El rumor de fondo de un golpe de Estado a Petro: ruido de sables en la democracia m¨¢s estable de Am¨¦rica Latina
Un exabrupto de un militar retirado a favor de ¡°defenestrar¡± al presidente origina una pol¨¦mica que acaba con los pol¨ªticos de todos los sectores apoyando la institucionalidad democr¨¢tica
En un grupo familiar de WhatsApp, desde Espa?a, llega un mensaje: ¡°Las noticias que leo de Colombia no me gustan nada. Mucho cuidado¡±. La preocupaci¨®n parece natural. En tres d¨ªas se ha hablado m¨¢s de la posibilidad de un golpe de Estado que de cualquier otra cosa. ?Qu¨¦ hay detr¨¢s de todo esto? ?Existe un miedo real a un levantamiento militar? De entrada, podr¨ªa parecerlo. Fue el mismo presidente Gustavo Petro el que alert¨® de la posibilidad a ra¨ªz de ...
En un grupo familiar de WhatsApp, desde Espa?a, llega un mensaje: ¡°Las noticias que leo de Colombia no me gustan nada. Mucho cuidado¡±. La preocupaci¨®n parece natural. En tres d¨ªas se ha hablado m¨¢s de la posibilidad de un golpe de Estado que de cualquier otra cosa. ?Qu¨¦ hay detr¨¢s de todo esto? ?Existe un miedo real a un levantamiento militar? De entrada, podr¨ªa parecerlo. Fue el mismo presidente Gustavo Petro el que alert¨® de la posibilidad a ra¨ªz de las declaraciones en la radio de un militar retirado, que habl¨® de ¡°defenestrarlo¡±. La pol¨¦mica alcanz¨® cotas de p¨¢nico en una sociedad acostumbrada a Gobiernos conservadores, a la crispaci¨®n pol¨ªtica eterna y que tiene por primera vez en su historia moderna un Ejecutivo de izquierdas liderado por un exguerrillero. Sin embargo, la realidad y el an¨¢lisis de estos d¨ªas alejan m¨¢s que acercan la posibilidad de un golpe de Estado en un pa¨ªs que solo vivi¨® una sublevaci¨®n hace ahora 70 a?os.
Los pol¨ªticos de todos los sectores han rechazado tal posibilidad, con una ultraderecha m¨¢s tibia en sus declaraciones, pero m¨¢s por andarse por las ramas en su discurso que por dar un apoyo t¨¢cito a una aventura golpista. Tambi¨¦n desde las Fuerzas Armadas se ha repudiado la idea. Todo empez¨® con una entrevista en W Radio del coronel en retiro John Marulanda, hoy un reservista con m¨¢s nombre p¨²blico que cargo real. Excandidato a senador por el partido uribista y escritor de art¨ªculos en prensa, es conocido por su defensa ultraderechista. Hasta marzo de este a?o fue el presidente de la Asociaci¨®n de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares de Colombia (Acore); ahora es simplemente un miembro m¨¢s. El objetivo, dijo en antena, es ¡°tratar de hacer lo mejor por defenestrar a un tipo que fue guerrillero¡±.
Es imposible saber ya si esa frase podr¨ªa haber quedado olvidada en el archivo de audio de la cadena, porque quien hizo de altavoz fue el propio Petro. Al rato, el presidente tuite¨®: ¡°?Por qu¨¦ conspiran para un golpe de Estado? Porque les aterroriza que acabemos la impunidad. La verdad los acobarda tanto que van al desespero¡±. Ah¨ª ya se desat¨® la tormenta que ha llevado a medio mundo a poner sus ojos en Colombia para entender qu¨¦ est¨¢ pasando. La respuesta es que, por ahora, no est¨¢ pasando nada que no pasara antes de que hablara Marulanda. Desacuerdo pol¨ªtico, polarizaci¨®n, crispaci¨®n y todos los ingredientes que tensionan el escenario pol¨ªtico del pa¨ªs desde hace a?os. El mismo coronel trat¨® de rectificar para parar la bola de nieve que crec¨ªa sin control. ¡°No, yo creo en el presidente actual, todos hacemos votos por la democracia. Habl¨¦ de Castillo, no me refer¨ªa al presidente de Colombia¡±, dijo. Y su sucesor en la asociaci¨®n de reservistas tambi¨¦n de desmarc¨®: ¡°No estamos pensando en un golpe de Estado, creemos en la Constituci¨®n¡±.
La pregunta que es dif¨ªcil responder es hasta d¨®nde piensa el presidente que la amenaza es real. El columnista y escritor Ricardo Silva asegura que ¡°luego de sobrevivir atentados y de saber lo que sabe sobre c¨®mo el Estado y el paramilitarismo se cruzaron tantas veces, piensa genuinamente que hay gente de ultraderecha que lo quiero tumbar¡±, pero a?ade que Petro tambi¨¦n es un pol¨ªtico, ¡°y a un pol¨ªtico astuto le conviene que lo victimicen¡±. El capit¨¢n C¨¦sar Casta?o, oficial en retiro, es de la misma idea. ¡°No creo que piense que puede haber una sublevaci¨®n. Est¨¢ m¨¢s en la mente de algunos civiles que de los militares. Entre las personas uniformadas pueden pensar en privado muchas cosas, pero llevo 14 a?os como asesor del mando militar y ni siquiera en los momentos mas dif¨ªciles del proceso con las guerrillas escuch¨¦ nunca a un general que dijera que hab¨ªa que tumbar al presidente¡±.
