?Lib¨¦renlos ya!: el clamor de los familiares de otros secuestrados tras el regreso de Mane D¨ªaz
El caso del padre del futbolista D¨ªaz, liberado despu¨¦s de 12 d¨ªas de cautiverio por el ELN, alerta sobre el aumento silencioso de ese delito
Desde el pasado 11 de julio no han vuelto a conciliar el sue?o en la casa de Ulices Horacio Torres Meza. ¡°Cada lluvia nos hace preguntarnos si estar¨¢ pasando fr¨ªo, en cada comida nos cuestionamos si tendr¨¢ hambre o sed, al amanecer pensamos si a¨²n estar¨¢ vivo (¡) nuestro sue?o se ha vuelto corto, las noches largas¡±, escribe Consuelo Moreno, la esposa del transportador que desapareci¨® aquel martes en C¨²cuta (Norte de Santander).
La angustia est¨¢ plasmada en una carta que dirigi¨® la mujer a los jefes de las delegaciones de ...
Desde el pasado 11 de julio no han vuelto a conciliar el sue?o en la casa de Ulices Horacio Torres Meza. ¡°Cada lluvia nos hace preguntarnos si estar¨¢ pasando fr¨ªo, en cada comida nos cuestionamos si tendr¨¢ hambre o sed, al amanecer pensamos si a¨²n estar¨¢ vivo (¡) nuestro sue?o se ha vuelto corto, las noches largas¡±, escribe Consuelo Moreno, la esposa del transportador que desapareci¨® aquel martes en C¨²cuta (Norte de Santander).
La angustia est¨¢ plasmada en una carta que dirigi¨® la mujer a los jefes de las delegaciones de paz del Gobierno con diferentes grupos armados ilegales, a comienzos de octubre, d¨ªas antes del secuestro de Luis Manuel D¨ªaz, el padre del futbolista Luis D¨ªaz, a manos del ELN.
Torres, padre de cuatro hijos, dos de ellos menores de edad, hab¨ªa dejado a uno de sus empleados en el barrio Aeropuerto de C¨²cuta mientras hac¨ªa arreglar un sill¨®n de su camioneta. Anunci¨® que regresar¨ªa a tiempo para que el conductor atendiera un servicio a la una de la tarde. Pero no volvi¨®. Tampoco contestaba el m¨®vil. Su hija mayor sigui¨® el rastro del GPS: el veh¨ªculo fue desviado por un serpenteo de trochas hasta Saravena, un municipio a unas ocho horas, en el vecino departamento de Arauca, zona fronteriza con Venezuela. Al carro le prendieron fuego, seg¨²n reportaron los pobladores. De Torres no se supo m¨¢s.
¡°Desde ese fat¨ªdico d¨ªa nuestra familia no tiene paz, el llanto resuena continuamente en las habitaciones de mis dos peque?as hijas, mientras mi hijo adolescente se arrincona y duerme para evitar el dolor¡±, narra Moreno en la misiva. El 28 de julio, recibi¨® una llamada de un hombre que dijo pertenecer a un frente del ELN que supuestamente ten¨ªa al empresario. ¡°Si ese grupo tiene a mi esposo, que por favor nos suministren pruebas de supervivencia y que nos lo entreguen. Hemos sufrido mucho en estos 3 meses y 28 d¨ªas¡±, dice por tel¨¦fono a EL PA?S. La tercera hija de Ulises cumpli¨® 15 a?os en su ausencia.
A menos de 50 kil¨®metros de Saravena, en la vereda Alto Tamacay del municipio de Tame, en Arauca, hombres armados irrumpieron el pasado 29 de septiembre en la finca El Paisaje. Se llevaron a Miguel Antonio Guerrero Cort¨¦s, de 33 a?os, y a tres j¨®venes venezolanos, Clistene Jos¨¦ Zapata y los hermanos Jes¨²s Daniel y Jes¨²s David Pe?a M¨¢rquez.
La familia de Guerrero, el colombiano, lleva m¨¢s de 40 d¨ªas sin saber de ¨¦l, lamenta Ronald Mill¨¢n, uno de sus parientes. ¡°Trabaja en fincas para buscarse lo del d¨ªa a d¨ªa. Hab¨ªa viajado cuatro d¨ªas antes desde Puerto Rond¨®n a ese caser¨ªo. ?Qu¨¦ no he hecho para que el grupo que tiene a mi hermano lo libere? Lo que quiero es que nos digan c¨®mo est¨¢, que por favor le respeten la vida¡±, clama. El dolor entrecorta las palabras que se escuchan del otro lado del m¨®vil.
