Colombia ha encendido las alarmas por la posibilidad de que un nuevo fen¨®meno de La Ni?a cause grandes estragos en los pr¨®ximos meses. Tras un periodo de sequ¨ªa por El Ni?o, la disminuci¨®n en las temperaturas del oc¨¦ano Pac¨ªfico ecuatorial alerta ahora sobre una temporada de inundaciones masivas, deslizamientos de tierra y ciclones. El presidente Gustavo Petro reconoci¨® el 18 de mayo la gravedad de la situaci¨®n y orden¨® la creaci¨®n de un Puesto de Mando Unificado (PMU). ¡°Todos los alcaldes y alcaldesas deben tener claras sus zonas de alto riesgo clim¨¢tico¡±, remarc¨®. Mientras tanto, la Unidad Nacional para la Gesti¨®n del Riesgo de Desastres (UNGRD), inmersa en un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n, advirti¨® que el pa¨ªs ¡°no est¨¢ listo¡± para el desaf¨ªo. Empiezan, entonces, unas semanas decisivas para mitigar los impactos m¨¢s destructivos.

El fen¨®meno no debe confundirse con la usual temporada de lluvias, que ya comenz¨®. En los Andes y el Caribe, estos periodos son habituales entre abril y junio, y entre octubre y diciembre. Las precipitaciones de La Ni?a, en cambio, son m¨¢s imprevisibles. No tienen ciclos exactos y responden a la probabil¨ªstica, lo cual hace que acontezcan en algunos a?os y en otros no. En el caso de 2024, el Instituto de Hidrolog¨ªa, Meteorolog¨ªa y Estudios Ambientales (Ideam) pronostica que hay alrededor de 69% de posibilidades de que el fen¨®meno se manifieste entre julio y septiembre. Los estudios indican que se da cuando transcurren cinco meses consecutivos en los que la temperatura de las aguas superficiales del oc¨¦ano Pac¨ªfico ecuatorial est¨¢n 0,5 grados Celsius por debajo del promedio. Puede que ocurra, como puede que no.

E Instituto de Hidrolog¨ªa, Meteorolog¨ªa y Estudios Ambientales (Ideam) pronostica que hay alrededor de 69% de posibilidades de que el fen¨®meno se manifieste entre julio y septiembre. Los estudios indican que se da cuando transcurren cinco meses consecutivos en los que la temperatura de las aguas superficiales del Pac¨ªfico ecuatorial est¨¢n 0,5 grados Celsius por debajo del promedio. Puede que ocurra, como puede que no.

30¡ã

Prob. de precipitaciones: 96%

Humedad: 35%

Viento: a 8.1 km/h

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56mm

28¡ã

jun

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29¡ã

jul

27mm

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ago

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102mm

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oct

Las razones tambi¨¦n difieren. Andrea Devis-Morales, ocean¨®loga y profesora de la Universidad del Rosario, comenta por tel¨¦fono que las precipitaciones de las temporadas de lluvias se relacionan con la ubicaci¨®n del sol. Los vientos del sur y del norte se encuentran en las zonas de mayor radiaci¨®n, con presiones m¨¢s bajas, y botan el agua que ven¨ªan recogiendo. Por otro lado, La Ni?a depende del oc¨¦ano. Las temperaturas inusualmente bajas del agua hacen que las zonas de convergencia de los vientos se trasladen del oc¨¦ano a sitios m¨¢s c¨¢lidos del continente. ¡°El oc¨¦ano es el termostato del planeta, el que regula que las cosas ocurran o no. Si algo an¨®malo le pasa, se ve reflejado en la atmosfera: llueve donde no tiene que llover y hay sequ¨ªa donde deber¨ªa estar lloviendo¡±, remarca la acad¨¦mica.

Los efectos de La Ni?a no son uniformes. Colombia es uno de los pa¨ªses en los que el fen¨®meno se manifiesta en un exceso de lluvias ¡ªen otros, como Per¨², las alteraciones de El Ni?o y La Ni?a se invierten¡ª. Asimismo, no suele verse afectado todo el territorio colombiano, seg¨²n aclara por tel¨¦fono el meteor¨®logo Christian Eusc¨¢tegui. ¡°En algunas ocasiones las precipitaciones han sido generalizadas, pero tienden a particularizarse m¨¢s en las regiones Andina, Caribe, Pac¨ªfica y algunas ¨¢reas de la Orinoqu¨ªa¡±, afirma. Aumentan, en esos lugares espec¨ªficos, las probabilidades de que se produzcan deslizamientos de tierras, desbordamiento de r¨ªos e inundaciones.

