La apuesta del Gobierno de Petro para ampliar la cobertura de internet en zonas apartadas

Menos del 30% de los hogares en zonas rurales de Colombia tiene acceso a internet. En contraste, siete de cada 10 viviendas goza de este servicio en ¨¢reas urbanas, seg¨²n datos de la Encuesta de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y las Comunicaciones del Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªsticas (DANE) para el a?o 2021. Escenas cotidianas en ciudades como Bogot¨¢ ¡ªuna videollamada, una reuni¨®n virtual o la conexi¨®n a una clase remota¡ª son inexistentes en territorios apartados, especialmente en departamentos como Vichada, Vaup¨¦s, Choc¨® o Amazonas, donde las oportunidades de conectarse a una...

Menos del 30% de los hogares en zonas rurales de Colombia tiene acceso a internet. En contraste, siete de cada 10 viviendas goza de este servicio en ¨¢reas urbanas, seg¨²n datos de la Encuesta de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y las Comunicaciones del Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªsticas (DANE) para el a?o 2021. Escenas cotidianas en ciudades como Bogot¨¢ ¡ªuna videollamada, una reuni¨®n virtual o la conexi¨®n a una clase remota¡ª son inexistentes en territorios apartados, especialmente en departamentos como Vichada, Vaup¨¦s, Choc¨® o Amazonas, donde las oportunidades de conectarse a una red no llegan ni siquiera a una cuarta parte de los hogares.

La baja cobertura de internet en las zonas alejadas es uno de tantos desaf¨ªos que ha echado ra¨ªces en el pa¨ªs, y que ahora se suma a la lista de prioridades del Gobierno de Gustavo Petro. La apuesta del presidente, seg¨²n anunci¨® desde el resguardo ind¨ªgena de Pueblo Nuevo, en Caldono, Cauca, es expandir la conectividad por medio de las redes comunitarias, un modelo que permite a grupos de ciudadanos dise?ar, construir y operar su propia red.

Petro visit¨® La Red del Viento, una iniciativa comunitaria de interconexi¨®n digital que beneficia a 600 habitantes de esa zona ind¨ªgena y que surgi¨® para proteger el idioma Nasa, una de las 65 lenguas nativas del pa¨ªs. All¨ª dijo: ¡°Este Gobierno debe impulsar, a trav¨¦s de la contrataci¨®n p¨²blica, que esas redes se puedan extender a la siguiente vereda y al siguiente resguardo y as¨ª por todas las comunidades afrodescendientes, por todos los barrios populares de Colombia y los grupos juveniles. De esa manera, podr¨ªamos tener los canales de la comunicaci¨®n popular, es decir, el poder¡±. M¨¢s adelante agreg¨®: ¡°Lo que va en la fibra ¨®ptica no es energ¨ªa el¨¦ctrica, es informaci¨®n y comunicaci¨®n, es una ventana al universo¡±.

Las redes comunitarias no son nuevas en Colombia. La ley de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y las Telecomunicaciones (TIC) que impuls¨® el Gobierno de Iv¨¢n Duque en 2019 estableci¨® condiciones para facilitar su operaci¨®n y as¨ª masificar el acceso a internet. La promesa del Gobierno supone un nuevo impulso, seg¨²n Gal¨¦ Mallol, presidenta de Asotic, el gremio de peque?os y medianos operadores. ¡°En Colombia existe esta figura desde hace muchos a?os donde hay comunidades organizadas. Eliminar las barreras de despliegue es algo que todos los operadores hemos pedido. Necesitamos capacitar a esas comunidades para reducir la ilegalidad y que sepan c¨®mo registrarse oficialmente¡±, asegura.

El reto de fondo no solo es asegurar los recursos, sino la capacidad t¨¦cnica y operativa para el desarrollo y el manejo de las redes. Como explica David Luna, senador y exministro de las TIC, ¡°hay desaf¨ªos como la gesti¨®n con cientos o miles de operadores, que vuelve muy dif¨ªcil el control por parte del Estado; la eficiencia de la inversi¨®n, ya que no se tendr¨ªan econom¨ªas de escala y con el mismo dinero se lograr¨ªa menor cobertura o menor calidad, y el riesgo de obsolescencia tecnol¨®gica en un sector que demanda constantes inversiones¡±.

