El negocio del ¡®wellness¡¯ en Colombia crece aceleradamente como un ant¨ªdoto para tiempos inciertos
La facturaci¨®n de la industria del bienestar encuentra su lugar desde el a?o de la pandemia
La fusi¨®n entre la pandemia m¨¢s mort¨ªfera en un siglo, la sobredosis de ruido, y las horas sepultadas en las redes sociales ha acelerado la b¨²squeda del silencio. Tambi¨¦n ha tensado las contradicciones entre la devoci¨®n ancestral al hedonismo y una vida rica en h¨¢bitos saludables. En un mundo consciente de que la medicina tradicional o la m¨ªstica religiosa no bastan para destripar todos los misterios o sinsabores de la vida, el inventario de negocios asociados ...
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La fusi¨®n entre la pandemia m¨¢s mort¨ªfera en un siglo, la sobredosis de ruido, y las horas sepultadas en las redes sociales ha acelerado la b¨²squeda del silencio. Tambi¨¦n ha tensado las contradicciones entre la devoci¨®n ancestral al hedonismo y una vida rica en h¨¢bitos saludables. En un mundo consciente de que la medicina tradicional o la m¨ªstica religiosa no bastan para destripar todos los misterios o sinsabores de la vida, el inventario de negocios asociados al alcance del bienestar, o wellness, ha presenciado una explosi¨®n vertiginosa en Colombia. Su cat¨¢logo es cada vez m¨¢s dif¨ªcil de encuadrar y por el camino se multiplican desde profesionales rigurosos que siguen de cerca las publicaciones con la evidencia cient¨ªfica m¨¢s s¨®lida, hasta un enjambre de dudosos curanderos, pseudo chamanes u otros oportunistas que venden esperanzas improbables.
En Colombia no existen gremios que engloben o clasifiquen la diversidad de tipolog¨ªas. Tampoco hay mayor supervisi¨®n sobre consultas psicol¨®gicas o la venta de productos que, cada vez m¨¢s, apelan al mundo de la farmacolog¨ªa a trav¨¦s del uso de hongos alucin¨®genos. Pero desde las experiencias vitales en la naturaleza, hasta los centros de yoga, spas, o retiros con ambientaci¨®n oriental encuadran dentro de la misma industria: ¡°Despu¨¦s de la pandemia ha crecido una cultura donde todos estamos m¨¢s atentos a promover el bienestar. Las ciudades comienzan a pensar m¨¢s en los peatones y los lugares para hacer ejercicio y las empresas abren espacios para que los padres puedan dejar a sus peque?os¡±, asegura Mar¨ªa Elena Garassini, especialista doctorada en Psicolog¨ªa.
Para formarse una idea, en Estados Unidos el gasto corporativo en 2022 en aplicaciones digitales y programas de mindfulness, o conciencia plena, as¨ª como talleres centrados en t¨¦cnicas de resiliencia, ascendi¨® a 51 billones de d¨®lares, seg¨²n el Global Wellness Institute estadounidense. Alejandra Uribe, abogada de 36 a?os, fund¨® hace dos a?os un emprendimiento llamado Al¨¨ Mente Presente, que mezcla excursiones, retiros y cursos que giran en torno a la gesti¨®n emocional. Certificada en Los ?ngeles bajo un m¨¦todo emparentado con el mindfulness, reafirma que la modalidad de trabajo con las empresas es la que m¨¢s ha avanzado en los ¨²ltimos meses.
¡°La perspectiva de crecimiento es enorme¡±, explica Uribe, ¡°en temas de B2C (negocio a consumidor) pas¨¦ de 100 clientes en 2023 a casi 1000 en lo que va de 2024. Las empresas est¨¢n migrando a una b¨²squeda del bienestar y de c¨®mo proveer a sus empleados herramientas para balancear su autoconocimiento y mejorar la productividad¡±. Una realidad que ya se ha abordado desde las consultoras m¨¢s grandes del mundo con an¨¢lisis que anticipan a principios de cada a?o las tendencias del mercado.
Tambi¨¦n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, agencia sanitaria de las Naciones Unidas, se ha dedicado desde hace unos a?os a profundizar y documentar con lupa un marco para comprender mejor el concepto de autocuidado. ¡°Se habla del bienestar trascendental o espiritual, que tiene que ver con la salud relacional y un proyecto de vida positivo, donde me siento importante para los dem¨¢s y siento que estoy dejando un legado a mi comunidad¡±, resume Garassini.
Lo inquietante para Felipe Galvis, un ejecutivo de 40 a?os, hoy dedicado a impartir cursos de respiraci¨®n consciente con diversas metodolog¨ªas como la exposici¨®n al fr¨ªo, es el crecimiento del n¨²mero de personas deshonestas que juegan con las expectativas de sus clientes: ¡°Yo los llamo instructores de Youtube, porque ven dos videos y con eso ya empiezan a organizar talleres y cobrar¡±. Bajo las malas pr¨¢cticas de esta corriente, el n¨²mero de seguidores en las redes sociales y otros medidores asociados a la imagen se convierten en el mejor sello de validaci¨®n social.
