Corrupci¨®n en las fuerzas militares: 30.500 millones perdidos en un hospital para soldados heridos que no existe
Lo que deb¨ªa ser un centro de salud de ¨²ltima tecnolog¨ªa para atender a m¨¢s de 1.000 militares v¨ªctimas de minas antipersona es, tras ocho a?os de incumplimientos, una obra casi en ruinas. EL PA?S publica en exclusiva el documento de la Contralor¨ªa que ordena embargos a siete militares de alto rango por el presunto detrimento patrimonial
En una habitaci¨®n dise?ada para atender a los soldados heridos en la guerra solo se ven los restos de una paloma que muri¨® hace meses. Las paredes de cemento est¨¢n sucias, llenas de grietas, salpicadas de excrementos de animales y con muchos grafitis. No hay camillas ni medicamentos, no hay doctores ni enfermeros, no hay m¨¢quinas para terapias de recuperaci¨®n. Lo que deb¨ªa ser un gran hospital de ¨²ltima tecnolog¨ªa para atender a m¨¢s de 1.000 militares v¨ªctimas de minas antipersona y discap...
En una habitaci¨®n dise?ada para atender a los soldados heridos en la guerra solo se ven los restos de una paloma que muri¨® hace meses. Las paredes de cemento est¨¢n sucias, llenas de grietas, salpicadas de excrementos de animales y con muchos grafitis. No hay camillas ni medicamentos, no hay doctores ni enfermeros, no hay m¨¢quinas para terapias de recuperaci¨®n. Lo que deb¨ªa ser un gran hospital de ¨²ltima tecnolog¨ªa para atender a m¨¢s de 1.000 militares v¨ªctimas de minas antipersona y discapacitados es una obra casi en ruinas que le cost¨® al Estado colombiano, a todos los ciudadanos, 34.800 millones de pesos colombianos de 2014 (unos 55.000 a precios de 2023, o alrededor de 12 millones de d¨®lares), dinero suficiente para financiar el programa de alimentaci¨®n escolar de 116.000 ni?os en 2023. Por ello, la Contralor¨ªa ya embarg¨® los bienes y las cuentas bancarias de dos generales, dos coroneles, dos mayores y un capit¨¢n.
La obra, ubicada en el Cant¨®n Caldas en la localidad de Puente Aranda del centro de Bogot¨¢, deb¨ªa entrar a funcionar el 31 de diciembre de 2014, seg¨²n el contrato interadministrativo No. 1441 del 23 de diciembre de 2013 que el Ej¨¦rcito firm¨® con la Agencia Log¨ªstica de las Fuerzas Militares, una entidad adscrita al Ministerio de Defensa, para que se encargara de la construcci¨®n.
EL PA?S visit¨® las instalaciones en la primera semana de enero de 2023, ocho a?os despu¨¦s de la fecha acordada para la entrega, y la construcci¨®n estaba detenida y sin terminar. ¡°Esto qued¨® en el abandono desde 2019¡å, dice un funcionario del Ej¨¦rcito que prefiere no dar su nombre. Y a?ade: ¡°El contratista que estaba construyendo el hospital dej¨® de pagarles el sueldo a los obreros y a las personas de seguridad que cuidaban el proyecto¡±. Los trabajadores decidieron cobrarse los salarios que les deb¨ªan con las pocas cosas de valor que hab¨ªa en la obra: cables de electricidad, algunas tuber¨ªas, materiales de construcci¨®n. ¡°Este hospital se lo han robado de todas las formas¡±, concluye.
La situaci¨®n es tan grave que la Contralor¨ªa General de la Rep¨²blica emiti¨® el 26 de diciembre de 2022 un auto que decreta medidas cautelares por detrimento patrimonial de 30.595 millones de pesos a siete militares de alto rango, a los que se?ala de ser los presuntos responsables de la p¨¦rdida de dineros p¨²blicos. De acuerdo con el documento de la Contralor¨ªa, las obras del Centro de Rehabilitaci¨®n Funcional del Batall¨®n de Sanidad ¡°no fueron terminadas e incluso presentan deficiencias constructivas y de dise?o que ponen en riesgo su estabilidad estructural¡±. En la visita a la obra se comprueba que mucho de lo construido est¨¢ en mal estado, con desniveles, grietas profundas y muros a punto de caer.
Seg¨²n los dise?os hechos por la empresa espa?ola Idom Ingenier¨ªa y Consultor¨ªa S.A. el hospital deb¨ªa tener 14.069 metros cuadrados distribuidos en cuatro pisos, m¨¢s ¨¢reas exteriores de 1.469 metros cuadrados. El primer piso estaba destinado para las oficinas administrativas, la cocina y el comedor principal, algunos patios internos para recreaci¨®n y los cuartos con las redes el¨¦ctricas y las calderas. En el segundo piso estar¨ªan los consultorios, las habitaciones y las zonas h¨²medas necesarias en la recuperaci¨®n. En el tercer piso estaba prevista una enorme zona para terapias f¨ªsicas y m¨¢s consultorios. En el ¨²ltimo, seg¨²n los dise?os, habr¨ªa espacio para el ¡°alojamiento de la tropa, catres, camarotes y ba?os¡±. Tambi¨¦n se pens¨® en una zona para recibir a los familiares de los soldados heridos. Nada de esto existe.
