondan por permitir la propagaci¨®n y amplificaci¨®n de mensajes intolerantes y da?inos.
Por ¨²ltimo, las acciones legales que se impulsen y los avances que se consigan deber¨ªan seguir fortaleciendo la movilizaci¨®n comunitaria de las personas LGBTIQ+ y nuestros aliados. En la situaci¨®n actual, el derecho sin movilizaci¨®n social que lo respalde es vulnerable al retroceso autoritario.
*Mauricio Albarrac¨ªn-Caballero es subdirector de derechos de las personas LGBT de Human Rights Watch @malbarracin
Este art¨ªculo fue publicado previamente en ingl¨¦s en The Advocate, How Targeting LGBTQ+ Rights Is Part of the Authoritarian Playbook.
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