Gustavo Petro: ¡°Si fracaso, las tinieblas arrasar¨¢n con todo¡±
El presidente electo de Colombia, en su primera entrevista a un medio internacional, habla de los peligros a los que enfrenta su Gobierno y revela las claves de sus planes con la narcoguerrilla, los militares, la subida de impuestos a los m¨¢s ricos y el papel de la Iglesia en la paz
Gustavo Petro supo que iba a ser presidente de Colombia a las 16.20 del domingo 19 de junio. Al salir el tercer bolet¨ªn del conteo electoral, con el 4,47% de los votos escrutados, tuvo la certeza de una victoria largamente anhelada. Solo, en su habitaci¨®n, mientras afuera atronaban los gritos de su c¨ªrculo de confianza, sinti¨® una especie de derrumbe interior que ¨¦l describe como un ¡°sopor profundo¡±. ¡°Cuando cae todo, cuando te abandona la adrenalina, es como si te cayera un edificio encima. Yo me tir¨¦ en la cama¡±, dice.
Petro, de 62 a?os, habla sentado desde un mullido sof¨¢ de su casa de Ch¨ªa, en una urbanizaci¨®n a 15 kil¨®metros de Bogot¨¢. Viste americana ligera, camisa cuello Mao, jeans y zapatos de hebilla. Superado el sopor, que confiesa que le dur¨® dos d¨ªas, se lo ve relajado, mucho m¨¢s que cuando era candidato. De vez en cuando se toca la medalla de San Benito, regalo del Papa, que luce en su mu?eca izquierda, y a la mayor¨ªa de las preguntas contesta sin demasiados circunloquios, algo que antes era casi imposible. Transmite una calma interior que solo tiene un punto de fuga: cuando un asunto lo agita, zapatea contra el suelo, enfatizando el final de la frase. Lo hace al hablar de la pobreza, el gran capital y la reforma tributaria, una medida que promete sacar adelante lo antes posible y que al actual presidente, Iv¨¢n Duque, le cost¨® una sublevaci¨®n popular. ¡°Las reformas se hacen el primer a?o o no se hacen¡±, se?ala quien el pr¨®ximo 7 de agosto ser¨¢ el primer presidente de izquierdas de Colombia.
Pregunta. ?Por qu¨¦ ha tardado tanto Colombia en tener un presidente de izquierdas? ?No siente que, si usted falla, se van a cerrar las puertas a otros candidatos en el futuro?
Respuesta. Si yo fallo, vienen las tinieblas que arrasar¨¢n con todo; yo no puedo fallar.
P. ?A qu¨¦ tinieblas se refiere?
R. Hemos lanzado un desaf¨ªo formidable. Era poco probable que yo pudiera llegar vivo al final del proceso electoral. Y ahora, si mi Gobierno establece las condiciones de la transici¨®n, lo que sigue es una nueva era. Y si fracasamos, lo que viene, por ley f¨ªsica, es la reacci¨®n. Y una reacci¨®n de la que Uribe no es el protagonista. Los ciclos vitales cambian. Hay c¨ªrculos organiz¨¢ndose alrededor del fascismo. No los vamos a agredir, por ahora, nada de eso, sino que vamos a tener en cuenta que esto est¨¢ pasando.
P. Usted fue guerrillero, perteneci¨® al M-19. Quer¨ªa llegar al poder mediante las armas. Ha llegado al poder por el concurso de los votos...
R. He llegado al Gobierno...
P. A la presidencia. ?Se equivoc¨® usted de joven?
R. No. Eso es como preguntarse si se equivoc¨® Bol¨ªvar al levantarse en armas contra Espa?a y fundar una rep¨²blica. Es la historia. ?Hubiera podido ser de otra manera? Vaya usted a saber. ?Bol¨ªvar hubiera podido ser Gandhi? Todo eso son juegos mentales. Digamos que nosotros nos levantamos en armas contra una tiran¨ªa y el producto de eso es la Constituci¨®n del 91, que hicimos nosotros y otros. Y yo soy el Gobierno de la Constituci¨®n del 91. Esa es la historia. Siempre se puede decir que esto pudo ser as¨ª o as¨¢, pero la historia no es post, siempre es antes. Se toman decisiones y la historia avanza.
