El miedo como poder creador
Los peque?os miedos de los que est¨¢ hecha la vida son los que nos impulsan a arriesgar y nos dan la fuerza corporal y mental para actuar
?Se han sentido en alg¨²n momento de su vida agobiados, con ansiedad ante el futuro? ?Qu¨¦ decirle a alguien ¨Dy a uno mismo¨D cuando siente que se paraliza ante la vida? Estas preguntas conectan con una emoci¨®n que se aloja en el cuerpo con facilidad: el miedo. Una emoci¨®n muy ¨²til que nos impulsa y nos da valent¨ªa cuando la transmutamos en oportunidad y contribuye a mantenernos vivos, como especie, porque nos cuida del peligro. Pero es una emoci¨®n con mala reputaci¨®n, tal vez porque no sabemos fluir con e...
?Se han sentido en alg¨²n momento de su vida agobiados, con ansiedad ante el futuro? ?Qu¨¦ decirle a alguien ¨Dy a uno mismo¨D cuando siente que se paraliza ante la vida? Estas preguntas conectan con una emoci¨®n que se aloja en el cuerpo con facilidad: el miedo. Una emoci¨®n muy ¨²til que nos impulsa y nos da valent¨ªa cuando la transmutamos en oportunidad y contribuye a mantenernos vivos, como especie, porque nos cuida del peligro. Pero es una emoci¨®n con mala reputaci¨®n, tal vez porque no sabemos fluir con ella, preferimos no hablar de ella, la evadimos o invitamos a no sentirla.
A los j¨®venes les decimos que no sientan miedo ante las situaciones que se les presentan, pero nos equivocamos. Adem¨¢s de ser una pretensi¨®n absurda, pues es imposible no sentir miedo ya que es propio de nuestra condici¨®n como personas, descuidamos la importancia de educar sobre esta emoci¨®n y de preguntarnos sobre su poder creador y su capacidad para protegernos y advertirnos sobre los riesgos. En general, necesitamos hacer mucho m¨¢s en torno a la educaci¨®n sobre las emociones y entender qu¨¦ nos dicen y c¨®mo cultivarlas, saber qu¨¦ nos advierten y c¨®mo fluir con ellas para liberar su potencia.
Meditar sobre el miedo nos trae a la memoria esos momentos en que nos sentimos paralizados y fr¨ªos, en que nos duele el est¨®mago y sufrimos ante lo incierto. Pero vale la pena preguntarnos por el valor de sentir miedo como fuerza inspiradora y generadora, para reivindicar el miedo como emoci¨®n, pero tambi¨¦n como concepto de futuro.
As¨ª es, el miedo nos conecta con el futuro, con lo que va a pasar, y para ello bebe de la imaginaci¨®n como facultad mental y creadora de escenarios. A diferencia de la tristeza, que muchas veces se aloja en el pasado, en lo que ocurri¨®, el miedo se pregunta siempre por lo que va a pasar y por el riesgo ante la incertidumbre.
Se dice que ante el miedo las reacciones naturales son la huida, la par¨¢lisis o el ataque, pero la verdad es que los peque?os miedos de los que est¨¢ hecha la vida son los que nos impulsan a arriesgar y nos dan la fuerza corporal y mental para actuar. Pensemos en una actividad que nos ocupa a cada uno. En mi caso, por ejemplo, dictar una clase a j¨®venes universitarios. Todav¨ªa recuerdo el primer d¨ªa en que estuve como profesora frente a un grupo de alumnos. Ten¨ªa 23 a?os y me congelaba ante la idea de tenerlos ah¨ª, me sent¨ªa insegura. Es m¨¢s, en mi inconsciente creo que sent¨ªa a los estudiantes casi como un enemigo que deb¨ªa neutralizar.
Ahora me r¨ªo de mi inmadurez. Hoy, frente a un grupo de alumnos, sigo sintiendo miedo, pero de una forma en que me da fuerza, emoci¨®n y sensaci¨®n de creaci¨®n. Ese miedo me hace esforzarme a hacerlo bien, me hace consciente de que los otros tambi¨¦n sienten miedo y que eso nos hace humanos, fr¨¢giles y bellos. Tambi¨¦n comprend¨ª que debemos cuidar nuestros miedos, para fluir con ellos como fuerza creadora.
Recuerdo a mi pap¨¢ cuando de peque?a me dec¨ªa: ¡°Si tiene miedo, no se levante¡±. S¨¦ que lo hac¨ªa con la idea de impulsarme. Pero hoy pienso que era ingenuo y equivocado, porque justamente ha sido el miedo productivo en mi vida el que me ha hecho hacer y lograr aquello que ni siquiera imagin¨¦; en el miedo a perder en muchas ocasiones he encontrado la fuerza y la disciplina para lograr mis objetivos. Quiero entender que mi pap¨¢ lo que quiso decirme es que no me dejara congelar por el miedo, porque hoy comprendo que es inevitable y que no debemos huirle.
Cuando estamos conectados saludablemente con nuestras emociones, somos capaces de reconocer un lugar o ambiente que representa un peligro, y all¨ª el miedo nos hace actuar con prudencia; tambi¨¦n nos hace cuidar algo cuando aparece el miedo a perderlo; el miedo a fallar en una prueba nos invita a esforzarnos m¨¢s para prepararnos. La incertidumbre ante el futuro nos llama a sabernos fr¨¢giles y a activar el poder de la imaginaci¨®n para so?ar y realizar nuevos mundos.
?Cu¨¢ndo nos congela el miedo? Cuando no lo respiramos, cuando dejamos que se riegue por el cuerpo y nos impide actuar, cuando evitamos reconocerlo y, sobre todo, cuando juzgamos el miedo como malo, sin abrazarlo como parte de nosotros mismos. ?Qu¨¦ har¨ªamos sin miedo? Probablemente no crear¨ªamos futuro de la misma manera, no avanzar¨ªamos en la ciencia y en el conocimiento para generar escenarios de mayor certidumbre, con la energ¨ªa movilizadora de la fuerza y la creatividad.
As¨ª que cuando sintamos miedo mir¨¦moslo con amor, sin aferrarnos a ¨¦l ni magnificarlo. Entonces la pr¨®xima vez que sientan ansiedad ante el futuro, los invito a abrazar la incertidumbre, a sentir sus miedos, a dejarse retar por ellos. Y si se sienten paralizados, agradezcan al miedo porque quiere protegerlos, pero inv¨ªtenlo a la fiesta, d¨ªganle: ¡°Acomp¨¢?ame y ay¨²dame a ser cuidadosa, pero a la vez audaz. Dame la fuerza f¨ªsica y ps¨ªquica para ver y crear el futuro¡±.
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