¡°El estudio cient¨ªfico y la informaci¨®n veraz hoy son fundamentales. De otra forma ser¨ªa inimaginable tener a consultores de McKinsey o ejecutivos de Nike como los que hemos formado en nuestros programas. Si ellos no entendieran el sustento o el impacto m¨¦dico que hay detr¨¢s, no se prestar¨ªan para esto¡±, agrega Galvis, quien trabaja la mitad del a?o en Espa?a y la otra en Colombia. Una buena parte de toda esta oferta tiene ra¨ªz en t¨¦cnicas at¨¢vicas como el yoga, la meditaci¨®n o la pr¨¢ctica del zen. Por eso Stefano Vinaccia, doctorado en Psicolog¨ªa, lanza algunas advertencias.
¡°Se han hecho centenares de estudios e investigaciones desde los a?os 50 del siglo pasado y est¨¢ demostrado que, con un trabajo sistem¨¢tico, s¨ª se puede alterar ciertas funciones biol¨®gicas a trav¨¦s de estas t¨¦cnicas de meditaci¨®n oriental¡±, contin¨²a Vinaccia. Precisa, sin embargo, que los experimentos se han desarrollado con grupos peque?os de practicantes asiduos en condiciones controladas: ¡°Por lo tanto, llegar al bienestar implica una disciplina de a?os. Meditar y relajarse est¨¢ muy bien, pero esto no es una cuesti¨®n tan sencilla como se ha ofrecido a la gente en Occidente¡±, a?ade.
El fen¨®meno del cuidado de la mente y el esp¨ªritu est¨¢ asociado tambi¨¦n a la creciente desafecci¨®n con las religiones tradicionales. La psiquiatra Danelia Cardona argumenta que la incursi¨®n en dichas pr¨¢cticas meditativas se apoya, precisamente, en una apertura a la trascendencia espiritual que antes se canalizaba exclusivamente a trav¨¦s de instituciones como la iglesia cat¨®lica. ¡°La gente busca respuestas nuevas. Las expectativas cambian y las quejas o reclamos han desembocado en la utilizaci¨®n de caminos alternativos dentro de otros campos del misticismo¡±, dice.
Valentina Montoya, psic¨®loga de 31 a?os, es especialista en terapia breve estrat¨¦gica. En paralelo a su consulta privada impulsa un emprendimiento a trav¨¦s de redes sociales bautizado valwellness. Su experiencia le ha dado herramientas para identificar las virtudes y falencias de algunos de estos campos: ¡°He atendido pacientes que han hecho terapia con hongos y les ha funcionado, y he visto a otros que han llegado con psicosis despu¨¦s de hacer ayahuasca. Creo que el mayor peligro es la proliferaci¨®n de maestros espirituales que no han estudiado nada relacionado con la mente¡±. Ejemplifica lo anterior con el caso de una paciente que padece trastorno obsesivo-compulsivo: ¡°Una astr¨®loga ley¨® su carta astral y le dio todo tipo de informaci¨®n sin fundamento que la dej¨® en estado de p¨¢nico¡±.
Otras categor¨ªas de negocio que han evolucionado en paralelo son los gimnasios, las vitaminas o suplementos para el sue?o, y la ropa deportiva para correr o hacer yoga. Todos esos segmentos est¨¢n asociados a la b¨²squeda de una vida sana y estable por igual. Para Mar¨ªa Elena Garassini, sin embargo, el foco, en gran medida, se ha desviado hacia una visi¨®n ¡°muy estereotipada¡±, allegada al mundo del placer instant¨¢neo, del turismo de Instagram y la busca de la juventud eterna. En su opini¨®n, entregarse a la dictadura de la ¡°alimentaci¨®n perfecta, de vernos bien de acuerdo a un estereotipo de belleza¡± solo ha multiplicado la ansiedad y patolog¨ªas como la ortorexia¡ªun desorden alimenticio derivado de la ansiedad exagerada por comer sano.
Consciente, en todo caso, de que procurarse una vida psicol¨®gica integral y sana es consustancial al ser humano, a Rodrigo Pel¨¢ez, maestro avezado en yoga y artes marciales, no deja de llamarle la atenci¨®n el auge de los ¨²ltimos tres a?os. Recuerda cuando entrenaba en las ma?anas kick-boxing en un parque de la Bogot¨¢ de los a?os 90 y la gente lo miraba como un ¡°bicho raro¡±. Tres d¨¦cadas m¨¢s tarde, relata, lo dif¨ªcil es hallar a ciertas horas un espacio para meditar, correr, practicar Tai-Chi o desarrollar ejercicios de calistenia.
A sus 47 a?os se ha autoexiliado en una casa de campo a las afueras de la capital, desde donde ofrece cursos de Chi Kung y otros paquetes. Su conclusi¨®n recoge de una forma simple y n¨ªtida la b¨²squeda de tantos, hoy igual que en tiempos de Plat¨®n, en medio de un mundo plagado de enigmas quiz¨¢s irresolubles: ¡°Estar vivo y de por s¨ª respirando ya es un milagro. Cualquiera de las escuelas que profundicen con rigor sobre esa idea tan b¨¢sica, puede darle un cambio de ¨®ptica y amplitud mental a la gente¡±.
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