Rodolfo Hern¨¢ndez, el empresario que demostr¨® que en Colombia hay espacio para un Trump o un Milei
Este lunes muri¨® quien sum¨® casi 11 millones de votos en la segunda vuelta presidencial de 2022 tras una campa?a propia de un ¡®outsider¡¯ antipol¨ªtico y sin una propuesta ideol¨®gica o pol¨ªtica bien definida
¡°?Felicitaciones a Javier Milei por su triunfo en Argentina! Milei es un tipo valiente y honesto que no le tiene miedo a decir las verdades. Su triunfo es una se?al de que los pueblos de nuestra regi¨®n est¨¢n cansados de la corrupci¨®n y la desigualdad. Ahora a trabajar duro, a pasarle la motosierra a la burocracia y a la politiquer¨ªa¡±, escribi¨® en noviembre de 2023 Rodolfo Hern¨¢ndez, el empresario devenido pol¨ªtico que estuvo a punto de ser presidente de Colombia, y que ha muerto este lunes. En un pa¨ªs institucionalista y legalista, en el que todos los presidentes recientes han sido elegidos como incididos de la pol¨ªtica, una felicitaci¨®n al libertario de extrema derecha, m¨¢s all¨¢ de los saludos protocolarios, fue inusual. El expresidente ?lvaro Uribe, el l¨ªder m¨¢s significativo de la derecha colombiana en el ¨²ltimo cuarto de siglo, fue mucho m¨¢s parco. ¡°Felicitaciones presidente Milei, que tenga ¨¦xito por el bien de Argentina y de todos nuestros pa¨ªses¡±, dijo entonces.
Ese contraste se?ala el significado que tuvo el exalcalde de Bucaramanga para la pol¨ªtica colombiana. Mientras sus vecinos han tenido presidentes que llegaron desde afuera del sistema pol¨ªtico ¡ªHugo Ch¨¢vez en Venezuela, Ollanta Humala o Alberto Fujimori en Per¨², Abdal¨¢ Bucaram o Rafael Correa en Ecuador¡ª, en Colombia eso no ha ocurrido. La elecci¨®n de Gustavo Petro en 2022, justamente tras vencer a Hern¨¢ndez, fue una apertura hist¨®rica en un pa¨ªs que no hab¨ªa elegido a un mandatario de izquierdas en d¨¦cadas, pero no se trat¨® de un outsider comparable de la pol¨ªtica. Exalcalde de Bogot¨¢, dos veces elegido representante a la C¨¢mara, dos veces al Senado y candidato presidencial de 2010 y 2018, Petro era una figura conocida y respetada en la pol¨ªtica.
Hern¨¢ndez no. Ingeniero civil de profesi¨®n, durante cuatro d¨¦cadas se dedic¨® a la construcci¨®n en su natal Santander. Piedecuesta, donde naci¨® hace 79 a?os, y las vecinas Floridablanca o Bucaramanga ¡ªla capital departamental¡ª llevan hoy la huella de las casas y edificios que hizo. En se camino, se hizo rico y amigo de buena parte de la clase pol¨ªtica local, una zona de fuerte raigambre liberal, e incluso fue brevemente concejal de Piedecuesta por ese partido a finales de los a?os setenta. Financi¨® campa?as, ayud¨® a congresistas, se hizo parte de cierta ¨¦lite local.
Fue apenas a los 70 a?os, cuando tantos logran o esperan estar ya retirados, que decidi¨® iniciar una nueva vida, ahora como candidato a la Alcald¨ªa de la capital santandereana. Haber llegado a la vida electoral a esas alturas fue el primer aporte a su imagen de extra?o, de figura disruptiva en la ¨²ltima gran ciudad colombiana que dominaban los pol¨ªticos tradicionales. Su campa?a refrend¨® esa chapa. Su hermano Gabriel, ingeniero reconvertido en fil¨®sofo, fue el ide¨®logo de un movimiento que llamaron L¨®gica, ?tica y Est¨¦tica. El ingeniero, como fue conocido desde entonces, enarbol¨® algunas banderas t¨ªpicas de la antipol¨ªtica y cierto populismo: el se?alamiento a los dem¨¢s de ser corruptos, la promesa de llevar al Estado local procesos m¨¢s propios del sector privado, el uso de transmisiones en redes sociales para comunicarse directamente con los ciudadanos, la entrega de su sueldo a personas menos favorecidas. La riqueza acumulada por a?os le dio a Hern¨¢ndez un nivel de independencia econ¨®mica que pocos pol¨ªticos colombianos pueden tener, una diferencia m¨¢s para reforzar sus diferencias frente a los candidatos usuales.
