Iv¨¢n Vel¨¢squez, el investigador de la parapol¨ªtica, ser¨¢ el ministro de Defensa de Colombia

El exmagistrado Iv¨¢n Vel¨¢squez (Medell¨ªn, 67 a?os) ha sido elegido como pr¨®ximo ministro de Defensa de Colombia. El hombre fuerte de la Corte Suprema de Justicia contra la parapol¨ªtica, que investig¨® los nexos de ?lvaro Uribe con los paramilitares, y estrella en la lucha contra la corrupci¨®n en Guatemala, ser¨¢ el jefe de las fuerzas militares, en una elecci¨®n que supone un vuelco total en la cartera que en el actual Gobierno ha sido entregada al uribismo.

La llegada de Vel¨¢squez al comando de las fuerzas armadas representa, hasta ahora, la apuesta m¨¢s clara del cambio que propone el Gobierno de Gustavo Petro. Durante los ¨²ltimos a?os, el Ministerio de Defensa colombiano ha sido cuestionado duramente por la violaci¨®n de derechos humanos y la impunidad dentro de sus fuerzas. El ejecutivo de Iv¨¢n Duque termina con un historial poco favorable en esa cartera. Sus tres ministros enfrentaron procesos de moci¨®n de censura por sus cuestionadas acciones.

¡°El denominador com¨²n de todos los ministros de Defensa es que hacen parte de un Gobierno que decidi¨® hacer trizas la paz y que trabaja una dial¨¦ctica de amigo-enemigo; declara enemigo a todo aquel que se le oponga y act¨²a en consecuencia. Es un ministerio que no es de Defensa, sino que es para la guerra interna¡±, se?alaba en noviembre del a?o pasado el entonces senador Roy Barreras, hoy presidente del Senado.

El exmagistrado Vel¨¢squez llegar¨¢ a un cargo que el ¨²ltimo periodo ocup¨® Diego Molano, miembro del Centro Democr¨¢tico, el partido del expresidente ?lvaro Uribe, cuya principal bandera ha sido justamente la seguridad. Molano asumi¨® su cargo en febrero del a?o pasado, en medio de un clima de violencia contra l¨ªderes sociales, ambientalistas y excombatientes de las FARC, y cuando las masacres estaban disparadas y los episodios de brutalidad policial estaban por mostrar su peor cara. Durante las protestas del a?o pasado, la oposici¨®n y los movimientos sociales que protagonizaron el estallido exig¨ªan la renuncia de Molano, pero se mantuvo hasta el final.

Vel¨¢squez, la n¨¦mesis del uribismo, considerado un ¡°h¨¦roe¡± en Guatemala por haber logrado la ca¨ªda del presidente Otto P¨¦rez Molina por corrupci¨®n, hab¨ªa recorrido un largo camino en Colombia antes de llegar a ser el jefe de la Comisi¨®n Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), en 2013. Desde mediados de los a?os noventa, el abogado inici¨® una valiente lucha contra el paramilitarismo colombiano, que continu¨® desde la Corte Suprema de Justicia, cuando fue elegido como magistrado auxiliar en el a?o 2000.

Por sus investigaciones fueron condenados m¨¢s de 50 congresistas por v¨ªnculos con el paramilitarismo y otra lista, el doble de grande, fue se?alada de tener relaciones con estructuras armadas. Fue el hombre de la justicia que destap¨® la parapol¨ªtica. Pero pis¨® muchos callos y se gan¨® poderosos enemigos, entre ellos ?lvaro Uribe. Vel¨¢squez fue la persona que se atrevi¨® a denunciar los v¨ªnculos de Mario Uribe, primo del expresidente, con el paramilitarismo. El magistrado fue v¨ªctima de intimidaciones e interceptaciones, que lo forzaron a dejar su cargo en la Corte Suprema en 2012. Entonces asegur¨® que lo hac¨ªa por razones personales, pero el trasfondo de su salida era que sus investigaciones estaban resultando muy inc¨®modas para la clase pol¨ªtica.

Vel¨¢squez lleg¨® a Guatemala en octubre de 2013 como jefe de la Comisi¨®n internacional contra la Impunidad de ese pa¨ªs, y cinco meses despu¨¦s ya ten¨ªa su primera investigaci¨®n lista. Con La L¨ªnea, como se conoci¨®, puso en evidencia a una red de corrupci¨®n en las aduanas de ese pa¨ªs, que involucraba a varios altos funcionarios del Gobierno. Guatemala estall¨® entonces. Las protestas se tomaron las calles y en menos de un mes, la vicepresidenta Roxana Baldetti El¨ªas fue obligada a renunciar. Por primera vez en la historia de Guatemala un presidente tras perder su inmunidad se ve¨ªa obligado a dimitir. Las investigaciones de Vel¨¢squez no le dejaron m¨¢s salida.

Su llegada a uno de los cargos clave en el Gobierno colombiano muestra un giro sin antecedentes en las fuerzas militares. El nombramiento de Vel¨¢squez tensa un poco m¨¢s la cuerda entre el nuevo Gobierno y los uniformados, y confirma la idea que ha sostenido Petro de atajar la corrupci¨®n en el Ej¨¦rcito. ¡°Hay corrientes de extrema derecha que hay que eliminar. Algunos andan pregonando golpes de Estado y cosas por el estilo. Pero mire, dentro del Ej¨¦rcito no hay unas facciones amigas de Gustavo Petro, hay facciones amigas de la Constituci¨®n. Y es lo que hay que desarrollar, un Ej¨¦rcito que obedezca la Constituci¨®n, independientemente de los gobiernos que pasen¡±, ha dicho Petro.

Vel¨¢squez asumir¨¢ una tropa envuelta en varios esc¨¢ndalos, y con militares que han mostrado abiertamente que no se reconocen en el Gobierno entrante. El general Eduardo Zapateiro, el representante del ala m¨¢s dura y guerrerista, renunci¨® a su cargo para evitar estar presente en la posesi¨®n de Gustavo Petro. La elecci¨®n del exmagistrado este viernes se suma al malestar que ya existe en los militares por la visi¨®n de pa¨ªs del nuevo Gobierno y por asuntos clave en su agenda, como sacar adelante las recomendaciones de la Comisi¨®n de la Verdad, que han sido rechazadas por los uniformados y por el Centro Democr¨¢tico, el partido que ha asumido su vocer¨ªa pol¨ªtica. En el informe final de la comisi¨®n se se?alan a las Fuerzas Armadas y otros organismos de seguridad, como el DAS, como actores que violaron los derechos humanos con detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales o la actuaci¨®n criminal de los grupos paramilitares y pide que se fortalezcan los controles preventivos y disciplinarios para supervisar a las Fuerzas Militares y la Polic¨ªa.

La expectativa frente a quien ocupar¨ªa el Ministerio de Defensa era total. Petro opt¨® por un civil, que comparte sus causas, y con ello demuestra que no teme generar un remez¨®n en las Fuerzas Armadas. El exministro Gabriel Silva Luj¨¢n dec¨ªa hace unas semanas que este ser¨ªa el nombramiento en el que se medir¨ªa hasta d¨®nde est¨¢ dispuesto a llegar el nuevo presidente con su promesa de cambio. ¡°Har¨ªa mal en nombrar a un general retirado. Demostrar¨ªa una debilidad que no le conviene. La lectura de los militares ser¨ªa que nombra a alguien de los suyos porque les teme¡±, dec¨ªa Silva Luj¨¢n. Con la elecci¨®n de Vel¨¢squez, Petro demostr¨® que no les tiene miedo.

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