La emergencia clim¨¢tica

El presidente Petro ha enmarcado la situaci¨®n dentro de la emergencia clim¨¢tica. ¡°La crisis es imprevisible. Los predecibles fen¨®menos de El Ni?o y La Ni?a cobran ahora imprevisibilidad. No era normal que inmediatamente despu¨¦s de El Ni?o viniera con fuerza La Ni?a, pero as¨ª es ahora¡±, coment¨® en sus redes sociales cuando anunci¨® la creaci¨®n de un PMU. A favor de su suposici¨®n se encuentra que 2023 fue el a?o m¨¢s caluroso del que se tenga registro, seg¨²n el Servicio de Cambio Clim¨¢tico de Copernicus. De igual manera, la temperatura de las superficies de los mares alcanz¨® niveles r¨¦cord en los primeros meses del a?o pasado, de acuerdo con datos de la Administraci¨®n Nacional Oce¨¢nica y Atmosf¨¦rica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en ingl¨¦s).

Los expertos, sin embargo, enfatizan en que todav¨ªa faltan m¨¢s estudios para establecer una relaci¨®n entre el cambio clim¨¢tico y estos fen¨®menos. Camilo Prieto, profesor de cambio clim¨¢tico y salud ambiental en la Universidad Javeriana, se?ala por tel¨¦fono que La Ni?a y El Ni?o ocurren desde hace milenios y que no hay registros precisos de c¨®mo eran en tiempos m¨¢s lejanos al siglo XX. ¡°No hay evidencia para decir que ahora sean m¨¢s frecuentes, aunque podemos decir que se est¨¢n sobreponiendo¡±, subraya respecto a que Colombia enfrent¨® La Ni?a durante tres a?os consecutivos antes de que llegara El Ni?o la ¨²ltima vez. Algo similar opina el meteor¨®logo Eusc¨¢tegui: ¡°Es dif¨ªcil se?alar de forma tajante que est¨¢n teniendo una mayor frecuencia. Lo que se ha llegado a determinar es que tienen una tendencia a ser m¨¢s intensos¡±.

La profesora Devis-Morales, en tanto, es la m¨¢s dispuesta a considerar que puede haber alg¨²n tipo de v¨ªnculo con el cambio clim¨¢tico. ¡°Creemos que El Ni?o, al menos, se est¨¢ acoplando con eventos de calentamiento global. Antes ocurr¨ªa una vez cada cinco o siete a?os. Ahora es m¨¢s frecuente y hablamos de tres o cinco a?os¡±, remarca. ¡°El calentamiento global est¨¢ afectando a todo el planeta. Cambian los vientos, llueve donde no llov¨ªa y hay sequ¨ªa en lugares en los que antes llov¨ªa¡±, valora. Sin embargo, subraya tambi¨¦n que El Ni?o y La Ni?a siempre han existido y que no se sabe exactamente c¨®mo es que el cambio clim¨¢tico los afecta de manera directa. ¡°Todav¨ªa hay mucho que explicar. No tenemos claro cu¨¢l es el futuro de estos fen¨®menos¡±, dice.

Los preparativos

El director de la UNGRD, Carlos Carrillo, ha reconocido que el pa¨ªs no est¨¢ listo para enfrentar el impacto de La Ni?a, que hacia finales de a?o coincidir¨ªa con la segunda temporada de lluvias. ¡°Es una realidad, hace parte de las consecuencias de no haber afrontado las preparaciones con la debida profundidad y rigor¡±, dijo a principios de este mes en declaraciones a medios. No ha eludido que su predecesor, Olmedo L¨®pez, est¨¢ implicado en casos de corrupci¨®n que han golpeado al Gobierno de Petro y que incluyen sobrecostos en varios contratos. ¡°Muchos proyectos de la UNGRD no se han hecho por corrupci¨®n¡±, reconoci¨® Carrillo, que reemplaz¨® a L¨®pez hace poco m¨¢s de dos meses.