El ingeniero logr¨® cambios significativos en la ciudad, especialmente en el ¨¢rea administrativa, y ayud¨® a romper parte de las redes clientelares habituales en buena parte de la pol¨ªtica local colombiana. Caracterizado por su espontaneidad y su locuacidad, las salidas de tono que sus cr¨ªticos se?alaron de machistas, groseras o simplemente abusivas no hicieron mella en su imagen. Por el contrario. Un episodio de violencia e intolerancia lo dio a conocer fuera del departamento. A inicios de 2018 invit¨® al concejal opositor John Claro a su programa en Facebook Live, y termin¨® abofete¨¢ndolo frente a las decenas o cientos de ciudadanos conectados, que r¨¢pidamente se convirtieron en decenas de miles por la viralizaci¨®n del video. ¡°Mientes, hijueputa¡±, se escucha decir al mandatario, tras ocho minutos de una conversaci¨®n cada vez m¨¢s candente en la que se cruzan acusaciones. En un pa¨ªs en el que las encuestas muestran que las personas descreen de la clase pol¨ªtica, en el que la violencia se ha visto como forma de resolver las diferencias, muchos vieron en la actitud de Hern¨¢ndez una muestra de independencia. Aunque le vali¨® una suspensi¨®n de su cargo, Rodolfo sigui¨® adelante.
Tampoco le hizo da?o el creciente esc¨¢ndalo conocido como Vitalogic, por una empresa interesada en ganar la licitaci¨®n para la disposici¨®n de basuras de la ciudad. Poco a poco se fue revelando una irregularidad: uno de sus hijos era lobbyista de la compa?¨ªa y hab¨ªa firmado y notarizado un contrato que le aseguraba una jugosa comisi¨®n de 666.000 d¨®lares si la compa?¨ªa ganaba el contrato. El alcalde negaba conocer de ese negocio de un hijo d¨ªscolo, y sigui¨® en su cargo. Solo sali¨® por decisi¨®n propia, luego de que la Procuradur¨ªa lo amonestara por hacer campa?a a favor de su sucesor, Juan Carlos C¨¢rdenas. La decisi¨®n fue sencilla: renunciar para que nada le impidiera ayudar a elegir a su designado, como finalmente ocurri¨®. Hern¨¢ndez dej¨® la Alcald¨ªa con una popularidad del 85%, C¨¢rdenas gan¨® con el 48% de los votos y ning¨²n otro candidato lleg¨® siguiera al 14%.
Esa trayectoria result¨® fundamental para lo que ven¨ªa, la que parec¨ªa ser apenas la segunda campa?a electoral de Hern¨¢ndez, pero fue la ¨²ltima. La hizo sin partido pol¨ªtico ¡ªse hab¨ªa distanciado de C¨¢rdenas y no hab¨ªa construido una estructura para una campa?a¡ª y con pocos apoyos externos. Us¨® su espontaneidad y aprovech¨® el factor sorpresa del candidato que nadie ve venir. Con asesores argentinos, construy¨® una estrategia a punta de apariciones en redes que mezclaban cr¨ªticas a ¡°los corruptos¡± y una imagen bonachona, de grupos de WhatsApp que crecieron de forma org¨¢nica, de sustraerse a los debates acartonados y aburridos de los pol¨ªticos tradicionales. Parti¨® de pelear con el margen de error con las encuestas a convertirse en la segunda votaci¨®n en la primera vuelta, arrastrando por la base los votos de casi seis millones de colombianos. Arras¨® al candidato oficial de la derecha, el hoy alcalde de Medell¨ªn, Federico Guti¨¦rrez, en todas las regiones que han tendido a la derecha en la ¨²ltima d¨¦cada, excepto en Antioquia. Se convirti¨® en un fen¨®meno que arrincon¨® a Petro, con quien compet¨ªa por la posici¨®n de ser antisistema. Lo era, pero de otra manera, una que no cuestionaba el sistema econ¨®mico sino la clase pol¨ªtica.
La extravagancia lleg¨® entonces al extremo: dijo haber conocido de un plan para asesinarlo ¡°no a plomo, sino a cuchillo¡± y se fue a Miami. Pese a ello sum¨® otros 4,5 millones de votos y perdi¨® por un estrecho 3%. Con derecho a una curul en el Senado, que la Constituci¨®n prev¨¦ que sea para la cabeza de la oposici¨®n, Hern¨¢ndez opt¨® por reunirse con quien lo hab¨ªa vencido y publicar en redes una foto de los dos, abrazados. Adem¨¢s, renunci¨® al Congreso tras apenas un mes y medio. ¡°Es como tener a Lionel Messi de portero¡±, argument¨®. Era el inicio de su declive, que incluy¨® su disputa con quien fue su f¨®rmula vicepresidencial, la condena en primera instancia por corrupci¨®n en el caso Vitalogic ¨Dque apel¨®¨D y el c¨¢ncer que lo llev¨® a la tumba.
No dej¨® una estructura pol¨ªtica, un legado ideol¨®gico, una visi¨®n de pa¨ªs. Encarn¨®, eso s¨ª, el rechazo de millones de colombianos a un sistema pol¨ªtico que sigue vigente, de diferentes maneras, tanto en la oposici¨®n como en el Gobierno de Petro, a un sistema del que ¨¦l mismo particip¨® y que trasluce un desgaste como el que llev¨® a Ch¨¢vez, a Milei, o a Trump al poder.
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