¡°Los ni?os no hubieran sobrevivido una semana m¨¢s en la selva¡±
Pedro S¨¢nchez, el general de fuerzas especiales que comand¨® la b¨²squeda, se aferr¨® a lo divino y lo humano para localizarlos con vida en la Amazon¨ªa
Pedro S¨¢nchez no es Rambo, precisamente. No responde al prototipo de general de las fuerzas especiales. De mediana estatura, fornido, con la cara picada por un acn¨¦ juvenil, en mitad de la conversaci¨®n se va al ba?o a llorar al recordar a sus padres muertos y regresa con los ojos enrojecidos. En la estanter¨ªa de su despacho destaca un libro, Introducci¨®n al pensamiento socialista. Sus subordinados, que van y vienen todo el rato, reciben sus ¨®rdenes de forma serena y discreta. Escuch¨® flamenco pop durante los d¨ªas que dur¨® la b¨²squeda de los ni?os perdidos en la selva, que ¨¦l lideraba. Reg¨® aguardiente en la Amazon¨ªa para que la madre selva devolviera a los cuatro hermanos, a sugerencia de los ind¨ªgenas que participaban tambi¨¦n en el despliegue. Al fin, Lesly, Soleiny, Tien y Cristin fueron encontrados despu¨¦s de pasar 40 d¨ªas vagando sin rumbo por la selva. S¨¢nchez, en esta entrevista que tuvo lugar en el cuartel militar del cant¨®n norte de Bogot¨¢, explica c¨®mo fue posible que sobrevivieran en un entorno lleno de vida, pero tambi¨¦n de peligros.
Pregunta. ?Cu¨¢ndo le asignaron el caso de los ni?os?
Respuesta. Est¨¢bamos planeando otras operaciones especiales aqu¨ª, en Bogot¨¢. El d¨ªa que se accident¨® el avi¨®n [el 1 de mayo] pens¨¦ que ojal¨¢ estuvieran vivos sus ocupantes y que seguramente los iban a encontrar. Con radiobalizas, etc, es f¨¢cil encontrarlos. Pero cuando pasaron cuatro d¨ªas y no los encontraron, pens¨¦: ¡°nos van a requerir¡±. Y me asignaron la misi¨®n no por ser la persona id¨®nea, sino por la unidad que comando. Me lo pidi¨® el comandante general de las Fuerzas Militares, mi general Giraldo...
P. Que a su vez lo llam¨® el presidente...
R. No tengo ni idea.
P. Se tuvo que ir usted al puesto de mando en San Jos¨¦ del Guaviare, cerca de la selva.
R. El presidente seguro que se preocup¨®, porque en esa avioneta iban ind¨ªgenas y cuatro menores. Cuando habl¨¦ con el comandante de la Fuerza Area me pregunt¨® si yo le pod¨ªa ayudar. Le dije que eso estaba muy berraco, pero que las capacidades estaban ah¨ª. No es una misi¨®n propia nuestra, aunque est¨¢ dentro de la doctrina de asistencia humanitaria. Son los mejores hombres entrenados y equipados para combatir, es la ¨¦lite. Lo que haya que hacer, lo hacemos. Por la noche me dijo general Giraldo: ¡°hermano, h¨¢gale all¨¢ a esa vaina¡±. Al otro d¨ªa destinamos un batall¨®n, era 5 de mayo. Estaba en Medell¨ªn, en mitad de una operaci¨®n, pero la cancelamos. Los mandamos a San Jos¨¦. Y al d¨ªa siguiente los insertamos en la selva. No solamente era buscar la aeronave, sino analizar cu¨¢l es la amenaza que hay all¨¢. El terreno y la metodolog¨ªa es sencillo, el problema son los grupos narcocriminales.
P. Hab¨ªa cese bilateral al fuego con el Estado Mayor Central de las disidencias Farc...
R. Lo hab¨ªa, pero mis hombres tienen claro que si ven amenaza tienen que actuar. La duda es la muerte de ellos.
P. ?C¨®mo se explica que hayan aparecido los ni?os a solo cinco kil¨®metros de la avioneta?
R. Que despu¨¦s de andar tal vez 24 kil¨®metros, finalmente no estaban tan orientados. Es dif¨ªcil orientarse all¨ª. Simplemente retornaron al sitio.
