Sin responsables por las muertes viales en Colombia: solo el 4% de los casos llega a juicio
Un 94% de los procesos penales por m¨¢s de 41.000 muertes ocurridas entre 2013 y 2024 est¨¢ en la primera etapa, la de indagatoria
Matar a una persona en un siniestro vial no tiene, pr¨¢cticamente, consecuencias penales en Colombia. En los procesos por los m¨¢s de 41.000 fallecidos de la ¨²ltima d¨¦cada, solo un 4% lleg¨® a un juicio en el que se haya podido establecer qu¨¦ sucedi¨®, como un acto de verdad para las familias, o si hay alg¨²n responsable. Seg¨²n las cifras obtenidas por EL PA?S a trav¨¦s de un derecho de petici¨®n a la Fiscal¨ªa General de la Naci¨®n, el 94% de los casos apenas va en fase de indagaci¨®n, la etapa inicial en la que un fiscal hace averiguaciones para definir si se puede armar un caso y presentarlo ante un juez. Los datos no son alentadores en un pa¨ªs en el que cada a?o mueren entre 6.000 y 8.000 personas en incidentes de tr¨¢nsito y en el que las cosas se ponen cada vez peor. 2023, con 8.546 v¨ªctimas fatales, ha sido el a?o m¨¢s letal en lo que va de siglo y 2024 suma, entre enero y noviembre, 7.396 fallecidos.
Casos como el de Juli¨¢n Esteban G¨®mez Torres nunca llegaron a resolverse. Se trata del ni?o de Zipaquir¨¢ ¡ªun municipio de Cundinamarca¡ª que se hizo famoso en 2019 por llorar de la emoci¨®n por el triunfo del ciclista zipaquire?o Egan Bernal en el Tour de Francia. Con solo 12 a?os y el sue?o de ser ciclista profesional como su ¨ªdolo, falleci¨® en 2021 arrollado por un cami¨®n cuando entrenaba junto a su abuelo en la v¨ªa Zipaquir¨¢-Cajic¨¢. Su caso inspir¨® la ley 2251 de 2022, que ordena que el Estado cree una pol¨ªtica de seguridad vial con un enfoque llamado sistema seguro, que resalta la vulnerabilidad de los actores en la v¨ªa. Juli¨¢n Esteban tuvo ley, pero no justicia. Luego de tres a?os de un tortuoso proceso judicial, el pasado octubre la Fiscal¨ªa archiv¨® el caso porque no pudo probar la responsabilidad del conductor del cami¨®n.
Mary Bottagisio, directora de la Liga Contra la Violencia Vial, teme que para las v¨ªctimas que vengan en los pr¨®ximos a?os tampoco haya verdad, justicia ni reparaci¨®n. ¡°La gente se equivoca cuando cree que las familias solo quieren prisi¨®n y castigo. Nada m¨¢s lejos de la realidad, no imaginan cu¨¢nto deseamos saber qu¨¦ pas¨®, porque nos quedamos con muchas preguntas¡±, asegura. La directora de ONG que lleva 17 a?os apoyando la expedici¨®n de leyes por la seguridad vial, a?ade que el no encontrar responsables que asuman sus actos es un factor para perpetuar la siniestralidad vial, la segunda causa de muerte violenta en el pa¨ªs, solo por detr¨¢s del homicidio. Eso s¨ª, el bajo resultado judicial no es exclusivo de los homicidios en accidentes de tr¨¢nsito. La tasa de archivo de todas noticias criminales en Colombia en 2023 fue del 84,5%, seg¨²n el m¨¢s reciente informe de la Corporaci¨®n Excelencia en la Justicia.
¡°Sin verdad no hay justicia, sin justicia no hay reparaci¨®n y la sociedad entera queda sometida a la violencia vial¡±, asegura Bottagisio, quien conoce en carne propia las dificultades del sistema. En 2005, su hermana muri¨® en Bogot¨¢ tras ser atropellada por el conductor de un bus intermunicipal. La familia, en medio del duelo, sali¨® a buscar pruebas y testigos para evitar que el caso se archivara. En 15 meses, consiguieron justicia.
Fue una excepci¨®n a la regla, seg¨²n las cifras que reporta la Fiscal¨ªa a partir del sistema de informaci¨®n del Sistema Penal Oral y Acusatorio. De las m¨¢s de 41.000 v¨ªctimas fatales, m¨¢s de 13.000 (un 33%) tienen sus casos inactivos. Solo unos 1.600, un 4% del total, lo est¨¢n porque ya se est¨¢ ejecutando una pena o porque se dio terminaci¨®n anticipada. El resto, el 29%, ya se ha quedado a mitad de camino. Y la mayor¨ªa de los m¨¢s de 27.000 casos que siguen activos van a paso lento. Por ejemplo, de las cerca de 3.000 v¨ªctimas fatales cuyos casos entraron al sistema en 2019, el 93% sigue en etapa de indagatoria. De las casi 4.800 v¨ªctimas que cuyas muertas se han investigado entre el 1 de enero y el 13 de noviembre de 2024, apenas 17 casos han llegado a juicio.
Un homicidio culposo, el que ocurre sin intenci¨®n y en el que se enmarcan la mayor¨ªa de casos relacionados con siniestros viales, tiene una pena de 32 a 108 meses de prisi¨®n. El doloso, que ocurre con intenci¨®n, tiene una pena de 208 a 450 meses de prisi¨®n. Las penas se pueden elevar por agravantes como conducir borracho, abandonar el lugar del choque o no tener licencia de conducci¨®n.
Luego de que una persona muere en un incidente en la v¨ªa, la familia debe constituirse como v¨ªctima y esperar que su caso vaya a reparto. ¡°Cuando, por fin, consigues que el fiscal te atienda, este usualmente recomienda conciliar¡±, describe Bottagisio, recordando el caso de su hermana. Aunque ese es un mecanismo alternativo para administrar justicia, por medio de un acuerdo voluntario, no lleva a saber qu¨¦ pas¨® por medio de pruebas e investigaciones.
Si la familia no concilia, empieza la etapa de indagatoria, en la que un t¨¦cnico de la Fiscal¨ªa coordina con entidades como la Polic¨ªa y Medicina Legal para conseguir unas primeras pruebas. En algunos casos, las familias tambi¨¦n ayudan a recaudar pruebas para que el caso se consolide y avance a la fase de investigaci¨®n, en la que se busca la imputaci¨®n de cargos. Si todo eso se consigue, vienen las largas esperas para los juicios, en los que buscan condenas y, sobre todo, la reconstrucci¨®n sobre los hechos. Al duelo, se suma el peso del tiempo y el dinero invertido en abogados sin que, en la mayor¨ªa de ocasiones, se vean resultados. ¡°Agotan a las v¨ªctimas¡±, resume Bottagisio.
Si el sistema falla al penalizar, tambi¨¦n lo hace al prevenir, a?ade la experta. La Liga Contra la Violencia Vial ha tratado de incorporar en el C¨®digo Penal delitos contra la seguridad en el tr¨¢fico. Busca que conductas de riesgo como conducir a muy alta velocidad, no detenerse ante una luz roja o consumir alcohol antes de manejar no sean sancionadas como infracciones administrativas, sino como conductas delictivas, como ya sucede en Espa?a o Francia.