La realidad es inconstitucional
Es dif¨ªcil que de la declaraci¨®n de la Corte resulte en una soluci¨®n efectiva al problema del asesinato sistem¨¢tico de l¨ªderes sociales, lo que sin duda hace es devolvernos a una de las paradojas de este pa¨ªs indomable
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Buenos d¨ªas, lectores,
Silencio. Eso es lo que causa el asesinato de un l¨ªder social. Silencio frente a injusticias, a vulneraciones de derechos, a la violencia¡ Y cuando son tantos l¨ªderes matados con impunidad ¨C 158 este a?o, seg¨²n cifras de Indepaz; 150, seg¨²n Human Rights Watch ¨C, ese silencio, te?ido de miedo y zozobra, resulta ensordecedor.
Esta no es una historia nueva. La denuncia popular de los asesinatos de l¨ªderes sociales surgi¨® tras el Acuerdo con las FARC en 2016 y fue una de las grandes proclamas de las protestas que paralizaron Colombia durante el Gobierno de Iv¨¢n Duque y pusieron los cimientos para la llegada de Gustavo Petro al poder en 2022. No fue sorpresa, entonces, que detener esta hemorragia fuese uno de los primeros objetivos declarados del reci¨¦n posesionado Petro el a?o pasado. Pero la tarea no es tan sencilla, no basta mostrar voluntad.
Este lunes la Corte Constitucional declar¨® el Estado de Cosas Inconstitucional ante la violencia contra los l¨ªderes sociales. El alto tribunal considera que hay una vulneraci¨®n sistem¨¢tica de los derechos de estos defensores que les afecta su seguridad y requiere medidas urgentes y estructurales para resolverse. ¡°La persecuci¨®n y el asesinato de l¨ªderes y lideresas sociales no solo implica la violaci¨®n de sus derechos fundamentales como individuos, sino que adem¨¢s representa la afectaci¨®n de las colectividades que lideran y de sus familias¡±, dice la Corte en un comunicado. Es un llamado de atenci¨®n al Gobierno y una alarma tambi¨¦n. Ante el silencio social impuesto con sangre, ante las estrategias deficientes del Estado para detener las muertes ¨C a pesar de que se ha visto una mejora frente al Gobierno anterior ¨C, la Corte vuelve a poner la situaci¨®n sobre la mesa.
La declaraci¨®n es la confirmaci¨®n que no necesit¨¢bamos para recordar y subrayar un grave problema social y de seguridad. Ser el pa¨ªs en el mundo donde m¨¢s matan l¨ªderes sociales, por mucho, deber¨ªa ser m¨¢s que suficiente para ilustrar la magnitud de la situaci¨®n. Lo que ha hecho la Corte es volverle a poner el foco, gener¨¢ndole al gobierno tambi¨¦n un problema pol¨ªtico y de imagen, pues le dificulta demostrar cambios radicales frente a Duque.
Porque no es que este Gobierno haya estado inactivo. Los expertos coinciden en que ha tenido una actitud mucho m¨¢s receptiva que el Ejecutivo anterior y ha puesto en marcha, aunque solo parcialmente, el plan que le presentaron al Gobierno al principio de su periodo en el poder. Se crearon 100 Puestos de Mando Unificado (PMU), espacios de articulaci¨®n interinstitucional en los municipios donde el nivel de violencia contra los defensores es m¨¢s alto; sin embargo, se quedaron en la fase de caracterizaci¨®n del conflicto en cada zona, m¨¢s que en la protecci¨®n concreta de la vida de las personas, fallando especialmente el sistema de alertas tempranas.
Es indudable que se tiene que hacer m¨¢s, que los resultados tienen que ser mejores ¨C este a?o se han reducido los asesinatos en un 15% ¨C. Aun as¨ª, el Gobierno tiene un reto enorme: mientras haya una gobernanza criminal en pugna en los territorios, es muy dif¨ªcil que se supere. Los liderazgos locales que son inconvenientes para alg¨²n grupo armado se saldan con violencia: amenazas, extorsiones y, si eso falla, asesinatos. As¨ª que la soluci¨®n es la misma de siempre, la piedra con la que siempre nos topamos: mayor y mejor presencia estatal en todo el territorio.
?Es dif¨ªcil que de la declaraci¨®n de la Corte resulte en una soluci¨®n efectiva al problema del asesinato sistem¨¢tico de l¨ªderes sociales, hay demasiados factores atravesados, aunque ojal¨¢ genere algo de acci¨®n, como ha ocurrido en el pasado con otras declaratorias, como las del hacinamiento carcelario o de la crisis social en la Guajira. Lo que sin duda hace es devolvernos a una de las paradojas de este pa¨ªs indomable. Es una frase que tiene dosis iguales de orgullo y de verg¨¹enza: la Constituci¨®n del 91 es una de las cartas magnas m¨¢s completas y progresistas del mundo, pero nunca se ha cumplido a cabalidad. En otras palabras, la realidad en Colombia es inconstitucional.
Otras historias
Antes de despedirme, les recomiendo estos art¨ªculos, reportajes y entrevistas que hemos publicado en la ¨²ltima semana para que est¨¦n al d¨ªa con lo ¨²ltimo que ha pasado en el pa¨ªs:
- Primero, Petro da otro paso para superar el prohibicionismo de la era Duque con el decreto derogado sobre el porte de drogas en espacios p¨²blicos, el cual reaviva el debate y coincide con el proyecto para regular el cannabis de uso adulto en el Congreso, aunque este se archiv¨® este martes en el Senado.
- Movi¨¦ndonos a lo ¨²ltimo en las negociaciones de paz con el ELN, tras el paso de Otty Pati?o a Alto Comisionado para la Paz, Vera Grabe, exsenadora y exmilitante del M-19, fue nombrada nueva jefa de la delegaci¨®n del Gobierno, convirti¨¦ndose en la primera mujer en liderar un equipo de conversaciones de paz en Colombia.
- En esta entrevista, Tatiana Andia, soci¨®loga de la salud con un c¨¢ncer incurable, aclara que s¨ª es necesario mejorar el sistema sanitario en Colombia: ¡°Espero que el sistema de salud no se derrumbe antes de que mi tratamiento deje de funcionar¡±.
- En este reportaje desde La Guajira, Diana L¨®pez Zuleta cuenta el sacrificio que supone llegar a las deficientes escuelas rurales para los ni?os de este departamento: dos horas de camino entre la maleza.
- Y finalmente, no se pueden perder esta investigaci¨®n especial de Belllingcat y Cerosetenta a ra¨ªz de los videos que el periodista Abelardo Liz film¨® en el momento en el que fue herido de muerte por una bala, usando las im¨¢genes y analizando el sonido de las balas para investigar lo sucedido. El ruido de las balas: ?qui¨¦n mat¨® al periodista Abelardo Liz?
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