P. ?C¨®mo sabe que caminaron 24 kil¨®metros?
R. Por las evidencias que encontramos.
[ S¨¢nchez ense?a un mapa que muestra el supuesto recorrido que hicieron los ni?os, donde se muestra que llegaron hasta un punto y despu¨¦s deshicieron el camino ].
P. ?Esto lo han hablado con los ni?os?
R. No, es lo que deducimos nosotros. No hemos hablado con ellos. Falta la informaci¨®n de los ni?os para completar la historia.
P. ?Cu¨¢l fue el papel de Lesly, la mayor, para mantener a los hermanos con vida?
R. Fue de autoridad y liderazgo. Lo que hizo fue fundamental. Uno, porque mantuvo el deseo de vivir. Dos, porque fue muy creativa.
P. ?Por ejemplo?
R. Hay que esperar toda la historia. Lo que digo son suposiciones, deducciones. Por ejemplo, las tijeras se le olvidaron, pero utiliz¨® sus dientes para cortar las ramas y hacer refugios. Para taparse y para colocar piso. Se le acab¨® la comida. Ella masticaba frutos, los echaba en el biber¨®n o en la botella de agua que ten¨ªa y se lo daba a la beb¨¦. Armaba los refugios, sac¨® elementos del avi¨®n para sobrevivir.
P. ?Como cu¨¢les?
R. Fari?a [una especie de harina gruesa derivada de la yuca], ropa, el toldillo... el botiqu¨ªn de primeros auxilios lo vaci¨®. Le cambiaba los pa?ales a la beb¨¦.
P. ?De d¨®nde los sacaba?
R. Los llevaban a bordo del avi¨®n. Por lo menos encontramos tres en diferentes sitios.
P. ?Qu¨¦ cree de esa teor¨ªa de que ellos se callaban cuando pasaban usted por miedo?
R. Solo le puedo decir que en una ocasi¨®n pasamos a 40 metros de ellos, tal vez el mismo d¨ªa, o un d¨ªa antes o despu¨¦s. Y que nos escucharon. Tanto a los soldados como a los ind¨ªgenas. Y que Lesly escuch¨® el helic¨®ptero y los parlantes. Pero no s¨¦ por qu¨¦ no nos ayud¨® a encontrarla f¨¢cil. Eso lo sabe ella. En la selva a m¨¢s de 20 metros usted se pierde.
P. Usted fue personalmente a la selva.
R. Fui por tres razones. La primera, para asegurarme de que se estaba cumpliendo la misi¨®n. La segunda, por elevar la moral de nuestros hombres, decirle que ¨ªbamos a cumplir la misi¨®n como fuese. Y la tercera, por tener la conciencia tranquila, porque si los encontr¨¢bamos muertos al menos decirles que estuvimos all¨ª, busc¨¢ndoles.
P. ?Cu¨¢ntas veces estuvo en terreno?
R. Solamente una vez, dos d¨ªas antes de encontrarlos. Llegu¨¦ un mi¨¦rcoles, 7 de junio. Los ind¨ªgenas me hab¨ªan sugerido que fuera y le pidiera permiso a la selva. Gener¨¦ confianza con ellos. Llegu¨¦ all¨¢ y lo primero que hicimos fue rezar. Le ped¨ª permiso: ¡°Oh, madre selva, permite que estos humildes mortales encuentren a estos ni?os y los llevemos pronto a casa¡±. Ya despu¨¦s camin¨¦, dorm¨ª all¨¢, vi lo complejo que era la cosa y me encontr¨¦ con los ind¨ªgenas. Los vi con ganas, pero a la vez con impotencia. Mis hombres llevaban 30 d¨ªas y orden¨¦ que viniera otro batall¨®n para relevarlos.
P. Ofrend¨® whisky y aguardiente a la selva.
R. Mand¨¦ comprar whisky, pero despu¨¦s me dijeron los ind¨ªgenas que ya no hac¨ªa falta, que no era necesario.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque el duende aceptaba el aguardiente. En todo eso se tejen muchas teor¨ªas. Lo ¨²nico que le puedo decir es que ten¨ªa que balancear la ciencia militar con la creencia de los ind¨ªgenas. Y en ese balance, hay que darles confianza y decirles que lo que ellos dicen vale e importa. ?Usted es cat¨®lico?
