Petro preside un consejo de ministros transmitido en vivo lleno de reproches y acusaciones: ¡°Laura miente, presidente¡±
El presidente culpa a sus funcionarios de incumplir 146 de 195 promesas de Gobierno y recibe cr¨ªticas por nombrar a Benedetti y Sarabia en cargos importantes
El Consejo de Ministros televisado en cadena nacional, a hora de m¨¢xima audiencia, ha retratado este martes el momento ca¨®tico que vive el Gobierno de Petro. La gente vio al presidente reprender durante horas a sus ministros, a los que acus¨® de hacer mal su trabajo y de tener una doble agenda. Rega?¨® a uno que lleg¨® tarde, le hizo ghosting a su vicepresidenta y se rio de manera forzada cuando otro, en un arrebato de amor, asegur¨® que lo amaba. Dos de sus ministras y el director de una entidad p¨²blica le devolvieron las cr¨ªticas, acus¨¢ndole de permitir la corrupci¨®n e incluir en su proyecto progresista a gente que no es tal. La incomodidad del momento se vio reflejada en la cara de todos los presentes. Petro no se dio por aludido y culp¨® a todos de incumplir 146 de sus 195 promesas de Gobierno: ¡°Me da verg¨¹enza. El presidente es revolucionario. El Gobierno, no¡±.
El presidente no ha quedado contento con la manera en la que se zanj¨® el asunto de las deportaciones con Donald Trump. Piensa que el canciller en ese momento, Luis Gilberto Murillo, cedi¨® a las amenazas de Estados Unidos de iniciar una guerra comercial y cerr¨® en falso una crisis que hab¨ªa surgido por el trato que reciben los colombianos en los vuelos de deportaci¨®n, donde son encadenados de pies y manos. Pero ahora, con ¨¦l al mando de las conversaciones, no tiene intenci¨®n de ceder ni un cent¨ªmetro, seg¨²n su entorno. Y quer¨ªa que todo el mundo lo viese por televisi¨®n.
Lleg¨® furioso a la reuni¨®n con los ministros. Dijo que se le ocurri¨® la idea de transmitirla en vivo despu¨¦s de ver que se hac¨ªa en Cuba. No lo mencion¨®, pero este formato tipo telerrealidad recuerda tambi¨¦n a Al¨® presidente, el programa de Hugo Ch¨¢vez, y a las intervenciones televisadas de ?lvaro Uribe, que somet¨ªa a escarnio p¨²blico a sus asesores. Desde el primer momento dej¨® claro que ¨¦l mismo se ocupar¨¢ de las relaciones internacionales, aunque de canciller est¨¦ ahora Laura Sarabia, la que hasta ahora era su n¨²mero 2. ¡°Me tienen que matar a m¨ª primero. Este Gobierno no se arrodilla, ministra Laura. Yo no me arrodillo¡±, dijo con claridad en un tono de reproche hacia ella que no se le conoc¨ªa en p¨²blico. Petro asegura estar dispuesto a librar una guerra arancelaria con Trump en el caso de que las autoridades estadounidenses sigan maltratando a los inmigrantes colombianos.
Esos choques con Trump los ha tenido Petro a trav¨¦s de Twitter, lo que le ha valido muchas cr¨ªticas. Su gente m¨¢s cercana le ha implorado esta semana que se desintoxique de la red social, pero ¨¦l ha dado una respuesta t¨ªpica muy suya: ninguna. Se ha quedado en silencio. Hoy ha reconocido, eso s¨ª, que se equivoc¨® al tuitear la ubicaci¨®n de la guerrilla del ELN en el Catatumbo, una regi¨®n en la que se libra una guerra entre facciones armadas. ¡°La oficialidad del Ej¨¦rcito est¨¢ brava con el presidente porque se me fue un trino mal hecho. Casi nunca me hab¨ªa pasado, pero me pas¨®¡±, afirm¨®, sin dejar claro de d¨®nde hab¨ªa recibido esa informaci¨®n, que ni siquiera parec¨ªa verdadera. Armando Benedetti, su nuevo jefe de gabinete, sentado a su izquierda, tomaba notas.
Uno a uno, tuvo reproches para todos los ministros. Los acus¨® de estar fall¨¢ndole ¡°al pueblo¡± y de no ser verdaderos revolucionarios como ¨¦l. Lanzaba preguntas ret¨®ricas, hac¨ªa incursiones hist¨®ricas, digresiones que lo alejaban del punto principal. Por su cabeza circularon sus obsesiones personales. Los ministros simulaban tomar notas para no tener que aguantarle la mirada. El presidente estaba invadido por la ira y no ten¨ªa ninguna intenci¨®n de esconderlo. ¡°Ministra de Vivienda: est¨¢ mal hecho el trabajo. Nos debe agua, agua potable¡±.
Casi una hora despu¨¦s tom¨® el turno la vicepresidenta Francia M¨¢rquez, con la que Petro no tiene ninguna relaci¨®n. M¨¢rquez tiene fama de ser muy clara y directa y as¨ª lo fue: ¡°No todo se hace con la transparencia, presidente, con la que hoy le hablamos al pa¨ªs. Eso es parte de mis dolores porque ayud¨¦ a elegir este Gobierno y me duele que se presenten tantos actos de corrupci¨®n. Tenemos que decirlo de frente¡±. M¨¢rquez se siente apartada, sin apenas responsabilidades. Se quej¨® de haber estado dos a?os creando desde cero un ministerio de Igualdad, con toda la burocracia que eso conlleva. Se ha enfrentado en varias ocasiones a Sarabia. ¡°No me parece las actitudes de Laura Sarabia conmigo. Me ha tocado decirle: resp¨¦teme, que soy la vicepresidenta. Y respeto a Benedetti, pero no comparto su decisi¨®n de traer a este Gobierno a estas personas que sabemos que tienen gran parte de responsabilidad con lo que est¨¢ pasando. Tal vez esto me cueste qui¨¦n sabe qu¨¦¡±.
