¡®Libertad y orden¡¯, la derecha se abraza al escudo de Colombia contra Petro
El debate sobre la seguridad se vuelve el centro de la conversaci¨®n pol¨ªtica
La nueva bronca pol¨ªtica en Colombia se dio por sorpresa el ¨²ltimo lunes festivo, uno de esos d¨ªas sagrados en el calendario del pa¨ªs, donde lo normal es que no pase nada. Pero algo pas¨® en esa realidad paralela que es Twitter. Daba igual la hora a la que uno se asomara a la red social. Todo se llen¨® de escudos de Colombia con el lema destacado: ¡°Libertad y orden¡±.
Los primeros en empezar la ola fueron los gobernadores de los departamentos, a los que el acto patri¨®tico se les fue de las manos con el paso de las horas. Opositores y pol¨ªticos de derecha encontraron un fil¨®n y convirtieron el mensaje en ataques contra el presidente Gustavo Petro. A media tarde ya no se hablaba de otra cosa. La izquierda respondi¨® airada. El exsenador Gustavo Bol¨ªvar lleg¨® a hablar de un ¡°golpe de Estado blando¡±. La derecha se relam¨ªa con su nuevo-viejo lema, ese que lleva 200 a?os en el escudo, convertido ahora en tendencia.
Colombia vive desde hace d¨¦cadas en una espiral de violencia a la que no se le ve salida. Ning¨²n presidente desde entonces ha podido nunca abstraerse a eso. Ni siquiera Petro, que lleg¨® al poder prometiendo cambiar el pa¨ªs con profundas reformas sociales. La derecha ve¨ªa en ¨¦l una encarnaci¨®n de un Hugo Ch¨¢vez o un Fidel Castro a la colombiana. Al hombre capaz de alterar la paz macroecon¨®mica del pa¨ªs. Pero nada de eso ha pasado por ahora. La reforma tributaria del Gobierno sali¨® adelante con un gran apoyo y nada hace prever a corto plazo una debacle econ¨®mica. En una sociedad acostumbrada a la polarizaci¨®n, la pol¨ªtica se basa en el enfrentamiento. Y m¨¢s all¨¢ de la econom¨ªa, nada ha dividido m¨¢s a los colombianos que la violencia y la seguridad.
Todos los presidentes desde entonces han buscado la paz. Se han montado decenas de mesas de negociaci¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas, con sus ¨¦xitos y sus fracasos, pero lo de Petro puede interpretarse como un ¨®rdago. Podr¨ªa haberse propuesto la paz con el ELN, la ¨²ltima guerrilla activa de Am¨¦rica Latina, pero esa gesta le pareci¨® peque?a. ?l quiere la ¡°paz total¡±, el fin de todos los grupos criminales, guerrilleros y narcotraficantes. Pasar a la historia como el mandatario que acab¨® para siempre con la violencia de Colombia. Un reto tan loable como dif¨ªcil de llevar a la pr¨¢ctica en solo cuatro a?os de mandato. Esa ambici¨®n desmedida del presidente tambi¨¦n contribuy¨® a opacar otros asuntos.
El plan empez¨® con fuerza, como todo en el Gobierno de Petro. Varios acuerdos entre pandillas lograron disminuir la violencia en algunos municipios. El Gobierno los llam¨® los laboratorios de la paz total. Se logr¨® sentar al ELN en una mesa de negociaci¨®n. Y el ¨²ltimo d¨ªa del 2022 se anunci¨® el cese al fuego con cuatro grupos criminales, entre ellos el Clan del Golfo, herederos del paramilitarismo. Esto ¨²ltimo fue objeto de cr¨ªticas entre los opositores, que acusaron a Petro de negociar con criminales. Su pol¨ªtica de seguridad, una doctrina que ¨¦l llama seguridad humana, tampoco gusta entre los sectores conservadores, que tienen idealizada la estrategia de mano dura de ?lvaro Uribe, hace dos d¨¦cadas, o la del actual presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
El acuerdo con el Clan del Golfo dur¨® poco. El grupo criminal est¨¢ detr¨¢s del violento paro minero del Bajo Cauca, que atemoriza a la poblaci¨®n desde hace semanas. Este domingo, Petro dio por roto el alto el fuego con ellos y pidi¨® al Ej¨¦rcito reanudar todas las operaciones en su contra. La decisi¨®n fue aplaudida por muchos gobernadores, especialmente aquellos de las regiones que m¨¢s sufren la violencia. Un aplauso que nos lleva al principio de esta historia.