P. No.
R. Bueno, pues para ellos la virgen de F¨¢tima, por ejemplo, ser¨¢ un duende. ?Qui¨¦n tiene la raz¨®n? No s¨¦. O Buda. Lo ¨²nico que s¨¦ es que debo respetarlos y si llegaron a ayudar es porque era importante.
P. ?C¨®mo se enter¨® de que hab¨ªan encontrado a los ni?os?
R. El general Cota, el comandante de la misi¨®n de fuerzas especiales, ten¨ªa la operaci¨®n all¨¢. Lo reportaron y me dijo: ¡°milagro, milagro, milagro, los encontraron¡±. Pregunt¨¦ c¨®mo estaban y me dijeron que vivos.
P. Milagro dicho tres veces era el c¨®digo para informar de que estaban vivos.
R. Era milagro una vez, pero se dijo tres. Uno la repite tres veces para confirmar. Como mayday, mayday, mayday.
P. Ya que estamos, ?C¨®mo fue el accidente de la avioneta en el que sobrevivieron los cuatro ni?os, pero murieron los tres adultos que viajaban, entre ellos la madre?
R. Tuvo una falla en el motor. El piloto se report¨® en emergencia. Intent¨® arborizar y ah¨ª golpe¨® uno de los ¨¢rboles con la nariz y el motor se desprendi¨®. El avi¨®n cay¨® sin motor, pero de frente.
P. ?C¨®mo se explica que los cuatro ni?os salieran ilesos?
R. Con un milagro. Entre m¨¢s lejos estuvieran de la nariz, m¨¢s probabilidades de vivir ten¨ªan.
P. Cree que iban atr¨¢s.
R. Eso s¨ª est¨¢ confirmado, viajaban en la parte trasera.
P. ?Ha hablado con los ni?os?
R. Solo le pregunt¨¦ a Lesly que si hab¨ªa escuchado la voz de la abuelita desde los helic¨®pteros y me dijo que s¨ª. No quise preguntar nada m¨¢s. Lo importante es que est¨¢n vivos, el resto que se sepa despu¨¦s.
P. ?C¨®mo ha logrado capear toda la atenci¨®n que ha generado esta historia en el mundo entero?
R. Teniendo claro para qu¨¦ estoy yo ac¨¢. Estoy para cumplir operaciones especiales, para comandar esta unidad. Que obviamente la energ¨ªa se ha ido un 90% atendiendo esta parte medi¨¢tica, que es supremamente importante por lo que muestra como pa¨ªs, pero no me puedo desligar de lo otro. Ahorita me voy a revisar dos operaciones especiales.
P. ?C¨®mo era su d¨ªa a d¨ªa normalmente?
R. Me levantaba a las cinco de la ma?ana pensando que ese d¨ªa encontr¨¢bamos a los ni?os. Hac¨ªa reportes, me actualizaban c¨®mo iba la operaci¨®n a las ocho de la ma?ana y siempre estaba pensando qu¨¦ otras ideas pod¨ªan surgir para encontrarlos. Por la noche me preguntaba mi hijo si los hab¨ªamos encontrado, no pod¨ªa decirle que s¨ª, era frustrante. Pero pensaba que al d¨ªa siguiente los ¨ªbamos a encontrar.
P. Estaba usted en Bogot¨¢ y se fue para San Jos¨¦ porque la b¨²squeda parec¨ªa estancada.
R. Cuando nos encontr¨¢bamos nada fui para all¨¢ a ver lo que pasaba. Fui a bajar m¨¢s al tema operacional y t¨¢ctico y a tomar decisiones. Y a mandar mensajes, porque sent¨ªa que el silencio era el ruido de los cr¨ªticos. Se ten¨ªa que anunciar todo. C¨®mo estaba la tropa, la log¨ªstica, la inteligencia, la comida. Y ya cuando empezamos a encontrar evidencias, era eso. Cuando hubo m¨¢s medios de comunicaci¨®n era organizar todo y ser la sombrilla que cubr¨ªa la operaci¨®n para que no le cayera nada a la tropa. Que yo asumiera proteger todo eso. Cuando llegaron los ind¨ªgenas hab¨ªa que coordinar con ellos. Era una tarea exigente, extenuante.