Ahora era Petro el que recib¨ªa los ataques y, de paso, tambi¨¦n Sarabia y Benedetti. Dentro del gabinete trataron de convencer al presidente de que no nombrase al segundo su asesor jefe despu¨¦s de las pol¨¦micas que ha protagonizado en el pasado. Benedetti sali¨® por primera vez del Gobierno despu¨¦s de que se publicasen unos audios en los que se le escuchaba decir: ¡°Nos hundimos todos, nos vamos presos¡±. Le hablaba a Sarabia, con la que discut¨ªa a gritos de la financiaci¨®n de la campa?a electoral. En julio del a?o pasado, la esposa de Benedetti lo denunci¨® por violencia de g¨¦nero en Madrid, donde pasaban unos d¨ªas. ?l neg¨® los hechos y ella lo ha hecho a posteriori, cuando han vuelto a ser pareja.
Ese es el principal motivo por el que ministras como Susana Muhamad se han escandalizado con el nombramiento. Muhamad, una de las personas m¨¢s respetadas del gabinete, le lanz¨® un ¨®rdago a Petro: o Benedetti o ella. ¡°Como feminista y como mujer no me puedo sentar en esta mesa de gabinete y de proyecto progresista con Armando Benedetti. Y yo no voy a renunciar ni al proyecto ni al Gobierno¡±, dijo, emocionada. Tambi¨¦n carg¨® contra Sarabia: ¡°Ni las relaciones exteriores ni la actual jefatura de gabinete est¨¢n en manos de este proyecto, est¨¢n en manos de todo lo contrario, presidente¡±.
A las cr¨ªticas se sum¨® el director de la Unidad Nacional de Protecci¨®n, Augusto Rodr¨ªguez, uno de los pocos amigos que tiene Petro en la vida. ¡°Desde que Benedetti lleg¨® a la campa?a yo puse alertas y me enter¨¦ de sus artima?as para lograr que no fuera puesto preso. De tal manera que hoy debo decir que este espacio no es el espacio del se?or Benedetti¡±.
El presidente defendi¨® a Benedetti, que fue su jefe de campa?a y uno de los art¨ªfices de que la izquierda ganara las elecciones en 2022: ¡°El feminismo no es para destruir al hombre, como el hombre no es para destruir a la mujer. (...) He visto feminismos que destruyen hombres. Cuando se quiere un hombre perfecto, no existe. En el M-19 (la guerrilla en la que ¨¦l milit¨®) se daban segundas oportunidades¡±. Benedetti, mientras tanto, se manten¨ªa erguido en la silla, se atusaba el pelo y la barba. Una parte del Gobierno est¨¢ contenta con que llegue alguien como ¨¦l, mu?idor de pactos, con amigos en el cielo y el infierno. Aunque nadie se atreve a decirlo en p¨²blico, salvo Petro.
Las siguientes intervenciones y roces de Petro con el ministro de Educaci¨®n, Daniel Rojas, y el director del departamento encargado de las ayudas sociales, Gustavo Bol¨ªvar, tuvieron un punto c¨®mico. Cuando Rojas entr¨® tarde a la reuni¨®n, Petro ironiz¨®: ¡°Lleg¨® el ministro de Educaci¨®n, bravo¡±. A esas alturas el presidente ya hab¨ªa hablado de su ministerio: ¡°Espero que le digan sus compa?eros qu¨¦ fue lo que dije¡±. En Twitter, Rojas explic¨® que hab¨ªa llegado tarde porque andaba en otras regiones del pa¨ªs. En la r¨¦plica cara a cara, Rojas sostuvo brevemente el pulso, aunque con la voz entrecortada: ¡°Presidente, p¨®ngame un poquito de atenci¨®n, por favor¡±.
Bol¨ªvar fue el responsable del momento m¨¢s inc¨®modo de todos al hacer una declaraci¨®n de amor en una reuni¨®n de trabajo. ¡°Yo a usted lo amo, presidente¡±, le dijo a Petro, que solo atin¨® a responder con una risa fingida. Poco antes, Petro se hab¨ªa quejado de los shows de televisi¨®n que retrataban a los colombianos como narcotraficantes que viv¨ªan en Miami. Bol¨ªvar se dio por aludido por ambas cosas, tiene casa en esa ciudad de Florida y ha escrito narconovelas para televisi¨®n con esos argumentos (Sin tetas no hay para¨ªso). Por lo que gast¨® un par de minutos en explicar su relaci¨®n con la ciudad: ¡°Hoy ya no s¨¦ si tenga visa para ir a Miami¡±.
El momento ¨¢lgido lleg¨® cuando Sarabia dijo que nadie del DPS (la entidad que dirige Bol¨ªvar) hab¨ªa estado pendiente de unos deportados que llegaron hace dos d¨ªas.
¡ªNo puede ser discurso, tiene que ser realidad ¡ªse quej¨® Petro¡ª.
¡ªLaura est¨¢ mintiendo, presidente ¡ªinterrumpi¨® Bol¨ªvar¡ª.
Petro lo cort¨® en seco.
¡ªCompa?ero, est¨¢ hablando el presidente.
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