P. Ha mencionado usted el riesgo f¨ªsico. ?Teme que pueda haber un atentado?
R. Siempre se teme. Siempre hay posibilidades violentas. Hay que disminuirlas. Eso existe.
P. Su proyecto se va a encontrar con resistencias. Por ejemplo, en el ej¨¦rcito, su m¨¢ximo responsable, el general Eduardo Zapateiro, lo critic¨® en plena campa?a. ?Qu¨¦ va a hacer con ¨¦l?
R. Las c¨²pulas van saliendo. En cada Gobierno hay cambios. Esta c¨²pula estuvo muy imbuida por la l¨ªnea pol¨ªtica del Ejecutivo que finaliza. Pero este camino es insostenible y vuelve v¨ªctima a la misma fuerza p¨²blica, que ha sido conducida a perpetrar actos dantescos contra los derechos humanos. Lo que nosotros proponemos llevar¨¢ a la fuerza p¨²blica a un mayor fortalecimiento democr¨¢tico.
P. ?No teme usted ning¨²n gesto adverso por parte del generalato?
R. Hay corrientes de extrema derecha que hay que eliminar. Algunos andan pregonando golpes de Estado y cosas por el estilo. Pero mire, dentro del ej¨¦rcito no hay unas facciones amigas de Gustavo Petro, hay facciones amigas de la Constituci¨®n. Y es lo que hay que desarrollar, un ej¨¦rcito que obedezca la Constituci¨®n, independientemente de los gobiernos que pasen.
P. Colombia muestra una divisi¨®n clara. ?Qu¨¦ va a hacer para superar esa fractura?
R. He convocado un gran acuerdo nacional para tratar de construir un clima pol¨ªtico diferente. Charlar¨¦ con ?lvaro Uribe y con Rodolfo Hern¨¢ndez. Es el momento de hacer reformas, no de dejar las cosas como est¨¢n. Hay que evitar la confrontaci¨®n sectaria y abrir un di¨¢logo civilizado. Y tambi¨¦n hay que buscar la paz. El clima pol¨ªtico puede incentivar o amortiguar la violencia. Uno de mis prop¨®sitos es alcanzar el m¨¢ximo de paz posible en Colombia.
P. ?C¨®mo ser¨¢ su trato con la oposici¨®n?
R. No vamos a construir un Gobierno que persiga a la oposici¨®n. Nosotros hemos sido v¨ªctimas de eso. El sistema de inteligencia no se va a dirigir hacia la oposici¨®n, sino hacia la corrupci¨®n. Si ellos van sintiendo confianza en nuestro Gobierno y en que no habr¨¢ persecuci¨®n y que se les va a respetar en el ¨¢mbito pol¨ªtico, personal y familiar, creo que podemos construir. Ellos tambi¨¦n podr¨¢n hacer una oposici¨®n como tienen derecho a hacerla: controlando a nuestro Gobierno.
P. ?Cu¨¢l va a ser su primera medida cuando sea presidente?
R. Estoy preocupado por el hambre, que llega ya a niveles del 20% al 25% de la poblaci¨®n. Y la pobreza ronda el 40% a pesar de la reactivaci¨®n econ¨®mica y el retroceso del virus. Adem¨¢s, se puede sentir que se acerca una depresi¨®n econ¨®mica mundial. Los vientos no est¨¢n a favor. All¨ª es donde veo que hay que tomar las primeras medidas de urgencia.
P. En su discurso de victoria defendi¨® el capitalismo democr¨¢tico. ?Lo hizo por quitarse el estigma de izquierdista radical?
