Colombia sepulta las fumigaciones a¨¦reas con glifosato
El Gobierno de Gustavo Petro tiene listo un decreto que cierra la puerta a retomar las aspersiones contra cultivos de coca, como se propon¨ªa Iv¨¢n Duque
El Gobierno de Gustavo Petro prepara el terreno para sepultar de una vez por todas las fumigaciones a¨¦reas con glifosato contra los cultivos de hoja de coca, como ha prometido con insistencia el propio presidente desde la campa?a que lo llev¨® al poder. Este mi¨¦rcoles se conoci¨® el borrador del decreto de tres p¨¢ginas con el que se propone tumbar la norma con la que su antecesor, Iv¨¢n Duque, abr¨ªa la puerta para retomar las pol¨¦micas aspersiones con este herbicida potencialmente cancer¨ªgeno.
El decreto ser¨¢ el punto final a una dilatada discusi¨®n que ha despertado pasiones a lo largo de ...
El Gobierno de Gustavo Petro prepara el terreno para sepultar de una vez por todas las fumigaciones a¨¦reas con glifosato contra los cultivos de hoja de coca, como ha prometido con insistencia el propio presidente desde la campa?a que lo llev¨® al poder. Este mi¨¦rcoles se conoci¨® el borrador del decreto de tres p¨¢ginas con el que se propone tumbar la norma con la que su antecesor, Iv¨¢n Duque, abr¨ªa la puerta para retomar las pol¨¦micas aspersiones con este herbicida potencialmente cancer¨ªgeno.
El decreto ser¨¢ el punto final a una dilatada discusi¨®n que ha despertado pasiones a lo largo de los a?os, justo en momentos en que Petro reclama cambiar el paradigma de la fallida guerra contra las drogas. Durante su periodo, Duque marc¨® un regreso al prohibicionismo y argument¨® con insistencia que Colombia necesitaba todas las herramientas para combatir el narcotr¨¢fico, incluido el glifosato, pero las avionetas cargadas con el herbicida nunca llegaron a despegar. Su antecesor, Juan Manuel Santos, abog¨® por cambiar el enfoque en la lucha global contra el tr¨¢fico de drogas ¨Ccomo la hace Petro ahora¨C, y pidi¨® abordar el problema como un asunto de derechos humanos y salud p¨²blica.
Colombia se mantiene por mucho como el principal productor mundial de hoja de coca, la materia prima para la coca¨ªna. El ¨¢rea total de cultivos se dispar¨® de 143.000 a 204.000 hect¨¢reas al cierre de 2021, la cifra m¨¢s alta desde que se tienen registros, seg¨²n el ¨²ltimo informe anual del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Il¨ªcitos de Naciones Unidas (Simci), la primera medici¨®n oficial desde que Petro lleg¨® al poder, hace poco m¨¢s de 100 d¨ªas. El potencial de producci¨®n de clorhidrato de coca¨ªna alcanz¨® 1.400 toneladas en esa medici¨®n, tambi¨¦n un nuevo r¨¦cord. Esas cifras sin precedentes dejaron en evidencia el fracaso de los esfuerzos de erradicaci¨®n forzosa durante el cuatrienio de Duque ¨Cen detrimento de la sustituci¨®n voluntaria pactada con las comunidades de campesinos cocaleros¨C.
Estados Unidos, el principal socio de Bogot¨¢ en el combate al narcotr¨¢fico, ha promovido por d¨¦cadas el uso del glifosato, y distintos gobiernos colombianos lo han utilizado para fumigar cultivos il¨ªcitos desde los a?os ochenta. La Administraci¨®n Santos suspendi¨® las aspersiones a¨¦reas en 2015 ante recomendaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y un fallo de la Corte Constitucional que apelaba al principio de precauci¨®n. En otra sentencia de 2017, el alto tribunal exigi¨®, entre otros requisitos, que las autoridades solo pod¨ªan reactivar las fumigaciones si establec¨ªan con investigaciones cient¨ªficas que esas aspersiones no producen da?o a la salud ni al medio ambiente.
Desde que se suspendieron las fumigaciones, acad¨¦micos, ambientalistas y organizaciones sociales han rechazado el uso del glifosato. El Gobierno de Duque, sin embargo, tuvo el firme prop¨®sito de retomarlas y lleg¨® a firmar en su momento el decreto que establece las reglas de la aspersi¨®n a¨¦rea para regular ¡°el control de riesgos para la salud y el medio ambiente¡±, y as¨ª cumplir con algunos de los requisitos que exig¨ªa la Corte Constitucional. Incluso compr¨® en junio 263.000 litros del herbicida, a poco m¨¢s de un mes de la posesi¨®n de Petro.
El primer presidente de izquierdas en la historia reciente de Colombia, en un evidente contraste, aboga por acabar la guerra contra las drogas. En su primer discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en septiembre, la calific¨® sin rodeos de fracaso y subray¨® que el narcotr¨¢fico no solo es un problema de pa¨ªses productores, sino de naciones consumidoras como Estados Unidos. ¡°Yo les demando desde aqu¨ª, desde mi Latinoam¨¦rica herida, acabar con la irracional guerra contra las drogas¡±, dijo Petro desde el atril en la sede de la ONU en Nueva York.
Desde entonces, ha sumado apoyos para su causa. La lucha contra el narcotr¨¢fico necesita cambios profundos como los que pide Petro, apuntaron inequ¨ªvocamente la semana pasada los l¨ªderes mundiales agrupados en la Comisi¨®n Global sobre Pol¨ªtica de Drogas ¨Ca la que pertenecen, entre otras, dos expresidentes colombianos: Santos y C¨¦sar Gaviria¨C. Tambi¨¦n el Grupo de Puebla, un foro que re¨²ne a dirigentes y expresidentes progresistas de Iberoam¨¦rica, ha abogado por descriminalizar las drogas.
El ministro de Justicia de Petro, N¨¦stor Osuna, ha anticipado que el acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC marca la hoja de ruta para una pol¨ªtica de sustituci¨®n de cultivos. La nueva estrategia ¨Ctodav¨ªa en construcci¨®n¨C apunta a pacificar los territorios, pero de momento no contempla legalizar el comercio y el tr¨¢fico de coca¨ªna, ha se?alado. Aunque retomar la fumigaci¨®n con glifosato nunca ha estado sobre la mesa, acabar formalmente con esa posibilidad es toda una se?a de la nueva era.
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