Malcolm Deas: ¡°No hay uniformidad en la izquierda de Am¨¦rica Latina, ni un ejemplo de ¨¦xito para imitar¡±
El profesor de la Universidad de Oxford y uno de los m¨¢s reputados colombianistas, reflexiona con Diana Calder¨®n sobre la situaci¨®n del pa¨ªs y la regi¨®n: ¡°Es la que m¨¢s sufre de estereotipos y generalizaciones perezosas¡±
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Malcolm Deas, profesor de la Universidad de Oxford y uno de los m¨¢s reputados colombianistas, responde sin rodeos. Desde el Reino Unido atiende a El PA?S y, con su mirada de historiador, su experiencia de m¨¢s de 60 a?os estudiando Am¨¦rica Latina y especialmente Colombia, habla sobre el estado de las democracias de la regi¨®n. ¡°No leen bien a Am¨¦rica Latina ni desde Europa ni desde el mundo anglosaj¨®n. Es la regi¨®n del mundo que m¨¢s sufre de estereotipos y generalizaciones perezosas¡±, advierte ni bien inicia la charla.
Pregunta. Usted dice que en Am¨¦rica Latina hay estados¨Cnaci¨®n m¨¢s viejos que los de algunos pa¨ªses de Europa ?Por qu¨¦ no parecen muy evolucionadas nuestras formas de democracia? ?O s¨ª lo son?
Respuesta. Hay que reconocer que los pa¨ªses de la regi¨®n tienen tradiciones y sistemas pol¨ªticos muy distintos, muy variados. No debe sorprender: la mayor¨ªa tienen dos siglos de vida pol¨ªtica independiente, individual. Como estados-naciones son m¨¢s viejos que ciertas naciones europeas: Alemania, Italia, Grecia, B¨¦lgica¡ no debe sorprender que ofrecen una gama variada de ¨¦xito y de fracaso en la consolidaci¨®n de sus democracias.
P. La vieja marea rosa, que ahora el presidente Gustavo Petro llama ¡°Una sola Am¨¦rica Latina¡±, al estilo de una Uni¨®n Europea Criolla ?tiene sustento? ?Est¨¢ jugando con dados invisibles? SI no es hacia la integraci¨®n ?hacia d¨®nde deber¨ªamos ir en Am¨¦rica Latina para pensarnos como bloque?
R. No convence la ret¨®rica de la integraci¨®n, ni convencen los que aspiran a un liderazgo regional. Los obst¨¢culos son muchos, los intereses en com¨²n d¨¦biles. Mejor que cada pa¨ªs se concentre en sus propios problemas y su soluci¨®n. ?Para qu¨¦, y c¨®mo ¡°pensar en bloque¡±?
No hay, ni ha habido, un pa¨ªs l¨ªder. Brasil es un pa¨ªs ensimismado, no le interesa, tiene una lengua distinta a los dem¨¢s, geogr¨¢ficamente est¨¢ aislado; Argentina sobresale solo en el f¨²tbol, en lo pol¨ªtico es un desastre; de Venezuela recordamos los intentos de Ch¨¢vez y su fracaso: ?qu¨¦ pas¨® con UNASUR? ?Qui¨¦n ofrece un peso por su estatua en bronce de N¨¦stor Kirchner? Tampoco parece tan exitosa y tan popular la integraci¨®n en otras partes del mundo, como en Europa, donde no se ve como tan democr¨¢tica.
P. ?C¨®mo lee el M¨¦xico de L¨®pez Obrador, el Chile de Boric, el Brasil de Lula o la Argentina de Fern¨¢ndez? ?C¨®mo explicar el fen¨®meno de Bukele en El Salvador?
No hay uniformidad en la izquierda regional, ni ejemplo de ¨¦xito para imitar. Chile con Boric muy abajo; Argentina no es modelo para nadie; Brasil con un Lula que hoy es una figura del centro; M¨¦xico con AMLO es inteligible solo para los mexicanos, y no por todos ellos; Per¨² est¨¢ en un grave estado de caos. Ni hablar de las ex izquierdas de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
P. Respecto de Cuba por qu¨¦ un bloque de 64 a?os que no logra su objetivo es sostenible ?Por qu¨¦ Biden no ha marcado una diferencia de fondo frete a Trump?