En medio del vac¨ªo, Lucely Cort¨¦s, la madre de Miguel Antonio, ha pedido p¨²blicamente la libertad de su hijo: ¡°Lo estoy esperando mi amor, ya no aguanto m¨¢s la ausencia tuya¡ Mi hijo es un muchacho que siempre ha trabajado en fincas. Somos de familia humilde. Se dirigi¨® all¨¢ a ganarse lo de una semana y mire. Estas son horas que no s¨¦ nada de mi hijo¡±, solloza la mujer de 53 a?os. La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia tambi¨¦n ha exigido su liberaci¨®n.
Otra familia, en el municipio de El Banco (Magdalena), en la costa caribe, atraviesa un drama similar desde el mi¨¦rcoles 18 de octubre. Ese d¨ªa, desconocidos interceptaron al odont¨®logo Juan Carlos Bayter Bustamante cuando sal¨ªa de su casa a las 6:20 de la ma?ana con su esposa, para llevar a sus hijos de cuatro y seis a?os al colegio. ¡°Se bajaron dos hombres y forcejearon el carro de mi hermano. ?l accedi¨® por seguridad de la esposa y los ni?os. Lo subieron a una camioneta blanca y se lo llevaron¡±, cuenta Ana Karina Bayter. El veh¨ªculo apareci¨® incinerado a unos 22 kil¨®metros de all¨ª. La familia no ha recibido llamadas de los captores.
¡°Hace 30 a?os en El Banco no exist¨ªa un secuestro. Es la primera vez que se hace dentro del casco urbano, por lo general era en fincas o en zonas retiradas. No entendemos nada porque hay mesas de paz y es muy confuso que hablando de paz pase esto. No deber¨ªa pasarle a ninguna familia¡±, agrega Bayter. Los familiares del odont¨®logo de 34 a?os, quien tiene una cirug¨ªa de coraz¨®n abierto, solo esperan conocer las condiciones para que lo liberen pronto.
El secuestro de Luis Manuel D¨ªaz, el padre del jugador del Liverpool, ha dejado en evidencia un delito silencioso que ha venido creciendo pese al cese al fuego pactado con grupos ilegales como el ELN. ¡°Sin duda los a?os 90 y parte de la d¨¦cada del 2000 fueron los m¨¢s cr¨ªticos, pero s¨ª preocupa que a 20, 25 a?os de la ¨¦poca de las pescas milagrosas, secuestros masivos e incluso urbanos, el secuestro sigue ah¨ª. Los grupos han creado una narrativa para justificar su existencia y dilatar su fin¡±, se?ala Tatiana Prada, investigadora de conflicto y violencia organizada, de la Fundaci¨®n Ideas para la Paz (FIP).
Desde mediados de este a?o, este diario denunci¨® que renac¨ªa el crimen del secuestro en Colombia. Seg¨²n datos del Ministerio de Defensa hasta septiembre, 2023 ha sido el a?o con m¨¢s secuestros en m¨¢s de una d¨¦cada.
Tras el caso de D¨ªaz, la delegaci¨®n del Gobierno en los di¨¢logos con el ELN ha exigido la liberaci¨®n de todas las personas en poder de ese grupo armado. ¡°El secuestro de Luis Manuel D¨ªaz ha sumido nuestro di¨¢logo en una situaci¨®n cr¨ªtica y, por ello, ha llegado el momento de tomar decisiones que eliminen el secuestro, como lo hemos solicitado desde el comienzo de los di¨¢logos. Nuestra delegaci¨®n exige desde ya, y exigir¨¢ en la pr¨®xima reuni¨®n con la delegaci¨®n del ELN, que cada una de las personas que esta organizaci¨®n tiene en cautiverio sea liberada en condiciones de seguridad y dignidad de manera inmediata¡±, expuso en un comunicado.
El jefe del equipo negociador, Otty Pati?o, ha dicho que unas 30 personas estar¨ªan secuestradas por esa guerrilla. ¡°Es una violaci¨®n evidente al cese al fuego porque la toma de rehenes, que es la figura con la que se trata el tema del secuestro, primero es un delito continuo, y desde luego es una violaci¨®n al Derecho Internacional Humanitario¡±, reconoci¨® Pati?o en una entrevista reciente con Caracol Radio.
Los secuestros disminuyeron tanto tras el acuerdo de paz entre el Gobierno y las extintas FARC en 2016, que Pa¨ªs Libre, oeneg¨¦ que luchaba contra ese delito, dej¨® de funcionar en 2017, cuando las cifras de 1.000 secuestros al a?o eran cosa del pasado. Aunque el flagelo no llega a los niveles de hace 20 o 30 a?os, cada vez hay m¨¢s familias con esa herida abierta, como las de Ulices Torres, Miguel Antonio Guerrero y Juan Carlos Bayter.
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