R. El capitalismo no tiende a ser democr¨¢tico. Para que lo sea se necesita el esfuerzo del Estado. La base econ¨®mica en Colombia est¨¢ configurada fundamentalmente por millones de peque?as empresas, con muy poca capacidad asociativa. Es una econom¨ªa de mercado muy simple. No es capitalismo lo que hay all¨ª, es una forma premoderna de actividad econ¨®mica. Hay que entregarles una capacidad de cr¨¦dito que impulse la producci¨®n agraria e industrial. A eso se le puede llamar populismo, pero es lo que yo llamo capitalismo democr¨¢tico. Hasta ahora los gobiernos han privilegiado la extracci¨®n minera a cielo abierto y los monopolios tradicionales que han dado lugar a las grandes fortunas, pero que no responden ni por el 5% de los empleos en Colombia.
P. Usted ha sido muy cr¨ªtico siempre con el gran capital, con el establishment. Ha dicho que los due?os de los grandes conglomerados est¨¢n en su contra, que usan los medios de comunicaci¨®n para atacarlo. ?Qu¨¦ va a hacer frente al gran capital?
R. Que pague impuestos, b¨¢sicamente. Pero el gran capital que afecte al medio ambiente, como la econom¨ªa f¨®sil o la extracci¨®n de hidrocarburos, no tiene futuro con nosotros. Lo tendr¨¢ si se asocia con el campesinado y paga impuestos.
P. En ese sentido, una de sus grandes promesas es la reforma agraria. ?C¨®mo piensa concretarla? ?Encontrar¨¢ resistencias?
R. S¨ª, obvio. La tenencia de tierra en Colombia es feudal. Es una derivaci¨®n de la colonia espa?ola que jam¨¢s se ha podido superar porque cada vez que se intent¨® hubo violencia. El pa¨ªs nunca logr¨® hacer una reforma agraria. Hoy, volvemos a intentarlo y, voy a confesarlo, quisiera hacerla de la mano de Estados Unidos. A diferencia del pasado, la reforma agraria est¨¢ ligada a la posibilidad de una disminuci¨®n sustancial de la exportaci¨®n de coca¨ªna. Los Estados Unidos han concentrado su esfuerzo de una manera muy ineficaz en el glifosato y las extradiciones. El resultado ha sido un fracaso total.
P. ?Se lo ha comentado al presidente Biden en la llamada que tuvieron?
R. (Risas) No, no, no. De hecho, ten¨ªamos dificultades de comunicaci¨®n con la embajada en campa?a.
P. Nunca los llam¨® el embajador de Estados Unidos en Colombia, ?verdad?
R. Una vez ganamos las elecciones fue muy fluido, parad¨®jicamente. A los dos d¨ªas recib¨ª la llamada de Biden, lo cual es muy sintom¨¢tico. Significa que est¨¢n interesados en plantear un di¨¢logo constructivo con nosotros.
P. Ha hablado de reforma agraria y de disminuci¨®n de la pobreza; son grandes proyectos que requieren posiblemente d¨¦cadas o generaciones. ?Pero no es muy poco tiempo cuatro a?os para lograrlo?
R. Mi Gobierno tiene que generar comienzos, porque son temas a largo plazo. Yo lo llamo el Gobierno de las transiciones. Se inicia una era y esperamos que se mantenga. Eso depender¨¢ de la sociedad colombiana, de sus votaciones, de si quiere retroceder de nuevo o avanzar. En eso nos vamos a parecer a Chile, en su esfuerzo de construcci¨®n democr¨¢tica. Espa?a tambi¨¦n es un ejemplo: sali¨® de una era fascista a una democr¨¢tica. Y ha sido un proceso continuo. Es la sociedad la que da pasos adelante y, al final, la idea democr¨¢tica se torna irreversible. Eso mismo va a suceder aqu¨ª.
P. Ha nombrado al conservador ?lvaro Dur¨¢n Leyva como canciller. ?Qu¨¦ mensaje quiere enviar?
R. Leyva es bastante conservador, pero hizo la Constituci¨®n de 1991 y ha sido desde hace muchos a?os un constructor de la paz, tanto con las FARC como el ELN. Y la paz en Colombia necesita de ayuda mundial, porque hoy tiene que ver con la crisis clim¨¢tica y con el narcotr¨¢fico. Hace 40 a?os era un tema mucho m¨¢s pol¨ªtico, vinculado a la guerra fr¨ªa, pero ahora la complejidad es m¨¢s alta y necesitamos que el mundo sea solidario.