Los gobernadores, reunidos la Federaci¨®n Nacional de Departamentos, le hicieron llegar el viernes al presidente sus preocupaciones por casos puntuales de violencia en algunos territorios de cara a las elecciones regionales del octubre. ¡°Nos sentimos realmente escuchados. ?l [Petro] tom¨® decisiones oportunas [la ruptura del cese] al d¨ªa siguiente despu¨¦s de haber escuchado la voz de las regiones¡±, explic¨® este martes a El Tiempo el gobernador del Quind¨ªo y presidente de la Federaci¨®n, Roberto Jairo Jaramillo. Tras el anuncio del presidente el domingo contra el Clan del Golfo, en un chat que comparten los gobernadores empezaron a usar el lema del escudo colombiano: ¡°Libertad y orden¡±. De ah¨ª lo llevaron a Twitter. Y el resto del relato ya es material de trending topic.
Jaramillo asegur¨® a El Tiempo que el mensaje ¡°se malinterpret¨® por grupos de oposici¨®n o grupos que quieren decir que estamos en un golpe de Estado, mandando un mensaje opositor¡±. ¡°Estamos mandando un mensaje de unidad¡±, insiste. Pero poco importa ya si naci¨® a favor o en contra. El sentido que se lee es claro. ¡°Estamos perdiendo la seguridad de los colombianos por un gobierno que apoya a los mafiosos y desampara a sus Fuerzas Armadas y a su poblaci¨®n¡±, dijo en la red social Pacho Santos, vicepresidente de Colombia entre 2002 y 2010.
La representante del ala m¨¢s radical del uribismo, Mar¨ªa Fernanda Cabal, no dej¨® lugar a dudas: ¡°Los invito a usar esta imagen en sus redes sociales, en se?al de oposici¨®n a lo que est¨¢ sucediendo en Colombia y como una muestra de compromiso y fe en recuperar el rumbo de nuestro pa¨ªs¡±. La senadora Cabal ha cambiado la foto de su perfil por uno en el que se lee: ¡°Yo tambi¨¦n quiero libertad y orden para Colombia¡±.
Historia de un lema nacional
El lema refleja los ideales positivistas que enamoraron a las elites latinoamericanas durante la segunda mitad del siglo XIX. Es similar a la frase ¡°por la raz¨®n o la fuerza¡±, del escudo chileno, o a ¡°orden y progreso¡±, de la bandera de Brasil. El historiador Felipe Arias Escobar explica por tel¨¦fono que se buscaba consolidar un Estado cient¨ªfico, apol¨ªtico y racional que contuviera a las masas movilizadas durante la ¨¦poca de la independencia. ¡°Hab¨ªa miedo al populacho, al bochinche [desorden] y a las insurrecciones¡±, resalta. La historiadora Isabel Arroyo a?ade que el orden se asociaba a la racionalidad de las elites ilustradas, mientras que la libertad se vinculaba a las pasiones peligrosas del pueblo.
Ambos creen que el lema no se adapta a los problemas de orden p¨²blico del Gobierno actual, que los s¨ªmbolos patrios se dise?aron en momentos de formaci¨®n del Estado-naci¨®n y no contemplaban la diversidad del pa¨ªs. Y aunque Arias reconoce que es leg¨ªtimo ¡°el ejercicio ciudadano¡± de apropiarse de los s¨ªmbolos, considera que el escudo no dice nada sobre pol¨ªticas p¨²blicas y es peligroso si se usa para legitimar solo a un sector. Los dos se muestran adem¨¢s sorprendidos por el uso de este s¨ªmbolo en particular, tan poco representativo de la Colombia actual. En el escudo hay una granada que representa el nombre antiguo del pa¨ªs, el gorro frigio que simboliza ideas neocl¨¢sicas que ya no inspiran y el istmo de Panam¨¢, que ya no es colombiano.
Pero esa es la Historia y lo que importa es el relato. La derecha lanza la Patria contra Petro.
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