La ministra de TIC, Sandra Urrutia, explica que seguir¨¢n protocolos de rigor t¨¦cnico para que las redes puedan formalizarse y obtener los permisos necesarios. ¡°Encontramos un pa¨ªs desconectado sobre todo en la ruralidad. Los retos son demandantes por las particularidades de geograf¨ªa y acceso al territorio, y encontramos aliados en redes de la comunidad y operadores peque?os que ya est¨¢n donde la brecha es muy alta. Tenemos un mandato legal de proteger los recursos p¨²blicos y tambi¨¦n el de asegurar que el acceso a la tecnolog¨ªa no sea un privilegio sino un derecho¡±, afirm¨® a EL PA?S. Para fortalecer el modelo de las comunidades de conectividad, como las llama el Gobierno en su Plan de Desarrollo, se abrir¨¢n l¨ªneas de fomento. ¡°Haremos convocatorias por regi¨®n. A quienes cumplan con los requisitos, les vamos a dar el incentivo para que nos ayuden a ofrecer m¨¢s acceso¡±, a?ade la ministra.

Urrutia precisa que esto permitir¨ªa llegar a zonas donde la brecha es m¨¢s alta, pero que en aquellas donde es media o baja ser¨¢ clave la presencia de los grandes operadores. El compromiso, dice, es seguir protegiendo las inversiones de la industria para aumentar la cobertura nacional de internet del 60% al 85% en el cuatrienio. Samuel Hoyos, presidente de Asom¨®vil, el gremio que re¨²ne a los tres operadores m¨®viles m¨¢s importantes del pa¨ªs (Claro, Tigo y Movistar), destaca la articulaci¨®n con el Gobierno. ¡°Estamos trabajando en un plan de conectividad para alcanzar este cierre en la brecha digital. Esto implica un gran esfuerzo en despliegue de infraestructura para mejorar la calidad y la velocidad de los servicios¡±, sostiene el tambi¨¦n excongresista uribista.

En Colombia el mercado de las telecomunicaciones se basa en la inversi¨®n privada, bajo un marco regulado de competencia. En 2019, la cobertura general de internet apenas superaba el 50% y en las zonas rurales era del 20%. La mejora ha sido t¨ªmida, explica el exministro Diego Molano. ¡°La tecnolog¨ªa que necesitamos es fibra ¨®ptica y esta tiene una penetraci¨®n de solo 3,9 por cada 100 habitantes, seg¨²n datos recientes de la OCDE. Espa?a tiene casi 30 por cada 100 habitantes. El reto es multiplicar por diez lo que ya tenemos; para cumplirlo hay que sumar esfuerzos de todos¡±, se?ala Molano.

El presidente Petro habla de multiplicar 10 o 100 veces las 3.000 redes comunitarias que se calcula operan en Colombia. Y va m¨¢s all¨¢. Plantea crear una red de comunicaci¨®n popular que, seg¨²n ¨¦l, evite la manipulaci¨®n del Estado o de los poderes econ¨®micos. ¡°Hay que quitar toda la regulaci¨®n que lo impide y la pobreza con la que se tienden estas redes de fibra ¨®ptica para que, con dinero p¨²blico, se puedan volver redes fuertes, de tal manera que tengamos 10.000 canales de televisi¨®n, no solamente dos o tres; 20.000 emisoras comunitarias, no solamente dos cadenas¡±, expres¨® en el Cauca.

No es la primera vez que el presidente plantea la participaci¨®n comunitaria para desarrollar proyectos o inversiones. Lo ha anunciado para otro tipo de obras como la construcci¨®n de v¨ªas o para el acceso a servicios de energ¨ªa el¨¦ctrica. La ha bautizado como ¡°contrataci¨®n popular, de la mano del pueblo¡±. En materia de internet, es un modelo viable, aunque con retos, y menos nuevo de lo que suena.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.