De Samper a Petro: las tensiones entre los presidentes y los vicepresidentes son usuales en Colombia
La Constituci¨®n de 1991 revivi¨® la figura del vicepresidente sin dotarle de funciones o poderes propios, m¨¢s all¨¢ que remplazar a un presidente que deje su cargo
El relevo inesperado de la vicepresidenta Francia M¨¢rquez en el Ministerio de la Igualdad, la cartera que ella impuls¨®, ha remarcado su tensa relaci¨®n con el presidente Gustavo Petro. M¨¢s all¨¢ de lo sonoro de la situaci¨®n, no resulta excepcional en la historia de las relaciones entre los jefes de Estado y sus vicepresidentes desde 1994, cuando se reinaugur¨® una figura que revivi¨® la Constituci¨®n de 1991. La figura vicepresidencial ha ocupado un lugar muy importante en las elecciones desde entonces. Pero la Constituci¨®n no le otorga el vicepresidente una silla en el Gabinete, ni el derecho a reemplazar al presidente en ausencias diferentes a la definitiva. Eso hace que el poder real depende de las que le delegue el jefe de Estado, un escenario propicio para las molestias entre las dos figuras.
El primer vicepresidente elegido en nueve d¨¦cadas fue Humberto de la Calle, f¨®rmula presidencial de Ernesto Samper en 1994. Renunci¨® dos a?os despu¨¦s, ante el esc¨¢ndalo por la revelaci¨®n de los ingresos de dinero del narcotr¨¢fico a esa campa?a presidencial, conocido como proceso 8.000. En el momento, fung¨ªa como embajador en Espa?a, e incluso pidi¨® a Samper que renunciara a su cargo. En una carta que luego envi¨® al presidente del Senado, y asegur¨® que el pa¨ªs parec¨ªa ¡°deshacerse a pedazos¡±. En su reemplazo, el Congreso eligi¨® al exsenador liberal Carlos Lemos Simmonds.
La lecci¨®n qued¨® clara para el mandatario siguiente, el conservador Andr¨¦s Pastrana. Feroz cr¨ªtico de Samper, eligi¨® como f¨®rmula a un acad¨¦mico convertido en pol¨ªtico liberal moderado, el barranquillero Gustavo Bell. La relaci¨®n fue sosegada. Pastrana primero encarg¨® a Bell de algunas pol¨ªticas p¨²blicas clave, como la de Derechos Humanos, y luego lo design¨® ministro de Defensa, cargo en el que el historiador fue clave para fortalecer las Fuerzas Militares mientras el presidente intentaba una negociaci¨®n, a la postre fallida, con la guerrilla de las FARC.
En los dos per¨ªodos de ?lvaro Uribe V¨¦lez (2002 ¨C 2010), el rol del vicepresidente fue el de un fiel escudero del mandatario. Francisco ¡®Pacho¡¯ Santos fue un el hombre de confianza para el popular presidente de derecha. Mantuvo en su despacho el manejo de varias pol¨ªticas visibles, como los derechos humanos, la lucha contra la corrupci¨®n y algunos programas en beneficio de la juventud, y fue un defensor ac¨¦rrimo de la pol¨ªtica de Seguridad Democr¨¢tica, la gran bandera de su jefe. Uribe no deb¨ªa a Santos su elecci¨®n ¡ªni su reelecci¨®n¡ª y Santos acept¨® sin problema que el presidente era su jefe.