R. Es cierto que el bloqueo no ha servido, pero casi la ¨²nica oferta atractiva que su Gobierno tiene ahora es su servicio de ayudar a mejorar los sistemas de control interno de los gobiernos autoritarios, como se ve en Venezuela.
P. Bueno, y ?c¨®mo lee la Colombia de hoy, las propuestas reformistas del presidente Petro?
R. Hasta ahora es dif¨ªcil discernir el contenido concreto de las propuestas del presidente Gustavo Petro. La vaga ret¨®rica pol¨ªtica no es monopolio de ¨¦l ni de Colombia, pero frente a la alta dosis reciente quiero hacer constar mi escepticismo frente a las nociones repetidas de participaci¨®n, de inclusi¨®n, de igualdad, de di¨¢logo, particularmente de di¨¢logo en las calles, de protesta¡ esta ¨²ltima, por el contexto, generalmente aprobada. El problema de todas es su dif¨ªcil traducci¨®n en proyectos viables. Mientras tanto, hay que reconocer que no todo el mundo quiere gastar su tiempo participando, y que las calles no son buen sitio para dialogar en serio. No es solo por pedanter¨ªa mi protesta.

P. ?Era inevitable que Colombia transitara por un Gobierno de izquierda?
R. Petro es el primer presidente de Colombia que se declara de izquierda, s¨ª, pero est¨¢ lejos de ser un presidente progresista.
P. A Colombia la atraviesa la tragedia del narcotr¨¢fico. El presidente apuesta a una paz total que pasa por la revisi¨®n de la lucha contra las drogas, siendo su apuesta la de la legalizaci¨®n ?Es la ¨²nica v¨ªa?
R. La paz con la guerrilla de las FARC que logr¨® hacer el presidente Juan Manuel Santos fue producto en parte de los ¨¦xitos militares de su antecesor, el presidente ?lvaro Uribe, y en parte de la gran paciencia y pericia de su equipo negociador. Aunque no total, fue hist¨®rica al producir el reconocimiento general de los colombianos de que el futuro no iba a ser producto de la lucha revolucionaria armada. La ¡°paz total¡± que aspira a obtener el presidente Petro con negociaciones con los grupos violentos y criminales que quedan va a necesitar un esfuerzo igual de coordinado, paciente e inteligente. El narcotr¨¢fico sigue complicando todo. Colombia no tiene la capacidad de solucionar ese problema, ni se vislumbra ning¨²n cambio profundo en su tratamiento internacional. Sin embargo, Colombia tiene que manejarlo dentro de sus posibilidades, y ciertas pol¨ªticas son mejores que otras.
P. En Estados Unidos se est¨¢ viviendo una involuci¨®n en derechos alcanzados como el aborto, y crecen el racismo, la homofobia ?qu¨¦ an¨¢lisis hacer?
R. En su visita al London School of Economics en 2009 la Reina Isabel II pregunt¨® a los economistas all¨¢ reunidos por qu¨¦ nadie hab¨ªa previsto la gran crisis de 2008. Dan ganas de preguntar a las luminarias de las ciencias pol¨ªticas de las universidades de los Estados Unidos por qu¨¦ nadie hab¨ªa previsto el triunfo de Trump. Las dem¨¢s democracias del hemisferio siguen con sus distintas limitaciones y problemas, en esta fecha muy agudas en el Per¨² y en Hait¨ª. Pero tal vez el pa¨ªs que m¨¢s debe preocupar a los fieles a la democracia es Estados Unidos.
P. En el Reino Unido, donde usted vive, hay otra crisis pol¨ªtica ?C¨®mo explicarla, es consecuencia del Brexit?
R. El Brexit tiene mucho que ver con la crisis que hemos tenido desde ese plebiscito. Econ¨®micamente ha sido un error, ahora la mayor¨ªa de la gente lo reconoce. Pol¨ªticamente dividi¨® profundamente al Partido Conservador, el gobernante. Salieron muchos de sus mejores elementos, y hemos tenido tres gobiernos seguidos, los de Theresa May, Boris Johnson y Elizabeth Truss, que en sus distintas maneras los peores en muchas d¨¦cadas. El actual de Rishi Sunak es d¨¦bil, su partido sigue dividido y con bastantes elementos que son poco l¨²cidos. Por fortuna no ganamos la copa del f¨²tbol.
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