La justicia europea obliga a desclasificar informes sobre la peligrosidad del glifosato
El tribunal dice que el derecho a conocer sus efectos prima sobre el inter¨¦s comercial
El secretismo y la opacidad no tienen cabida cuando se trata de la salud y el medio ambiente. El Tribunal de Justicia de la UE ha dictaminado este jueves que los estudios sobre la posible toxicidad del glifosato han de ser p¨²blicos. La Corte de Luxemburgo rompe as¨ª el velo de oscuridad que rodeaba a los informes sobre el herbicida m¨¢s usado del continente, vetados a la consulta por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Cuatro eurodiputados ecologistas y un investigador hab¨ªan solicitado sin ¨¦xito tener acceso a los papeles. El organismo alimentario les entreg¨® parte de la informaci¨®n, pero rechaz¨® proporcionar otros pasajes alegando que su difusi¨®n pod¨ªa provocar un perjuicio comercial y financiero a las empresas que lo venden, entre las que se encuentran multinacionales como Monsanto. Adem¨¢s, neg¨® que hubiera un inter¨¦s p¨²blico superior que justificase la divulgaci¨®n. Los solicitantes no se dieron por vencidos y acudieron al Tribunal General de la UE, que les ha dado la raz¨®n.
El glifosato, un producto qu¨ªmico utilizado en los plaguicidas, es legal, y fue declarado como no cancer¨ªgeno por la EFSA, pero la sospecha sigue acompa?¨¢ndole. En 2015, el grupo de investigaci¨®n sobre c¨¢ncer de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud alert¨® de sus probables efectos cancer¨ªgenos, pero tanto la Comisi¨®n Europea como los Estados miembros se mostraron contrarios a prohibirlo, aunque sin unanimidad. La Uni¨®n Europea extendi¨® a finales de 2017 su licencia durante otros cinco a?os con el apoyo de 18 socios comunitarios, nueve votos en contra ¡ªentre ellos Francia¡ª y una abstenci¨®n.
En su sentencia, los jueces anulan las resoluciones de la EFSA que impiden el acceso a los estudios. Y lo justifican argumentando que el derecho del p¨²blico a tener informaci¨®n sobre las consecuencias del glifosato para el medio ambiente y la salud es m¨¢s importante que la protecci¨®n de datos sensibles. "Una instituci¨®n de la Uni¨®n, que tramita una solicitud de acceso a un documento, no puede justificar su negativa a divulgarlo bas¨¢ndose en la excepci¨®n relativa a la protecci¨®n de los intereses comerciales de una persona f¨ªsica o jur¨ªdica", se?ala el fallo.
La autoridad alimentaria suele ser celosa en la protecci¨®n de esa informaci¨®n, dado que puede contener claves sobre c¨®mo elaborar el producto que pueden ser aprovechadas por los competidores. Por ello, trata de mantener un equilibrio entre el inter¨¦s p¨²blico y el secreto comercial para no ser objeto de demandas si desvelan determinadas informaciones. "Gracias a la publicaci¨®n de todos los estudios, en el futuro cient¨ªficos independientes podr¨¢n hacer doble control sobre la ciencia detr¨¢s de las evaluaciones de los plaguicidas", celebr¨® el eurodiputado de Los Verdes Florent Marcellesi.
Fuentes de la agencia alimentaria europea indican que sus servicios legales estudian ahora c¨®mo llevar a la pr¨¢ctica la sentencia del TJUE, pero han valorado positivamente que los magistrados aporten claridad sobre c¨®mo deben actuar. "La decisi¨®n de la Corte es importante porque nos orienta sobre c¨®mo interpretar la legislaci¨®n europea en el acceso a documentos p¨²blicos", ha indicado la EFSA en un comunicado.
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