La llegada de Marco Rubio al Gobierno de Trump siembra de malos augurios las relaciones entre Colombia y Estados Unidos
El probable secretario de Estado es un cr¨ªtico muy vocal del presidente Gustavo Petro
¡°El pueblo estadounidense ha hablado y se le respeta¡±, escribi¨® Gustavo Petro, el primer presidente de izquierdas de la Colombia contempor¨¢nea, en su primera ¨Cy contenida¨C reacci¨®n al triunfo del republicano Donald Trump en las elecciones del pasado 5 de noviembre. Ambos lideres se ubican en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas y no hacen ning¨²n esfuerzo en disimularlo. Las expectativas son enormes en el pa¨ªs sudamericano, considerado el principal aliado de Washington en la regi¨®n. En la Casa de Nari?o, el nerviosismo se ve ahora acentuado por la inminente llegada de un viejo cr¨ªtico de Petro, el senador Marco Rubio, al Departamento de Estado.
El probable jefe de la diplomacia estadounidense, de 53 a?os, se ha destacado como un halc¨®n de la pol¨ªtica exterior. El congresista por Florida, de ascendencia cubana, ha adoptado posturas duras frente a China e Ir¨¢n, adem¨¢s de apoyar las sanciones a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Frente a Colombia, ha derrochado sinton¨ªa con el expresidente de derecha ?lvaro Uribe, uno de los principales adversarios pol¨ªticos de Petro. El incesante paso de migrantes por la selva del Dari¨¦n que marca la frontera con Panam¨¢, en camino a Estados Unidos; la estrategia frente a la crisis poselectoral en la vecina Venezuela, en la que Petro ha intentado mediar por una salida negociada entre el chavismo y la oposici¨®n; y los niveles r¨¦cord de cultivos de coca en Colombia se anticipan desde ya como importantes focos de tensi¨®n.
Los comentarios de Rubio sobre Petro nunca han sido amables en los dos a?os largos que lleva el colombiano en el poder. Los ejemplos abundan, en m¨²ltiples frentes. ¡°Las pol¨ªticas d¨¦biles del presidente Petro ya est¨¢n desestabilizando a sus pa¨ªses vecinos¡±, se?alaba en mayo en una columna. ¡°El narcotr¨¢fico en Colombia incentiv¨® a los mafiosos que atacaron un noticiero en Ecuador durante su emisi¨®n en vivo a principios de este a?o. Tambi¨¦n hay razones para creer que los colombianos que son traficantes de armas est¨¢n abasteciendo a las fuerzas an¨¢rquicas en Hait¨ª. En resumen, los fracasos del presidente Petro son un mal ag¨¹ero para las sociedades de nuestra regi¨®n¡±, escrib¨ªa entonces. Hace un a?o, le dec¨ªa al peri¨®dico El Tiempo que la respuesta del presidente a los ataques terroristas contra Israel era ¡°una absoluta verg¨¹enza¡±. En esa entrevista aseguraba, entre otras, que era un error de la Administraci¨®n de Joe Biden haber invitado a Petro a la Casa Blanca, y que el mandatario colombiano ¡°ciertamente ha debilitado, da?ado y socavado su relaci¨®n con el Congreso de Estados Unidos¡±, donde se definen la mayor¨ªa de los asuntos presupuestales.
Las relaciones con Am¨¦rica Latina del primer Trump pasaron por Miami. Con el Gobierno de Iv¨¢n Duque (2018-2022), el pupilo de Uribe que antecedi¨® a Petro, encontr¨® una sinton¨ªa tanto en el fallido ¡°cerco diplom¨¢tico¡± contra Nicol¨¢s Maduro como en su apoyo al l¨ªder opositor Juan Guaid¨®, reconocido en su d¨ªa como presidente encargado por Washington y Bogot¨¢. En C¨²cuta, la principal ciudad colombiana sobre la frontera, todav¨ªa recuerdan la visita al Puente Internacional Sim¨®n Bol¨ªvar del senador Rubio y el representante Mario D¨ªaz-Balart, ambos por Florida y de ascendencia cubana, en las v¨ªsperas de la tambi¨¦n fallida operaci¨®n de Guaid¨® para ingresar alimentos y medicinas a Venezuela el 23 de febrero de 2019.
Para Petro, el nombramiento de Rubio es una muy mala noticia, valora sin rodeos Adam Isacson, de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en ingl¨¦s). Cuando gan¨® Trump, la esperanza era que Colombia no ser¨ªa una prioridad para su segundo mandato, pero para Rubio s¨ª es un pa¨ªs prioritario, advierte. ¡°Hay un di¨¢logo muy fluido entre Rubio, la comunidad colombo-americana en la Florida, que es muy uribista, y el mismo Uribe, sus amigos y partidarios. El Centro Democr¨¢tico, el partido m¨¢s vocal en su oposici¨®n de Petro, ya tiene un aliado fuerte en la diplomacia de Estados Unidos¡±.
Rubio ha tenido una posici¨®n abiertamente hostil contra los gobiernos de izquierda en la regi¨®n, recuerda el analista Sergio Guzm¨¢n. ¡°Yo creo que ser¨¢ inflexible en cuanto al fraude cometido por el Gobierno de Maduro y har¨¢ muy dif¨ªcil que Colombia encuentre una l¨ªnea com¨²n con Estados Unidos en la transici¨®n democr¨¢tica de Venezuela, pero tampoco veo a Trump repitiendo el error del reconocimiento a Guaid¨®¡±, apunta el director de la consultora Colombia Risk Analysis. Ser¨¢ muy dif¨ªcil que Bogot¨¢ y Caracas tengan una relaci¨®n productiva durante la Administraci¨®n Trump, vaticina. Petro, entre otras, siempre ha pedido levantar las sanciones unilaterales, bien sea contra Cuba o Venezuela, que califica como ¡°bloqueos¡± que solo afectan a los pueblos. Rubio las defiende a capa y espada.
La lucha antidrogas, que Petro ha abogado incansablemente por reformular, es otro frente sensible. Colombia ha alcanzado cifras nunca antes vistas en el ¨¢rea dedicada al cultivo de hoja de coca, el producto base de la coca¨ªna, con 253.000 hect¨¢reas en todo su territorio. Con esos n¨²meros, advierten los observadores, Trump bien puede optar por la temida descertificaci¨®n, una medida arbitraria que viene acompa?ada de sanciones diplom¨¢ticas y econ¨®micas. Colombia no ha sido descertificada por Washington en sus esfuerzos antinarc¨®ticos desde el Gobierno de Ernesto Samper (1994-1998).