?Qu¨¦ se esconde detr¨¢s de nuestro miedo?
Es la emoci¨®n que m¨¢s nos limita, pero tambi¨¦n vital para la supervivencia. Nos parece l¨®gico que nos asuste la muerte, pero nos desconciertan los peque?os temores del d¨ªa a d¨ªa
Todos hemos sentido miedo. Es una emoci¨®n universal y tan fiel que nunca conseguiremos desprendernos de ella. Ahora bien, ?qu¨¦ se esconde detr¨¢s del miedo? En algunos casos, parece evidente: el temor a la muerte, a la enfermedad o a no llegar a fin de mes. Pero en otras ocasiones es m¨¢s sutil, aparece de repente y puede llegar a desconcertarnos, como la preocupaci¨®n por el qu¨¦ dir¨¢n o a equivocarnos. El miedo es la emoci¨®n m¨¢s limitante que tenemos, que m¨¢s nos da?a y nos angustia, y, al mismo tiempo, la m¨¢s importante en nuestra supervivencia. Por ello, en la medida que conozcamos qu¨¦ despierta nuestros temores podremos tener una informaci¨®n valiosa para conocernos mejor y actuar en consecuencia.
La mitolog¨ªa griega y romana nos ofrecen una pista interesante. Seg¨²n el mito, el temor es hijo de Venus, la diosa del amor, y de Marte, el dios de la guerra. Se trata de una met¨¢fora para expresar que el temor nace del ¡°amor¡± o, mejor dicho, del apego. Es decir, sentimos miedo de aquello que queremos y no deseamos perder. Por eso, no es de extra?ar que una de las grandes angustias del ser humano sea la muerte, y que alguien peligroso pueda ser quien no tiene mucho que perder.
El miedo trata de proteger nuestras necesidades b¨¢sicas. La necesidad reina es la supervivencia, pero luego cada persona va a entenderlo desde diferente perspectiva. Michael Pirson, profesor de la Universidad Fordham de Nueva York, explica en su libro Humanistic Management (Cambridge University Press, 2017) los diferentes tipos de necesidades esenciales que tenemos. Dos de ellas est¨¢n vinculadas directamente a la supervivencia f¨ªsica y las compartimos con el resto de los animales, como la necesidad de adquirir lo que necesitamos para vivir (cobijo, alimento¡) y la de defendernos de los peligros. Por eso, los tiempos de incertidumbre, un posible despido o un compa?ero m¨¢s brillante que nosotros que amenace nuestra posici¨®n en la empresa nos golpean la l¨ªnea b¨¢sica de flotaci¨®n y pueden despertar nuestros temores m¨¢s primitivos.
Adem¨¢s de las anteriores, el doctor Pirson reconoce otras dos necesidades m¨¢s: la de pertenencia y la de comprensi¨®n. ¡°La de pertenencia no deja de estar vincu?lada a la supervivencia¡±, asegura en la entrevista que mantuvimos. No hubi¨¦ramos sido capaces de llegar a adultos si no nos hubieran cuidado de peque?os. Somos unos mam¨ªferos muy desprotegidos al nacer, por eso necesitamos sentir el afecto de los que nos rodean para sobrevivir. Es precisamente de esta necesidad de donde se derivan otros miedos m¨¢s sutiles y que nos acompa?an silenciosamente.
Si nos paramos a reflexionar qu¨¦ nos despierta un posible fracaso, el temor al qu¨¦ dir¨¢n o a perder influencia en un grupo, podemos encontrar la necesidad de sentirnos queridos y de proteger nuestra autoestima, en ¨²ltima instancia. ¡°Si me equivoco, quiz¨¢ no sea tan brillante¡±, podr¨ªamos pensar. Dicha posibilidad nos despierta de manera inconsciente el temor a dejar de pertenecer y a ser excluidos. Esta reacci¨®n tambi¨¦n se activa en otras situaciones, como la de hablar en p¨²blico, mostrarse vulnerable o la posibilidad de perder influencia en nuestro c¨ªrculo personal o profesional.
Sabemos que nuestra supervivencia no depende de meter la pata en p¨²blico, pero las respuestas inconscientes ante esta emoci¨®n son muy primitivas. As¨ª lo resume Elsa Punset, autora del libro Propuestas para vivir en tiempos extraordinarios (Destino, 2020): ¡°Nuestro cerebro, programado para sobrevivir, exagera el miedo y tiende a ver amenazas y peligros donde no los hay. Y es que al cerebro no le importa que llegues feliz o creativo a la noche: le importa, por encima de todo, que llegues vivo¡±. Y la supervivencia emocional cada uno la interpreta a su manera, aunque no seamos conscientes.
Por ¨²ltimo, otra de las necesidades b¨¢sicas es la comprensi¨®n, que tenga un sentido lo que hacemos o, incluso, que podamos seguir aprendiendo y avanzando. En entornos donde nos sabemos el ¡°para qu¨¦¡± estamos haciendo las cosas, carecemos de un prop¨®sito o estamos estancados, en opini¨®n del doctor Pirson, puede despertarse en nosotros una amenaza y, por ende, su temor asociado.
Para aprender a reconciliarnos con nuestro miedo, necesitamos comprender qu¨¦ se esconde detr¨¢s de nuestras respuestas inconscientes y muchas veces exageradas. Reconocer el v¨ªnculo sutil con nuestra necesidad de supervivencia, de pertenencia, de comprensi¨®n o de desarrollo nos ayuda a tomar una nueva perspectiva. No vamos a vivir sin miedo, siempre surgir¨¢n temores que nos acompa?en en alg¨²n momento, y menos mal. Pero lo que s¨ª podemos lograr es que no nos domine en nuestras decisiones y en nuestro d¨ªa a d¨ªa. Y un paso para conseguirlo consiste en aprender a conocernos mejor y en identificar las necesidades b¨¢sicas que se esconden tras nuestros miedos.
Pilar Jeric¨® es autora del blog Laboratorio de felicidad.
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