P. ?Y qu¨¦ papel quiere darle a la Iglesia cat¨®lica en esa construcci¨®n de la paz?
R. De mediador. Y se lo propuse al Papa, se lo dije (no p¨²blicamente) a la Nunciatura y al presidente de la Conferencia Episcopal. Eso qued¨® ah¨ª. Ahora tengo que volver a ello. La Iglesia cat¨®lica es hoy la ¨²nica entidad que conoce la especificidad del conflicto en cada regi¨®n y puede ayudar mucho en la pacificaci¨®n.
P. ?Est¨¢ pensando en el presidente de la Comisi¨®n de la Verdad, el jesuita Francisco de Roux?
R. Ser¨¢ la persona que determine la Iglesia.
P. Es decir, aceptar¨¢ el mediador que ellos nombren.
R. S¨ª, el que ellos pongan. Obviamente, el Gobierno tiene una labor que hacer para lograr el desmantelamiento pac¨ªfico del narcotr¨¢fico. Nos llegan muchos rumores de que en las organizaciones armadas se ha abierto un debate sobre qu¨¦ hacer.
P. ?Y tiene capacidad parlamentaria para aprobar una reforma legal para facilite la negociaci¨®n en t¨¦rminos judiciales?
R. En este momento, s¨ª.
P. ?Le preocupa que pase el tiempo?
R. S¨ª. Las reformas se hacen el primer a?o o no se hacen.
P. ?La tributaria tambi¨¦n?
R. La tributaria tiene que ser este a?o.
P. ?Y no teme un estallido social como le pas¨® a Iv¨¢n Duque?
R. No, porque esta reforma no recaer¨¢ sobre el bolsillo del pueblo, sino sobre las capas privilegiadas.
P. ?Y piensa llamar al gran capital, a los empresarios y banqueros para abrir con ellos un di¨¢logo?
R. De eso trata el gran acuerdo nacional. Nosotros vamos a reformar la ley tributaria y los hemos invitado a discutir el tema. El sistema tributario colombiano es relativamente progresivo hasta la clase media alta, que paga m¨¢s impuestos que la clase media, que paga m¨¢s impuestos que la clase popular. Pero m¨¢s arriba de la clase media alta se encuentra la injusticia. Un banquero paga menos impuestos proporcionalmente que la secretaria de su oficina. Y eso no puede ser as¨ª. Se trata de que haya progresividad hasta el final. Eso disminuir¨ªa el d¨¦ficit fiscal, mejorar¨ªa las condiciones macroecon¨®micas y permitir¨ªa financiar el avance en los derechos de la poblaci¨®n colombiana. Eso es lo que yo considero el pacto social. Pasa por la voluntad del gran capital de pagar sus impuestos.
P. ?Qu¨¦ piensa de la OPA de Gilinski sobre el Grupo Empresarial Antioque?o?
R. Es la l¨®gica del gran capital. Pero lo est¨¢n haciendo bajo las normas colombianas. Y ante este tipo de disputas, la institucionalidad debe mantenerse en neutralidad total.
P. ?Aunque venga apoyada por capital extranjero, de la familia real de Abu Dabi?
R. El gran capital no tiene patria.
P. Usted ha propuesto reanudar la relaci¨®n diplom¨¢tica con Venezuela y reabrir la frontera. ?Con eso bastar¨¢?
R. Es un tema complejo que no va a solucionarse de la noche a la ma?ana con reiniciar las relaciones diplom¨¢ticas. En Venezuela hay millones de colombianos que necesitan resolver sus cuestiones consulares, de t¨ªtulos, papeles..., y aqu¨ª hay dos millones de venezolanos con sus propios problemas. Hay que ayudar a los que quieran retornar. Y los venezolanos que se quieran quedar en Colombia, deben gozar de derechos, no simplemente de protecci¨®n migratoria, sino de derecho a la salud, a la educaci¨®n, a la atenci¨®n infantil, a la convalidaci¨®n de un t¨ªtulo... Todo eso hay que establecerlo. Lo mismo pasa con los colombianos que quedaron hu¨¦rfanos en Venezuela. Hay tal magnitud de problemas acumulados, que el esfuerzo ha de ser muy grande para que las cosas vuelvan a la normalidad.
