El Gobierno de Colombia y las FARC logran un nuevo acuerdo de paz
Uribe pide a Santos que el texto no se considere definitivo hasta que lo revisen los partidarios del 'no'
El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC han alcanzado este s¨¢bado un nuevo acuerdo de paz para poner fin a una guerra de m¨¢s de 50 a?os. Poco m¨¢s de un mes despu¨¦s de que los colombianos rechazasen en el plebiscito del 2 de octubre el pacto suscrito por el presidente, Juan Manuel Santos, y el l¨ªder de las FARC, Rodrigo Londo?o, alias Timochenko, ambas partes han firmado un nuevo texto, que a¨²n no es p¨²blico y del que se desconoce el mecanismo por el que ser¨¢ refrendado. El pacto, aseguraron el Gobierno y las FARC, incorpora buena parte de los reclamos de los partidarios del ¡®no¡¯ en la consulta.
El principal abanderado del 'no', el expresidente ?lvaro Uribe, pidi¨® a Santos que el nuevo texto no tenga alcance definitivo y sea puesto en conocimiento de todos los voceros del 'no' y de las v¨ªctimas. El prop¨®sito, asegur¨® Uribe despu¨¦s de reunirse de urgencia con Santos antes de que se hiciese p¨²blico el acuerdo, es que cualquier observaci¨®n o solicitud de modificaci¨®n sea llevada a una nueva reuni¨®n con el equipo negociador del Gobierno. En una alocuci¨®n al pa¨ªs, el presidente insisti¨® en que de las 57 observaciones que hab¨ªan hecho los partidarios del 'no', solo en una -la participaci¨®n en pol¨ªtica de las FARC- no se logr¨® avanzar. "Este acuerdo, renovado, ajustado, precisado y aclarado debe unirnos, no dividirnos", recalc¨® Santos.?
"Dije que el acuerdo del 26 de septiembre era el mejor acuerdo posible. Pero hoy, con humildad, reconozco que este acuerdo es mejor en cuanto que resuelve muchas cr¨ªticas", asegur¨® previamente el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, tras firmar el nuevo acuerdo. De la Calle confi¨® en que "la base de apoyo que lo recoja lo haga m¨¢s s¨®lido".
Los negociadores del Gobierno y las FARC llevaban desde el pasado 4 de noviembre en La Habana tratando de cerrar el nuevo acuerdo, en una suerte de c¨®nclave similar al que se celebr¨® en agosto y en el que se fragu¨® el primer texto, firmado el 26 de septiembre en Cartagena por Santos y Timochenko. La orden para el equipo que dirige Humberto de la Calle era clara: no volver¨ªan a Colombia hasta tener un nuevo acuerdo. El Gobierno llev¨® a la capital cubana todas las consideraciones que hab¨ªan hecho los representantes del ¡®no¡¯, cerca de 400 propuestas agrupadas en 60 bloques, para considerarlas con los dirigentes de la guerrilla. Una vez m¨¢s, los asuntos relacionados con la justicia y la participaci¨®n en pol¨ªtica de las FARC fueron los m¨¢s delicados.
Fuentes de lado y lado al tanto del nuevo texto aseguran que el modelo de la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), grosso modo, se mantiene, por lo que los guerrilleros evitar¨¢n ir a la c¨¢rcel y seguir¨¢n pudiendo optar a participar en pol¨ªtica. El nuevo acuerdo, seg¨²n el comunicado conjunto conocido este s¨¢bado, precisa las reglas y las ¨¢reas de restricci¨®nde libertad para los condenados. Adem¨¢s, las FARC se comprometen a entregar un listado de sus bienes de antemano.
La principales modificaciones al acuerdo suscrito en septiembre se han centrado, seg¨²n conocedores del nuevo texto, en garantizar que la propiedad privada no correr¨¢ peligro, una de las exigencias de los partidarios del ¡®no¡¯ o en tranquilizar a los sectores ultraconservadores del pa¨ªs, mediante una nueva redacci¨®n de los contenidos relacionados con el punto sobre el enfoque de g¨¦nero. El voto evang¨¦lico fue definitivo para la victoria del ¡®no¡¯ el 2 de octubre. El l¨ªder de las iglesias protestantes estima que al menos dos millones de fieles votaron en contra de los acuerdos, que, a su juicio, privilegiaban a la comunidad LGTBI.
Despu¨¦s del mazazo que supuso el resultado en el plebiscito, que asom¨® a Colombia a un precipicio de inciertas consecuencias, el Gobierno y las FARC insistieron en la necesidad de lograr otro nuevo acuerdo lo m¨¢s r¨¢pido posible. El principal temor era el limbo en el que se quedaban los cerca de 7.000 guerrilleros ¨Cy otros tantos milicianos- que frenaron su traslado a las zonas donde se iban a concentrar e iniciar el desarme. La urgencia del Gobierno y las FARC contrastaba con la paciencia que reclamaban los vencedores en el plebiscito. Los partidarios del ¡®no¡¯, encabezados por Uribe, insist¨ªan en que el nuevo texto requer¨ªa de un debate sosegado. Quienes apostaron por el ¡®s¨ª¡¯ consideran que la intenci¨®n de Uribe era retrasar el debate para acercarlo lo m¨¢s posible al inicio de la carrera electoral. Colombia elegir¨¢ al sucesor de Santos en 2018.
El Gobierno de Santos ¨Cque recibi¨® el Nobel de la Paz unos d¨ªas despu¨¦s de salir derrotado en el plebiscito- ha tratado de trasladar el mensaje de que el nuevo acuerdo es m¨¢s completo despu¨¦s de haber recogido las observaciones de los partidarios del ¡®no¡¯, algo que no hicieron durante los cuatro a?os de conversaciones iniciales. Adem¨¢s, se ha tratado de hacer ver que las marchas y movilizaciones solicitando un nuevo acuerdo han sido esenciales para avanzar el nuevo texto.
Desde que se conoci¨® que este fin de semana se har¨ªa un importante anuncio desde La Habana, por redes sociales se convoc¨® a una movilizaci¨®n hacia la Plaza de Bol¨ªvar, en el centro de Bogot¨¢. Con la etiqueta #HayAcuerdoHayPaz, en Twitter se habl¨® toda la tarde del tema. Desde varios rincones del pa¨ªs, sobre todo los que han sido marcados por la violencia, apoyaron que, tras varias semanas de incertidumbre, aparec¨ªa una nueva posibilidad de consolidar la paz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.