Me Too en el Congreso de Colombia: ¡°Hay m¨¢s de un congresista asustado; hay mujeres que podr¨ªan salir a hablar¡±
Las legisladoras colombianas est¨¢n en un frente de batalla unido contra el acoso sexual en el Capitolio mientras aumentan las denuncias contra sus colegas hombres en el poder
¡°El ambiente en el Congreso es de tensi¨®n¡±, admite la senadora Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro, del Pacto Hist¨®rico, presidenta de la Comisi¨®n Legal para la Equidad de la Mujer que ha sido designada por el presidente Gustavo Petro para investigar las denuncias sobre acoso y violencia sexual en el Congreso de Rep¨²blica. ¡°Como muchas denuncias no han trascendido a la justicia, y en estos casos se manejan grandes poderes, me preocupa mucho la presi¨®n que puedan estar si...
¡°El ambiente en el Congreso es de tensi¨®n¡±, admite la senadora Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro, del Pacto Hist¨®rico, presidenta de la Comisi¨®n Legal para la Equidad de la Mujer que ha sido designada por el presidente Gustavo Petro para investigar las denuncias sobre acoso y violencia sexual en el Congreso de Rep¨²blica. ¡°Como muchas denuncias no han trascendido a la justicia, y en estos casos se manejan grandes poderes, me preocupa mucho la presi¨®n que puedan estar sintiendo esas mujeres¡±, apunta Pizarro, feminista declarada.
El presidente Petro orden¨® investigar los casos en el legislativo despu¨¦s de que EL PA?S public¨® una denuncia contra el exsenador Mauricio Lizcano, ahora secretario de la Presidencia. De acuerdo con el relato de una mujer (cuya identidad conoce este peri¨®dico), Lizcano intent¨® besarla a la fuerza durante una entrevista de trabajo, un se?alamiento que ¨¦l niega. Esa es la m¨¢s reciente de las acusaciones de acoso y abuso de parte de congresistas ¨Cy la ¨²nica con nombre propio¨C que se han multiplicado en los medios desde la primera semana de enero, cuando el exsenador Gustavo Bol¨ªvar cont¨® que cuatro mujeres se acercaron a contarle sus historias que muestran las redes de explotaci¨®n sexual en el Capitolio. Algunas periodistas han confirmado que supieron de denuncias parecidas. Son acusaciones a¨²n sin nombre p¨²blico (por el miedo a la represalia y la revictimizaci¨®n, factores que hist¨®ricamente han aprovechado los poderosos para mantenerse impunes), pero las congresistas de todos los partidos pol¨ªticos exigen que lo que ha sido hasta ahora un secreto a voces empiece a ver la luz.
Piedad C¨®rdoba, senadora del Pacto Hist¨®rico, insiste en di¨¢logo con este peri¨®dico que Gustavo Bol¨ªvar debe dar los nombres de los presuntos acosadores. ¡°Yo creo que lo correcto no es simplemente anunciar una investigaci¨®n, sino que se sepa quienes son las personas, con nombre propio¡±, dice. Y a?ade: ¡°Lo que uno oye decir es que hay tres funcionarios de alto nivel de este Gobierno vinculados, uno en una embajada y otros dos en cargos presidenciales, que adem¨¢s fueron congresistas¡±. Ante la denuncia sobre el presunto abuso de Lizcano, Cordoba le pide al presidente de la rep¨²blica que tome medidas. ¡°Lo m¨ªnimo que debe hacer es separarlo del cargo¡±, afirma. Por ahora, no lo ha hecho.
Varias congresistas consideran que, parad¨®jicamente, estas denuncias llegan en un momento ideal: el Congreso se ha renovado con un mayor n¨²mero de mujeres alineadas con el feminismo y dispuestas a ir hasta las ¨²ltimas consecuencias para denunciar el acoso y la violencia sexual. ¡°Lo que vamos a hacer es, de alguna manera, reparar la imagen del Congreso en la Rep¨²blica¡±, dice Pizarro a este peri¨®dico.
Julia Miranda, representante del Nuevo Liberalismo, ve una oportunidad parecida. ¡°Este Congreso, y especialmente la C¨¢mara de Representantes, es un Congreso renovado, de mucha gente joven, empoderada, mujeres que hablan claro y duro¡±, apunta a EL PA?S. ¡°Lo que uno percibe es rechazo total y contundente al acoso, a cualquier tipo de acoso. Creo que se est¨¢ creando un ambiente interesante de vigilancia para que eso no ocurra m¨¢s en el Congreso de la Rep¨²blica¡±, agrega.
Una preocupaci¨®n entre ellas, sin embargo, es si van a contar con el apoyo incondicional de los hombres en esta dif¨ªcil tarea. Sobre todo de aquellos que est¨¢n en el centro del poder, como el presidente Petro, y varios l¨ªderes de la izquierda. Recientemente fue criticado un exrepresentante ic¨®nico del partido de izquierda Polo Democr¨¢tico, Germ¨¢n Navas Talero, cuando sali¨® a atacar a una joven congresista de otro partido de izquierda, Jennifer Pedraza, que denunciaba el acoso sexual de un acad¨¦mico de izquierda que iba a ser embajador. ¡°Qu¨¦ verg¨¹enza que esta vendedora de pi?atas de bazar de pueblo sea representante a la C¨¢mara¡±, le dijo Talero a Pedraza, en Twitter. Petro tambi¨¦n fue criticado cuando retuite¨® el mensaje de una mujer que defend¨ªa a Lizcano. Esos hechos dejaron a las congresistas con la duda de si sus colegas hombres se comprometer¨¢n para frenar el acoso sexual en el poder.
