La espiral de subidas del d¨®lar sacude a la econom¨ªa colombiana
Tras un fugaz per¨ªodo de descenso, la divisa estadounidense repunta hasta rozar los 4.700 pesos y abre interrogantes en torno al manejo de la inflaci¨®n y el futuro de la inversi¨®n extranjera en un pa¨ªs con alto d¨¦ficit en cuenta corriente
El peso colombiano sigue inmerso en una monta?a rusa cambiaria frente al d¨®lar. Una parte importante de los sobresaltos ya ha sido asociada a diversas presiones en los mercados internacionales, a¨²n desbarajustados tras la pandemia. La otra, cada vez con mayor nitidez, est¨¢ relacionada con la estricta revisi¨®n que hacen los actores del sistema econ¨®mico mundial de cada movimiento y anuncio del primer Gobierno de izquierda en la historia reciente del pa¨ªs...
El peso colombiano sigue inmerso en una monta?a rusa cambiaria frente al d¨®lar. Una parte importante de los sobresaltos ya ha sido asociada a diversas presiones en los mercados internacionales, a¨²n desbarajustados tras la pandemia. La otra, cada vez con mayor nitidez, est¨¢ relacionada con la estricta revisi¨®n que hacen los actores del sistema econ¨®mico mundial de cada movimiento y anuncio del primer Gobierno de izquierda en la historia reciente del pa¨ªs. Para dar una idea de la evoluci¨®n de la divisa colombiana en el ¨²ltimo mes, es suficiente se?alar que, si para mediados de marzo el d¨®lar se cambiaba a 4.460 pesos, ayer la cotizaci¨®n roz¨® los 4.700.
Es una depreciaci¨®n que reviste especial atenci¨®n tras la salida del ministro Jos¨¦ Antonio Ocampo de la cartera de Hacienda, un funcionario muy acreditado y que ejerc¨ªa de apaciguador de los circuitos econ¨®micos mundiales. Hoy es el Banco de la Rep¨²blica el que ejerce de equilibrista para amortiguar el impacto de la desaceleraci¨®n econ¨®mica al tiempo que grad¨²a al alza los tipos de inter¨¦s, hasta el 13% actual, para enfriar el consumo y controlar una inflaci¨®n que para marzo se ubicaba en un persistente 13,34% anual. Jos¨¦ Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y hoy rector de la universidad EIA, subraya los rasgos negativos de la depreciaci¨®n sobre el sector agroindustrial: ¡°Implica un aumento en los precios de los productos, como es el caso de muchos fertilizantes, o insumos. Tambi¨¦n encarece el precio de la maquinaria¡±.
El economista Eduardo Sarmiento recuerda que la econom¨ªa colombiana se ha limitado, a pesar de su importante crecimiento, a funcionar como proveedora de materias: ¡°Nosotros no elaboramos un sinn¨²mero de productos. Y muchos de los que fabricamos aqu¨ª est¨¢n hechos con partes importadas. Por eso la devaluaci¨®n del d¨®lar, que es la divisa m¨¢s importante y la que sirve como referencia a trav¨¦s de la tasa de cambio internacional, causa un gran desajuste en nuestra econom¨ªa¡±. No sobra recordar que cerca del 70% de las importaciones que llegan desde Estados Unidos, por ejemplo, son bienes que no se producen en el pa¨ªs.
Y si bien es cierto que la teor¨ªa indica que la depreciaci¨®n del peso beneficia a los exportadores o a los colombianos que reciben remesas desde el exterior, los analistas consultados consideran que se trata de una realidad desventajosa para el conjunto de la econom¨ªa: ¡°La inflaci¨®n no se podr¨¢ controlar tan f¨¢cil en un escenario de devaluaci¨®n¡±, opina el analista financiero Andr¨¦s Moreno Jaramillo. En la misma l¨ªnea, el economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, reitera que una tercera parte de los alimentos que consumimos son importados: ¡°Nada de esto ayuda a la canasta familiar¡±. Tampoco a las aerol¨ªneas, como las de bajo costo que operan en el mercado local y sufragan su operaci¨®n en pesos, pero pagan el arriendo de las aeronaves y el combustible en d¨®lares. ¡°Toda empresa con insumos importados en d¨®lares y todas las empresas que tengan una deuda en d¨®lares¡± se ver¨¢n agobiados mientras esta espiral cambiaria se mantenga, argumenta el catedr¨¢tico de econom¨ªa de la Universidad de los Andes Marc Hoftetter.
Las devaluaciones tienen efectos distributivos, contin¨²a el acad¨¦mico, ¡°unos ganan, otros pierden. Pero el consumidor promedio sale perjudicado: nuestra canasta b¨¢sica tiene una buena tajada de productos que es importada y se encarece¡±. Adem¨¢s, vaticina que podr¨ªa llevar a que el Banco de la Rep¨²blica trate de frenar la inflaci¨®n con nuevas subidas de los tipos: ¡°En una coyuntura como la actual, indiferentemente de los ganadores sectoriales, el balance de la devaluaci¨®n es en rojo¡±.
El exministro Restrepo incide sobre las afectaciones del financiamiento p¨²blico: ¡°Eleva los costos, y en el fondo el riesgo pa¨ªs porque a trav¨¦s del encarecimiento de la tasa de cambio eleva el endeudamiento externo¡±. Un d¨®lar al alza golpea el balance de las compa?¨ªas y del Estado, concluye el analista financiero Felipe Ocampo: ¡°Los colombianos tendremos que pagar m¨¢s por el consumo y por los pr¨¦stamos. Y un d¨®lar alto y con tantos movimientos constantes puede tener un efecto adicional sobre el desempleo. Con todo, es m¨¢s lo que Colombia pierde¡±.
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