Luis Eduardo Parra, el contralor delegado para el sector de defensa y seguridad que est¨¢ encargado de la investigaci¨®n, explica a EL PA?S que tampoco se sabe con certeza si lo que est¨¢ construido cumple con las condiciones t¨¦cnicas m¨ªnimas requeridas, incluso en estabilidad. Adem¨¢s, denuncia que no se sabe cu¨¢nto dinero adicional ni cu¨¢nto tiempo se necesitan para culminar el proyecto. C¨¢lculos preliminares se?alan que se requieren al menos 30.000 millones m¨¢s.
Los embargos a siete militares de alto rango
En el documento de la Contralor¨ªa queda expl¨ªcito que el contrato entre el Ej¨¦rcito y la Agencia Log¨ªstica no cumpli¨® con su finalidad: ¡°Prestar atenci¨®n m¨¦dica especial, f¨ªsica y emocional, al personal militar en condici¨®n de discapacidad v¨ªctima del conflicto¡±. Por eso, el ente de control ha decidido embargar los bienes inmuebles y las cuentas bancarias de los siete implicados. Esta medida busca ¡°el resarcimiento de los perjuicios derivados del ejercicio irregular de la gesti¨®n fiscal y la preservaci¨®n del patrimonio p¨²blico¡±, seg¨²n la contralora delegada de la unidad de responsabilidad fiscal Gina Catherine Amaya, quien firma la resoluci¨®n.
Uno de los presuntos responsables es el mayor general Fernando Pineda Solarte, quien comand¨® la segunda divisi¨®n del Ej¨¦rcito entre el 17 de marzo de 2014 y el 2 de septiembre del mismo a?o, fue jefe del Comando de Transformaci¨®n Ej¨¦rcito del Futuro en 2016 y antes del Batall¨®n de Ingenieros Militares del Ej¨¦rcito Nacional. Seg¨²n la Contralor¨ªa, el general Pineda est¨¢ vinculado al proceso en calidad de ¡°ordenador del gasto para el periodo en que ocurrieron los hechos¡±. Le embargaron dos cuentas de ahorro.
Pineda Solarte afirma en di¨¢logo con el EL PA?S que es inocente de la presunta responsabilidad fiscal que se le endilga. ¡°No adjudiqu¨¦ el contrato de obra, ni de interventor¨ªa, como tampoco tuve bajo mi cargo el seguimiento en todo este tiempo de las obras de construcci¨®n del proyecto¡±. Sin embargo, Pineda firm¨® modificaciones al contrato inicial, que ampliaron los plazos y facilitaron el desembolso de m¨¢s de $22.000 millones de pesos a la Agencia. Pineda insiste en que apelar¨¢ la decisi¨®n que le embarg¨® las cuentas.
A la coronel Ligia del Rosario Maldonado tambi¨¦n le embargaron las cuentas y los bienes por estar vinculada en calidad de ordenador del gasto, como Pineda. A pesar de este proceso, Maldonado fue galardonada el pasado 22 de diciembre en la Noche de Honor del Ej¨¦rcito por su labor ¡°en la gesti¨®n administrativa, financiera y contable en pro de la instituci¨®n¡±. En un art¨ªculo del Ministerio de Defensa que rese?a los condecorados en diciembre se escribe lo siguiente sobre Maldonado: ¡°Siempre ha ocupado el primer lugar en la ejecuci¨®n de los recursos asignados, desempe?ando un planeamiento y ejecuci¨®n impecables¡±.
La mayor Luz Mery Rangel tambi¨¦n est¨¢ vinculada al proceso de responsabilidad fiscal en calidad de ¡°ordenador de los recursos¡±. La Contralor¨ªa le embarg¨® un inmueble en Bucaramanga y dos en Bogot¨¢, y tres cuentas de ahorro.
La Contralor¨ªa tambi¨¦n embarg¨® los bienes y las cuentas de general Pablo Federico Przychondny y del coronel ?scar Alberto Jaramillo, directores de la Agencia Log¨ªstica cuando se firm¨® y se desarroll¨® el contrato. A Przychondny le embarg¨® una cuenta de ahorro y a Jaramillo cinco inmuebles en Bogot¨¢ y dos cuentas. De acuerdo con la investigaci¨®n de la Contralor¨ªa, en 2014 el Ej¨¦rcito le entreg¨® todo el dinero para el hospital a la Agencia Log¨ªstica, en lugar de ir entregando a medida que avanzaba el proyecto. A pesar de que se desembolsaron los 34.800 millones de pesos de aquel entonces (que, por la inflaci¨®n, equivalen a m¨¢s de 55.124 millones de pesos de 2023), la obra no fue terminada.