En un pa¨ªs acostumbrado a la violencia, con m¨¢s de 50 a?os de guerra y heridas profundas que han tocado a toda la sociedad, la pol¨¦mica ha hecho pensar en la salud democr¨¢tica de Colombia y en el riesgo real de un golpe. ¡°Yo creo que s¨ª existe esa fantas¨ªa: este es un clima en el que se dan sin problemas los fan¨¢ticos, y hay una historia de magnicidios y de conspiraciones que sigue siendo una sombra que reaparece de vez en cuando ¨Dy entonces conviene no menospreciar a los locos doblemoralistas con modos mesi¨¢nicos e impulsos restauradores¨D, pero creo de verdad que el Ej¨¦rcito es leal a la democracia¡±, explica Silva.
Hace unos d¨ªas, el exministro de Hacienda Jos¨¦ Antonio Ocampo aseguraba en una entrevista con EL PA?S que ¡°en t¨¦rminos de institucionalidad estatal, de divisi¨®n de poderes, de pronto Colombia tiene la mejor de Am¨¦rica Latina¡±. Las Fuerzas Armadas colombianas, explica la polit¨®loga Sandra Borda, no est¨¢n muy politizadas, aunque desde el uribismo se hizo un enorme esfuerzo por depurar la fuerza p¨²blica y convertirla en ¡°adepta a la oposici¨®n¡± del partido del expresidente ?lvaro Uribe en el proceso de paz con las FARC. ¡°Si hab¨ªa una parte importante de la fuerza p¨²blica opuesta a Santos, much¨ªsimo m¨¢s a un Gobierno de izquierdas y con un programa de paz tan ambicioso como la paz total¡±, a?ade. En cualquier caso, dice, ¡°el famoso ruido de sables es una cosa que se utiliza en Colombia con alguna frecuencia¡±.
Las declaraciones de Marulanda y la pol¨¦mica generada pusieron en el foco una manifestaci¨®n at¨ªpica que se hab¨ªa dado el mi¨¦rcoles. Cientos de militares retirados salieron a la calle a protestar contra el Gobierno. ¡°?Fuera, Petro!¡± o ¡°?No queremos una dictadura!¡±, fueron algunas de las proclamas. Pol¨ªticos de la derecha, como la ultraderechista Mar¨ªa Fernanda Cabal, que enarbola medio en solitario una dura oposici¨®n al presidente, acompa?aron la marcha. En el trasfondo de la protesta no hab¨ªa un golpe de Estado, m¨¢s all¨¢ de los delirios personales de cada uno, sino una combinaci¨®n de una preocupaci¨®n pol¨ªtica por las reformas de Petro y ¡°una cosa puramente pragm¨¢tica y de bolsillo¡±, apunta Borda. El Gobierno est¨¢ preparando una reforma pensional y entre las Fuerzas Armadas existe temor de que se toque su r¨¦gimen excepcional.
El capit¨¢n Casta?o explica que esta convocatoria surgi¨® de manera espont¨¢nea en un grupo de WhatsApp. ¡°Los veteranos no est¨¢n de acuerdo con las reformas, pero quiero dejar claro que evitaron cualquier intromisi¨®n pol¨ªtica. Se rez¨®, hubo un minuto de silencio. No hay ruido de sables, es un sector que tiene todo el derecho a manifestarse¡±, asegura. El Gobierno conoce esas tensiones con los militares, en parte fruto de la intenci¨®n de Petro de revolucionar la pol¨ªtica de guerra con la que han crecido generaciones de soldados en Colombia. El Gobierno buscar reorientar al Ej¨¦rcito y la Polic¨ªa hacia un modelo pacifista, pero es un proceso que a¨²n est¨¢ en el aire, sin hoja de ruta clara.
Este asunto llega despu¨¦s de varias semanas de pol¨¦micas que se superponen unas a otras. El clima es de una enorme tensi¨®n despu¨¦s de unos primeros meses tranquilos de mandato. Petro ha hecho su primera remodelaci¨®n profunda de gabinete y ha dado un giro a la izquierda, desesperado por el paso lento con el que caminan sus reformas en el Congreso. En estas semanas, ha apelado varias veces a sus afines a movilizarse en las calles a favor del Gobierno. La oposici¨®n ha respondido de forma virulenta. ¡°Hacerle una oposici¨®n inteligente a Petro es dejarlo quieto, pero no: estamos pasando por un momento de histeria, de mal de San Vito, que nos tiene desdibujados a todos¡±, asegura Silva. Las frases de Marulanda, sin embargo, lograron una cosa extra?a en estos tiempos. Ante la menci¨®n de un posible golpe de Estado, ning¨²n pol¨ªtico quiere quedarse del otro lado de la democracia. Algunas de las caras m¨¢s visibles de la derecha salieron a recordarle a Petro que, gracias a la voluntad popular, es y ser¨¢ su presidente. En este momento, no es poco.
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