P. Hay exiliados venezolanos, activistas y periodistas perseguidos por el r¨¦gimen chavista, que temen que al restablecerse las relaciones puedan ser extraditados a Venezuela.
R. No, para nada.
P. ?Eso no va a ocurrir?
R. Para nosotros los derechos humanos son fundamentales. La primera discusi¨®n que yo tuve con Hugo Ch¨¢vez en vida, y la ¨²ltima quiz¨¢s antes de que muriese, fue precisamente sobre el respeto al sistema interamericano de derechos humanos, que para quienes hemos estado en la oposici¨®n en Colombia es valios¨ªsimo. Muchos le debemos¡ªincluido yo mismo¡ªla vida. Y Ch¨¢vez decidi¨® sacar a Venezuela del sistema...
P. ?Y no piensa que a Venezuela le ir¨ªa mejor con un sistema democr¨¢tico de plenas garant¨ªas y otro presidente?
R. A Venezuela le ir¨ªa mejor si su pueblo dialoga entre s¨ª, en toda su pluralidad, y si son ellos los que toman sus decisiones sobre las elecciones y sus mecanismos. Nosotros lo que tenemos es que ayudar.
P. Hay quien habla de un nuevo eje progresista en Am¨¦rica Latina, formado por los presidentes de M¨¦xico, Argentina, Chile, ahora Colombia y en el futuro quiz¨¢ Brasil. ?Se siente usted identificado?
R. Yo dir¨ªa que son dos fases. Una primera basada en los combustibles f¨®siles, que podr¨ªamos llamar la fase de Ch¨¢vez. Hubo como una edad de oro del bienestar social, pero que era insostenible, porque se sustentaba en el petr¨®leo. Todo eso se derrumb¨®. Ahora, toca abandonar la econom¨ªa de f¨®siles, desligarnos del petr¨®leo, carb¨®n y gas, y cimentar el desarrollo sobre la base de la producci¨®n y el conocimiento. En esto el progresismo no es que sea muy claro en Am¨¦rica Latina. Pero para m¨ª no se puede construir ninguna visi¨®n progresista de la sociedad sobre la econom¨ªa f¨®sil, porque la econom¨ªa f¨®sil es la muerte. Hay que plantearse un nuevo modelo de desarrollo en Am¨¦rica Latina, esa es nuestra funci¨®n en la agenda, nuestro legado. Y ese va a ser el tema de discusi¨®n en ese eje.
P. ?Formar¨¢ un Gobierno paritario?
R. S¨ª, ese es mi compromiso.
P. Hace un a?o critic¨® que el feminismo se hab¨ªa quedado anticuado...
R. Usted me va a meter en otro l¨ªo.
P. Desde entonces, ha matizado sus posiciones. ?Qu¨¦ piensa ahora como presidente?
R. Pienso que hay que darle poder a millones de mujeres en Colombia, la inmensa mayor¨ªa en el mundo rural. Con din¨¢micas y agendas de aspiraci¨®n que hay que cumplir. No se trata de que una mujer logre crear una empresa o emprender, el tema es c¨®mo millones de mujeres pueden tener poder.
P. Su hija Sof¨ªa dijo que usted era un hombre en proceso de deconstrucci¨®n. ?Es as¨ª?
R. Muy franc¨¦s ese t¨¦rmino. A un colombiano, deconstrucci¨®n le suena a destrucci¨®n. Pero s¨ª, es una deconstrucci¨®n. Pero no solo soy yo, son millones de hombres en Colombia que est¨¢n, aunque de forma desigual, en proceso de deconstrucci¨®n.
P. ?Qu¨¦ le gustar¨ªa que dijeran de usted cuando acabe el mandato?
R. Tenemos tres objetivos: paz, justicia social y justicia ambiental. Si al final de mandato he avanzado en las tres, ch¨¦vere. Ser¨¢ el mejor Gobierno de la historia.
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