P. ?Cu¨¢l fue el d¨ªa m¨¢s dif¨ªcil?
R. El 18 de mayo. Ese d¨ªa me reportaron que encontraron una huella reciente, de entre 24 y 48 horas. Hab¨ªamos encontrado otras huellas entre el 15 y el 18, y sent¨ª que est¨¢bamos cerca. Inmediatamente movimos m¨¢s helic¨®pteros, m¨¢s aviones, im¨¢genes satelitales. Todas las capacidades, por decirlo de alg¨²n modo. Dije: ¡°esta es la noche¡±. Insertamos la tropa, les dije que no pod¨ªan dormir, que ten¨ªan que seguir 24 horas. Y la raz¨®n era porque eran las 24 horas m¨¢s importantes, las 24 horas doradas, en las que encontrar¨ªamos a nuestros menores. Llevamos meg¨¢fonos con la voz de la abuela, intentamos todo. Pero no encontramos nada. Y me pregunt¨¦: ¡°?qu¨¦ pas¨® ac¨¢?¡±. Ah¨ª fue cuando dije que le ped¨ªa a la madre selva que nos los devolviera y que esperaba que nos escuchara.
P. El d¨ªa 36 de b¨²squeda tambi¨¦n fue duro para usted.
R. S¨ª, el lunes 5 de junio. Fui a la capilla del cant¨®n en Bogot¨¢. Y comenc¨¦ a orar y a intentar encontrar se?ales. No encontr¨¦ nada, ni siquiera en la Biblia. ¡°Dame una se?al, Dios m¨ªo¡±, y nada. Simplemente significaba que nuestro Se?or nos dec¨ªa ten fe, ponte a trabajar, no espere, busque, busque. Ah¨ª fue cuando decid¨ª ir a la selva.
P. ?C¨®mo es?
R. Preciosa, pero hostil. ?rboles muy altos, vegetaci¨®n muy densa con animales peligrosos como tigres, jaguares, serpientes venenosas, plantas venenosas, mosquitos que transmiten enfermedades que te pueden matar. No se ve algunas veces el sol, no alcanza a llegar. Llueve 16 horas al d¨ªa algunas veces. Un lugar que perfectamente se lo puedo tragar a uno en cualquier descuido.
P. ?Cu¨¢ntos d¨ªas cree que podr¨ªan haber sobrevivido m¨¢s los ni?os en las condiciones en las que estaban?
R. El ni?o de 5 a?os, Tien, por ah¨ª unos tres d¨ªas m¨¢s. Estaba muy d¨¦bil. La beb¨¦, una semana tal vez.
P. ?Y Lesly y Soleiny?
R. Estaban acabaditas, pero aguantaban. Fue fundamental para que aguantaran que estaban comiditos, estaban gorditos.
P. ?Esta es la b¨²squeda de m¨¢s d¨ªas en la historia de Colombia?
R. No, hubo otra buscando un muerto. Un fiscal que se cay¨® de un helic¨®ptero en una operaci¨®n militar.
P. ?Y se tard¨® m¨¢s en encontrar el cad¨¢ver del fiscal?
R. Nunca lo encontramos. Era en 2014. Pero esta fue la primera vez en la que se emplearon los mejores hombres entrenados para el combate. Equipados, con capacidades satelitales, aeronaves, todo para encontrar supervivientes. Los ind¨ªgenas no hubieran llegado all¨¢ solos, no podr¨ªan haberse sostenido todo este tiempo. Se necesitaba el trabajo de ambos.
P. ?C¨®mo vivi¨® personalmente todo esto?
R. Como general, que hemos cumplido la misi¨®n. Como persona, que me ha impactado much¨ªsimo. Cuando pensaba en los ni?os, ve¨ªa a mi hijo. Cuando pensaba en los padres, ve¨ªa a mi esposa. Y eso gener¨® una conexi¨®n muy fuerte. Lo hac¨ªa por convicci¨®n. Y pienso que todos los d¨ªas salvamos vidas, inclusive en el combate. Protegemos a los m¨¢s vulnerables. Mueren nuestros hombres, no s¨¦ si vio abajo la galer¨ªa de fotos...
P. S¨ª.
R. Es un buen mensaje para el pa¨ªs, para que nos unamos m¨¢s y avancemos.
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