Milagro en el Delta del Ebro: el camping que se convirti¨® en una obra maestra de la arquitectura

Pionera del turismo, la catalana Mar¨ªa Carmen Masi¨¢ fund¨® en 1956 el camping Alfacs en Alcanar (Tarragona, 9.612 habitantes). Era entonces una zona rural de secano, un paisaje de olivos y algarrobos que se convirti¨® en un oasis vacacional. Seis d¨¦cadas despu¨¦s, su hijo, Mario Gianni, decidi¨® que era el momento de dejar de mirar al pasado para hacerlo al futuro. En 2016 se puso en manos de un grupo de j¨®venes e ilusionados arquitectos para ¡°conseguir el efecto guau entre la clientela pero sin ser horteras¡±, recuerda el empresario. ¡°Y lo han logrado¡±, confirma tras celebrar que el trabajo realizado por Pau Bajet y Mar¨ªa Giram¨¦ ¨Cdel estudio Bajet Giram¨¦¨C y Manuel Juli¨¢ ¨CJAAS¨C ha sido reconocido en los Premios FAD 2024 por la ¡°nueva y magn¨ªfica idea del habitar en este modelo vacacional¡±, seg¨²n el jurado. Es la primera vez que un camping obtiene el este prestigioso galard¨®n en la categor¨ªa de Ciudad y paisaje.

La renovaci¨®n abarca la topograf¨ªa, el paisajismo y la arquitectura, amable y que invita a la desconexi¨®n. Todo cumple con las premisas de Gianni, muy abiertas de inicio: vinculaci¨®n a la cercana reserva natural del Delta del Ebro, integraci¨®n en el paisaje y una l¨ªnea de arquitectura mediterr¨¢nea sin estridencias. ¡°La idea era que el cliente pensara: para qu¨¦ irme lejos si tengo algo as¨ª aqu¨ª¡± explica el responsable del camping. Hab¨ªa, sin embargo, un condicionante clave: que las obras s¨®lo se realizaran en invierno, los ¨²nicos meses en que las instalaciones est¨¢n cerradas. Hab¨ªa que hacerlo, adem¨¢s, por fases para que el recinto pudiera funcionar durante la temporada de calor. Entre otros aspectos, para poder financiar las obras, realizadas en m¨¢s de 8.000 metros cuadrados y cuyo presupuesto ha rondado los cuatro millones de euros.

¡°Lo primero que hicimos fue echar una mirada general al territorio y a su entorno. Luego nos enfocamos en el camping¡±, relata la arquitecta Mar¨ªa Giram¨¦, de 36 a?os, que junto a Pau Bajet (tambi¨¦n 36) trabaj¨® en Londres en las oficinas del Premio Pritzker David Chipperfield, donde coincidieron con Juli¨¢ (de 38 a?os) antes de crear sus respectivos estudios de vuelta a Barcelona. ¡°Para lograr algo singular buscamos subrayar lo espec¨ªfico de la zona, es decir, la arquitectura rural humilde de materiales cercanos, pero tambi¨¦n ir un poco m¨¢s all¨¢ para encontrar esa singularidad¡±, a?ade Bajet. La idea central de sus bocetos era la del disfrute del territorio, apostar por el paisaje y subrayar la importancia de las sombras. ¡°Hubo mucho empe?o en crear espacios de confort al aire libre¡±, insiste Manuel Juli¨¤.

Una peque?a ciudad

Ambos equipos pusieron la arquitectura al servicio de las vacaciones. Tomaron ejemplos de campings como La Ballena Alegre (construido por Frances Mitjans en Girona) o la idea de La ciudad de Reposo del Grupo de Arquitectos y T¨¦cnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contempor¨¢nea (Gatcpac). Revisaron la obra de arquitectos como el portugu¨¦s ?lvaro Siza, las casas en Cerde?a del italiano Alberto Ponis o los poblados de colonizaci¨®n de Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez del Amo, que juegan entre lo vern¨¢culo y la modernidad. ¡°Nos acercamos a todo ello de una forma desenfadada, no siendo demasiado literales con esas referencias¡±, reconocen los arquitectos sobre un proyecto que tambi¨¦n se acerca al llamado estilo del relax de las primeras obras tur¨ªsticas de la Costa del Sol en los a?os 50 y 60.