¡°Espero que m¨¢s congresistas hombres se solidaricen con las mujeres, porque no los he visto a¨²n hablando del tema, y me parece importante que se pronuncien y rechacen estos hechos¡±, dice Carolina Arbel¨¢ez, representante del partido Cambio Radical, cr¨ªtico de este Gobierno. Ella, como Pizarro y otra decena de congresistas mujeres consultadas y de distintas alas pol¨ªticas, dice estar comprometida a trabajar contra el acoso sexual. Al igual que C¨®rdoba, considera que el primero en hablar deber¨ªa ser Bol¨ªvar. ¡°Creo que el exsenador Bol¨ªvar debe ir a la Fiscal¨ªa a contar los hechos que conoce, as¨ª sea con reserva, porque es una responsabilidad enorme la que tiene, y por ley a no quedarse callado¡±, a?ade.
Uno de los pocos hombres que han hablado del tema es el senador de izquierda Iv¨¢n Cepeda, uno de los principales alfiles de Petro en el Pacto Hist¨®rico. Cuenta que las denuncias de Bol¨ªvar no lo han sorprendido, pues a su juicio estos episodios no est¨¢n desligados de la corrupci¨®n, el abuso de poder y ¡°las formas absolutamente inmorales¡± de la pol¨ªtica en Colombia. Aunque no ha podido estar muy al tanto de la reacciones, por encontrarse volcado a la mesa de negociaci¨®n con el ELN, percibe en el Congreso una situaci¨®n de ¡°nerviosismo, en algunos casos incluso de negacionismo, de intentar disimular esta situaci¨®n, y esa no puede ser la actitud¡±. Este asunto hay que abordarlo en toda su crudeza y no solamente denunciarlo, sino pasar a ¡°esclarecerlo plenamente¡±, afirma, a la espera de que el informe que ha pedido el Gobierno tenga ¡°repercusiones penales¡±.
Pero sigue siendo muy dif¨ªcil que las mujeres se sientan tranquilas de denunciar, sobre todo en el Congreso, donde se estar¨ªan enfrentando a algunos de los hombres m¨¢s poderosos del pa¨ªs. ¡°Es muy complicado el tema de sacar a las mujeres a denunciar esto poniendo la cara, ah¨ª hay una primera barrera¡±, dice la representante Catherine Juvinao, que lleg¨® el a?o pasado al Congreso por la Alianza Verde y es aliada del Gobierno, aunque con cr¨ªticas en algunos temas. ¡°La l¨ªnea roja entre hacer la denuncia para ayudar a las v¨ªctimas y comenzar a hacer pol¨ªtica con este tema es muy delgada¡±, advierte.
Recientemente, en respuesta a las primeras denuncias, el Legislativo aprob¨® un nuevo protocolo interno para que las mujeres puedan tener una nueva ruta segura si quieren hacer denuncias¡ªconfidencialmente, si lo desean¡ªy recibir apoyo psicol¨®gico y legal. Pero muchas organizaciones de mujeres consideran que no es suficientemente contundente para protegerlas, ya que el Parlamento no puede investigar a los congresistas sino solo remitir a las denunciantes a la Corte Suprema, la ¨²nica instituci¨®n que puede investigarlos. Para Juvinao el protocolo es ¡°deficiente¡±, pues le falta crear un acompa?amiento m¨¢s integral a las mujeres. ¡°Ellas sienten que se les van a cerrar todas las puertas laborales, porque sienten que, si el acosador es un congresista, se va a encargar de da?arles la vida y que nunca las vuelvan a contratar¡±, dice.
A¨²n as¨ª, la tensi¨®n est¨¢ en el aire en el centro del poder pol¨ªtico. Aunque los congresistas no mantienen estos d¨ªas un contacto tan estrecho entre s¨ª, debido a que a¨²n no se inician las sesiones legislativas, ¡°esto s¨ª tiene a m¨¢s de un congresista asustado¡±, apunta Juvinao. ¡°S¨ª, hay m¨¢s de un congresista que sabe que ha incurrido en uno o varios episodios de acoso, que hay una o varias mujeres que podr¨ªan salir a hablar, y est¨¢n tensos por eso¡±, dice. ¡°Yo celebro que el tema est¨¢ en la agenda, eso tiene un efecto inmediato de prevenir a los congresistas que puedan estar ahorita en esas andanzas de continuar o persistir en ellas¡±, valora.
Cuando se inicien las sesiones extraordinarias, el 6 de febrero, los legisladores se podr¨¢n enterar de si hay m¨¢s mujeres dispuestas a salir y denunciar a su acosador.
Si conoce alg¨²n caso de abusos o acoso sexual en el poder pol¨ªtico colombiano que no haya visto la luz, escr¨ªbanos con su denuncia a abusoscolombia@elpais.es
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