El profesor Prieto considera que uno de los principales problemas es que muchas personas se han asentado en humedales durante los ¨²ltimos meses. ¡°Venimos de una temporada de sequ¨ªa en la que los humedales se secaron. Eso hizo que haya personas que se fueron a vivir ah¨ª porque creyeron que eran terrenos aptos para viviendas. Pero despu¨¦s llega la lluvia y el agua recupera su espacio¡±, remarca. Para el experto, lo principal en estos meses es fortalecer los sistemas de alertas tempranas con instrumentos como medidores de caudales en los r¨ªos. ¡°Las amenazas no se pueden eliminar porque no se puede eliminar a La Ni?a. Pero s¨ª podemos reducir las vulnerabilidades y reubicar a las poblaciones en riesgo¡±, afirma.

Deivis-Morales a?ade que hay que revisar los puntos cr¨ªticos en las monta?as con peligro de derrumbe y en los r¨ªos con probabilidades de desbordamientos. ¡°Ya se han detectado sitios cr¨ªticos en monta?as que siempre se desploman cuando llueve. Ya deber¨ªamos estar revis¨¢ndolos y evaluando medidas, como colocar geotextiles y barras. Pero las medidas siempre las implementamos tarde, cuando la monta?a ya se cay¨® y todo es m¨¢s caro¡±, apunta la profesora, que tambi¨¦n menciona la necesidad de reforestar las riberas de los r¨ªos.

La acad¨¦mica advierte, adem¨¢s, que algunas obras de infraestructura son contraproducentes. ¡°Hist¨®ricamente hemos desviado el cauce de los r¨ªos para hacerlos en l¨ªnea recta. Pero el agua tiene memoria. Cuando le quieres quitar la curva a un r¨ªo que lleva miles de a?os con esa vuelta, el r¨ªo se acuerda y se inunda¡±, subraya. Prieto coincide: ¡°Los diques fallan por tratar de frenar el pulso del agua, sin comprender que tenemos que adaptarnos a ella. El 26% del territorio colombiano corresponde a humedales, es decir, ¨¢reas inundables. La perspectiva que debe tener Colombia es la de un pa¨ªs anfibio: debe ordenarse en torno al agua, no buscar frenarla¡±.

La Ni?a 2010-2011

Se caracteriz¨® por ser un periodo de lluvias intensas, inundaciones, deslizamientos de tierra y crecientes de r¨ªos. Hubo afectaciones en ¨¢rea rural y ¨¢rea urbana.

Instituto de Hidrolog¨ªa, Meteorolog¨ªa y Estudios Ambientales (IDEAM). An¨¢lisis del impacto del fen¨®meno ¡°la ni?a¡± 2010-2011 en la hidro climatolog¨ªa del pa¨ªs.

2016-2017

La Guajira, Atl¨¢ntico y Bol¨ªvar experimen- taron sequias intensas, para el resto de los departamentos hubo precipitaciones intensas, inundaciones, deslizamientos de tierra y crecientes de r¨ªos.

Instituto de Hidrolog¨ªa, Meteorolog¨ªa y Estudios Ambientales (IDEAM). Fen¨®meno de El Ni?o y La Ni?a 2016-2017.

2020-2021

Se caracteriz¨® por ser un periodo con inundaciones, deslizamientos y grandes pre- cipitaciones en el ¨¢rea rural y urbana.

Instituto de Hidrolog¨ªa, Meteorolog¨ªa y Estudios Ambientales (IDEAM). Fen¨®meno de El Ni?o y La Ni?a 2020-2021.

El meteor¨®logo Eusc¨¢tegui, por su parte, cree que ya es tarde para hacer obras. ¡°Ya estamos en temporada de lluvias. Para construir se deber¨ªan haber aprovechado los meses de El Ni?o¡±, afirma. Para ¨¦l, la mejor opci¨®n disponible es trabajar con las comunidades locales en las reubicaciones que sean necesarias. ¡°Ellos saben d¨®nde hist¨®ricamente hay movimientos en masa y cu¨¢les son las zonas m¨¢s vulnerables¡±, comenta.

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