Los ¨²ltimos dos militares vinculados al proceso son el mayor Gerardo Molina Leyva y el capit¨¢n Carlos Norvey Gonz¨¢lez, supervisores del contrato interadministrativo entre el Ej¨¦rcito y la Agencia Log¨ªstica. A ambos tambi¨¦n se les embargaron las propiedades y el dinero.
El director actual de la agencia log¨ªstica de las Fuerzas Militares, el coronel Carlos Morales, explica a EL PA?S que a su juicio no hay detrimento patrimonial ¡°por cuanto de la obra ejecutada, hoy la mayor inversi¨®n est¨¢ representada en la estructura portante que est¨¢ construida, izada y luego de estar expuesta a todas las cargas gravitacionales desde hace m¨¢s de 4 a?os es estable y no presenta fisuras o da?os visibles¡±. En pocas palabras, Morales insiste en que s¨ª hay una obra, as¨ª est¨¦ lejos de ser un hospital en funcionamiento.
Cronolog¨ªa del desastre
En 2012 los encargados del Batall¨®n de Sanidad del Ej¨¦rcito encuentran hacinamiento en las instalaciones destinadas a los procesos de rehabilitaci¨®n de los soldados heridos en combate. Se dan cuenta tambi¨¦n de que no tienen la tecnolog¨ªa suficiente para atender a muchos militares en condici¨®n de discapacidad.
Para satisfacer esas necesidades, el 21 de diciembre de 2012 el Ej¨¦rcito firma el contrato de consultor¨ªa No. 1134 con la compa?¨ªa espa?ola Idom Ingenier¨ªa y Consultor¨ªa S.A. por un valor de $1.353.296.329 pesos, para que hiciera los estudios y dise?os para construir el Centro de Rehabilitaci¨®n Funcional.
El contrato termina en octubre de 2013. A partir de lo que propuso Idom, el 21 de diciembre el Ej¨¦rcito suscribe con la Agencia Log¨ªstica el contrato interadministrativo No. 1441 de 2013, por un valor de $29.938.101.992 pesos. Este presupuesto incluye $28.776.607.784 pesos para hacer las obras y $1.161.494.208 pesos para la interventor¨ªa. En ese contrato la Agencia se compromete a entregar el hospital el 31 de diciembre de 2014.
El Ej¨¦rcito se comprometi¨® a hacer ¡°un pago anticipado de $11.387.101.992, los cuales se cancelar¨ªan a los 60 d¨ªas siguientes al perfeccionamiento del contrato¡±. Al ser un pago anticipado y no un anticipo, que parece una diferencia de lenguaje, pero en realidad es una forma diferente de entregar los recursos, la Agencia no deb¨ªa demostrar en qu¨¦ iba a gastar el dinero para recibir los desembolsos siguientes. As¨ª que el Ej¨¦rcito pag¨® sin siquiera preguntar su destino. Los 18.000 millones de saldo se deb¨ªan pagar por separado: 12.000 cuando se hubiera ejecutado el 50% de la obra y 6.500 millones cuando se hubiera terminado y entregado la construcci¨®n.
El 17 de octubre de 2014, cuando faltaban tres meses para la entrega acordada, surgieron los inconvenientes. El Ej¨¦rcito y la Agencia adicionaron $4.874.815.755 de pesos, supuestamente para los vidrios y los equipos especiales del hospital, que no solo se supon¨ªa que ya estaban incluidos sino que mostrar¨ªan que la obra estaba ya en sus fases finales.
El contrato sumaba ya un valor total de $34.812.917.707 pesos, que adem¨¢s ya no se pagar¨ªan conforme se ve¨ªan los resultados de la obra, sino que el Ej¨¦rcito har¨ªa un solo pago anticipado por $22.677.805.400 pesos. Es decir, desembolsaba en total $34.064.907.392, el 97,8% de valor total, sin saber c¨®mo iba la obra.
El 1 de diciembre de 2014 se modific¨® de nuevo para ampliar el plazo de ejecuci¨®n hasta el 31 de diciembre de 2016, por dos a?os m¨¢s, y pagar anticipadamente el saldo de $700 millones de pesos. El Ej¨¦rcito aceptaba una demora de dos a?os de un contrato que era originalmente por un a?o, pagar todo y no tener nada recibido.
A partir de ese momento, la Agencia Log¨ªstica solicita 8 plazos adicionales hasta 2020, cuando abandona la obra a medio construir. En la actualidad, el hospital contin¨²a sin terminar y los soldados heridos por minas antipersona no tienen un lugar adecuado para recuperarse. ¡°Con esta historia se podr¨ªa escribir un libro de tragedia¡±, dice uno de los militares que en hoy en d¨ªa trabaja para tratar de conseguir los recursos que hacen falta para reanudar la obra.
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