Ese no fue el caso de su sucesor, el l¨ªder sindical Angelino Garz¨®n. Era una de las figuras m¨¢s conocidas de la izquierda, que empezaba a despuntar como alternativa de poder, y acept¨® ser f¨®rmula de Juan Manuel Santos, el candidato de Uribe. Era un camino para que la derecha mordiera votos indecisos, y Santos gan¨®. La relaci¨®n fue muy tensa durante los cuatro a?os de Gobierno. Garz¨®n contradec¨ªa p¨²blicamente al presidente en todo tipo de asuntos. Una de las primeras y m¨¢s notorias diferencias ocurri¨® en 2011, cuando se debat¨ªa modificar la metodolog¨ªa para medir la pobreza, un cambio que Garz¨®n calific¨® de ¡°ofensa¡±. Santos dijo en un evento ¡°la ropa sucia se lava en casa¡±. No fue todo. ¡°Uno no puede gobernar como una reina de belleza, con risitas para todo el mundo¡±, cuestion¨® Garz¨®n al entonces presidente. Fue tan enf¨¢tico en oponerse a su reelecci¨®n, que tomaron fuerza rumores de su posible renuncia. En 2014 incluso se neg¨® a ocupar la embajada en Brasil. ¡°El Mundial se ve mejor por televisi¨®n, porque repiten las jugadas¡±, dijo, con irreverencia, en una entrevista. La raz¨®n oficial por la que rechaz¨® la oferta gener¨® incluso m¨¢s pol¨¦mica. ¡°Mi perro est¨¢ muy peludo y el clima caliente de Brasilia le puede hacer da?o¡±, argument¨® entonces.
Santos negoci¨® con quien hab¨ªa sido uno de sus ministros estrella, Germ¨¢n Vargas Lleras, para evitar enfrentarse con ¨¦l en las urnas. A cambio, una vez triunf¨®, le dio a Vargas poderes casi totales sobre los ministerios dedicados a la pol¨ªtica, como Interior, lo puso a liderar proyectos de infraestructura en las carteras de Vivienda y Transporte, y asign¨® a la vicepresidencia la coordinaci¨®n de grandes proyectos. La relaci¨®n se deterior¨® m¨¢s adelante por cuenta del asunto que defini¨® esa Administraci¨®n, el acuerdo de Paz con las FARC. Vargas se mostr¨® esc¨¦ptico, no hizo campa?a por el plebiscito que perdi¨® Santos para refrendar el acuerdo y su partido, Cambio Radical, se alej¨® de la iniciativa. Eventualmente renunci¨® para lanzarse a la presidencia, y en el ¨²ltimo a?o de mandato lo reemplaz¨® el general ?scar Naranjo.
Esa tensi¨®n final entre Vargas y Santos se reedit¨® en el mandato del uribista de Iv¨¢n Duque. La conservadora Martha Luc¨ªa Ram¨ªrez, la primera mujer en ocupar la vicepresidencia de la Rep¨²blica, tuvo tropiezos. En gran contraste con Vargas, Duque le cedi¨® asuntos relativamente marginales. Habl¨®, en su momento, de actitudes inc¨®modas del presidente, se quej¨® de que en los consejos de ministros no se le permit¨ªa hablar. En 2021, casi al final del cuatrienio, Duque la nombr¨® canciller, pero le limit¨® funciones. La m¨¢s notoria, prohibi¨® que viajaran juntos a misiones internacionales a las que, por reglamento, deb¨ªa acompa?arlo el canciller, con el argumento de preservar la vida de la vicepresidenta para reemplazarlo en caso de alg¨²n percance. En una entrevista a Semana al finalizar su mandato, Ram¨ªrez dijo que nunca estuvo ¡°en el grupo de amigos del presidente¡±.
Con esos antecedentes, el acuerdo entre Petro y M¨¢rquez de dar a al l¨ªder afro un ministerio propio, la nueva cartera de Igualdad, parec¨ªa una salida. Y aunque la promesa se cumpli¨® en abril de 2023, cuando el Legislativo aprob¨® su creaci¨®n, la relaci¨®n se ha ido tensando. La bomba que estall¨® el 4 de febrero, cuando M¨¢rquez critic¨® abiertamente al Gobierno en un Consejo de Ministros televisado. ¡°Ayud¨¦ a elegir a este Gobierno y me duele que se presenten actos de corrupci¨®n. Tenemos que decirlo de frente¡±, dijo en un tono calmado. Tras criticar a otros funcionarios, termin¨® su intervenci¨®n con una frase que parec¨ªa anticipar su salida. ¡°Tal vez esto me cueste qui¨¦n sabe qu¨¦¡±.