De ah¨ª que los arquitectos hayan desarrollado una serie de estrategias que transforman el camping en una peque?a ciudad. Tiene incluso su calle principal, un eje central que llega desde la puerta del recinto hasta el mar, distribuyendo por el camino los distintos barrios de esa te¨®rica localidad. En esta v¨ªa se encuentran los dos edificios de referencia: uno acoge la recepci¨®n y el supermercado y otro el restaurante. Ambos fueron construidos en 2020, un a?o despu¨¦s de la primera actuaci¨®n. En la zona de la derecha hay un pabell¨®n con duchas, ba?os y zona para la limpieza de enseres. Estas instalaciones est¨¢n ubicadas alrededor de un patio que sirve de punto de encuentro para quienes ocupan las parcelas de acampada, situadas cerca. La zona de la izquierda fue renov¨¢ndose en los siguientes inviernos: 24 caba?as prefabricadas de madera y una nueva piscina que linda con el Mediterr¨¢neo. ¡°Se valora la transformaci¨®n de un gran espacio exterior que, con una muy buena lectura del terreno y una serie de estrategias inteligentes, consigue revalorizar ese espacio natural frente al mar¡±, se?alan desde el jurado de los Premios FAD, donde tambi¨¦n destacan ¡°un cuidado exquisito en el uso de la vegetaci¨®n y los materiales de construcci¨®n que conectan el conjunto con el paisaje circundante¡±.

Piedra de S¨¨nia

Los materiales sirven para crear un di¨¢logo entre lo artificial y lo natural. La base es el hormig¨®n. Con ¨¦l diferencian distintos espacios a modo de terrazas agr¨ªcolas y estructuran el terreno con plataformas o escaleras. Otro material fundamental es la piedra de S¨¨nia, de tonos ros¨¢ceos y obtenida en una cantera cercana. Es una roca que se ha incorporado al proyecto en varios formatos: desde cortada para embellecer distintos elementos hasta en forma de grava para delimitar espacios exteriores. Tambi¨¦n est¨¢ incrustada en el muro de hormig¨®n circular que hay en la piscina ¨Crodeada de arena de s¨ªlex que consigue crear una playa junto al mar¨C sometido a un proceso de erosi¨®n. Est¨¢ inspirado en una pared del recinto original, asentada en primera l¨ªnea y desgastada por las olas.

Los edificios centrales ¨Crecepci¨®n y restaurante¨C son los m¨¢s altos. Su singular dise?o parte de la arquitectura tradicional mediterr¨¢nea: muros gruesos y peque?as ventanas para conseguir confort t¨¦rmico en su interior. Cuentan con una mirada futura: un z¨®calo de bloques de tierra compactada, de un metro de largo y procedentes de Lleida. ¡°Es el muro de tapial de toda la vida, solo que en versi¨®n industrializada¡±, se?ala Manuel Juli¨¤. Suponen una versi¨®n m¨¢s cuidada del tradicional ladrillo visto y conectan a la perfecci¨®n con el resto de las fachadas, blancas y con cubiertas inclinadas recubiertas de tejas. Para conseguir la apertura al exterior, ambos inmuebles tienen grandes salidas mediante espacios intermedios, que sirven de transici¨®n y cuentan con p¨¦rgolas cubiertas de vegetaci¨®n que dejan pasar el sol en invierno y generan sombra durante el verano.

Las caba?as de madera de pino son otra de las sorpresas de este camping. Fueron dise?adas por los arquitectos, construidas por una empresa en un pol¨ªgono de Tarragona y colocadas despu¨¦s en el camping sobre peque?as estructuras de hormig¨®n. Componen un peque?o poblado y, a la vez, dan sensaci¨®n de baja densidad: apenas se diferencia cuando empieza una o acaba la otra, ¡°pero no suponen un muro continuo: se adaptan a la topograf¨ªa y todas tienen terrazas con vistas al mar¡±, sostiene Mar¨ªa Giram¨¦, quien a?ade que el recinto est¨¢ en constante transformaci¨®n y quedan cosas por hacer. Eso s¨ª, tras cinco a?os de obras y la aparici¨®n de algunas canas y arrugas nuevas en todo el equipo, ahora toca respirar. ¡°Hemos parado, pero continuaremos¡±, concluyen con la misma ilusi¨®n con la que empezaron. As¨ª, adem¨¢s, dispondr¨¢n de m¨¢s tiempo para otros proyectos en marcha, como 83 viviendas para personas mayores para el Ayuntamiento de Barcelona o 72 pisos sociales para el Ayuntamiento del Prat de Llobregat, entre otros.