La bi¨®loga boliviana que cre¨® un refugio para ranas en peligro de extinci¨®n: ¡°Es como tener 300 hijos¡±
Teresa Camacho resguarda a estos anfibios afectados por la contaminaci¨®n y la crisis clim¨¢tica para que un d¨ªa puedan volver a su h¨¢bitat. ¡°Son centinelas del medio ambiente¡±, advierte
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Al recorrer los bosques nublados de Bolivia, Teresa Camacho Badani (Cochabamba, 1984) siente que camina por una Lista Roja, el inventario m¨¢s completo de especies en peligro de extinci¨®n en nuestro planeta. A luz de su linterna, desde hace 17 a?os, la bi¨®loga sigue los diminutos pasos de las ranas m¨¢s amenazadas del pa¨ªs sudamericano, incluso de algunas que se cre¨ªan ya extintas.
¡°Son especies que probablemente mucha gente nunca vea en su vida y yo tengo la oportunidad no solo de verlas, sino de ayudarlas¡±, explica Camacho quien ha estado a la cabeza del Centro K?ayra del Museo de Historia Natural Alcide d¡¯Orbigny, el ¨²nico centro de investigaci¨®n y conservaci¨®n que se ha convertido en un refugio para cientos de anfibios bajo amenaza en Bolivia.
El amor de Teresa Camacho por las ranas viene de lo enigm¨¢ticas que le parecen. Aunque las sol¨ªa ver desde ni?a, sobre todo cuando llov¨ªa en Cochabamba, era muy poco o nada lo que sab¨ªa de ellas hasta su primera expedici¨®n en campo con la universidad. ¡°Pasan tan inadvertidas y son tan interesantes y raras, pero tambi¨¦n una de las especies m¨¢s amenazadas del planeta¡±.
Lo que est¨¢ pasando con las ranas no es otra cosa que una alerta de que algo va muy mal. En efecto, los anfibios est¨¢n en el grupo de vertebrados m¨¢s amenazados del planeta con al menos un 40% de especies por desaparecer, seg¨²n la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad (IPBES). Esto debido al qu¨ªtrido, un hongo que viene devastando poblaciones completas, as¨ª como la destrucci¨®n de sus h¨¢bitats, la contaminaci¨®n y la crisis clim¨¢tica.
¡°Las ranas son centinelas del medio ambiente, tienen una piel tan permeable y sensible a los cambios que son las primeras afectadas cuando algo malo sucede en su entorno¡±, dice la bi¨®loga que se ha especializado en las ranas del g¨¦nero Telmatobius, las cuales se encuentran a lo largo de las regiones andinas de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Per¨². ¡°Al desaparecer, ellas mismas nos est¨¢n alertando de algo que puede pasarnos tambi¨¦n a nosotros en el futuro¡±, recalca.
Una de las ranas m¨¢s afectadas es la Yuracar¨¦ (Telmatobius yuracare), en peligro cr¨ªtico de extinci¨®n, de acuerdo con la Lista Roja de la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza. Esta fue la primera especie acu¨¢tica a la que Camacho auxili¨® luego de que, por casi un a?o, no se pudo ver a esta rana andina de apenas 57 mil¨ªmetros que habita en los arroyos de Sehuencas, en su localidad natal. As¨ª que casi por impulso, en 2009, su equipo de investigaci¨®n decidi¨® llevarse a Romeo, un ejemplar macho de la rana Yuracar¨¦ ¡°sin saber que iba a ser la ¨²ltima en ser vista en m¨¢s de 10 a?os¡±, asegura la bi¨®loga.
Desde entonces, Camacho se dedic¨® a la crianza en cautiverio de Romeo, a la par de otros anfibios en peligro de extinci¨®n, como las ranas gigante del Titicaca (Telmatobius culeus) que rescat¨® tras la muerte masiva de 10.000 de ellas por la contaminaci¨®n del lago emblem¨¢tico de Per¨² y Bolivia, las ranas de Sucre (Telmatobius simonsi) y la ranas de los valles (Telmatobius hintoni).
Pero cuidar de estas ranas es un trabajo 24/7. ¡°Es como tener 300 hijos¡±, afirma la investigadora que en la pandemia del covid-19 sinti¨® el peso de su responsabilidad al no poder correr el m¨ªnimo riesgo de enfermarse porque la sobrevivencia de esas especies depend¨ªa de ella y su equipo en el Centro K?ayra.
¡°Algunas ranas necesitan m¨¢s atenci¨®n que otras, pero en general es bastante el cuidado detr¨¢s, desde mantener la calidad del agua, evitar que ingrese mucha gente [a su h¨¢bitat] porque se estresan hasta darles alimentos personalizados que deben estar en movimiento porque si no ni les atrae¡±, detalla. ¡°Por ejemplo, cuando a Romeo no le gusta algo lo escupe¡±.
En 2018, Camacho se puso en marcha para que Romeo deje de ser ¡°la rana m¨¢s solitaria del mundo¡±. Con la campa?a de fundraising #Match4Romeo en una aplicaci¨®n de citas logr¨® costear las expediciones para encontrar a su pareja, Julieta. ¡°Fuimos muy cautelosos¡±, recuerda sobre ese desafiante trabajo en alianza con Global Wildlife Conservation. ¡°Por suerte s¨ª encontramos m¨¢s ranas Yuracar¨¦, pero solo nos llevamos a un n¨²mero reducido para no da?ar la poblaci¨®n que s¨ª ha logrado sobrevivir en la naturaleza¡±.
La aparici¨®n de Julieta y la historia de amor con Romeo trajo un reconocimiento inesperado para Teresa Camacho. De un momento a otro, la cient¨ªfica boliviana daba entrevistas en medios internacionales, la saludaban en las calles, los ni?os le enviaban dibujos de la pareja de ranas y hasta algunos j¨®venes se inspiraron en ella para estudiar herpetolog¨ªa, la ciencia que estudia aspectos fundamentales de la biolog¨ªa b¨¢sica de los anfibios.
Pero m¨¢s all¨¢ de la repentina fama, las cosas no cambiaron para las ranas andinas ni quienes luchan por salvarlas de la extinci¨®n. ¡°Hace poco se ha hecho la actualizaci¨®n del Libro Rojo de los Vertebrados de Bolivia y lo que puedo adelantar es que la situaci¨®n no ha mejorado para nada¡±, asegura la herpet¨®loga que en 2019 recibi¨® el premio Amphibian Survival Alliance y en 2020 fue nombrada hero¨ªna de la conservaci¨®n por Disney Conservation Fund, junto a su equipo conformado por Ricardo Zurita y Sophia Barr¨®n.
¡°Vivimos en una carrera de obst¨¢culos cuando hablamos de conservaci¨®n¡±, afirma Camacho. ¡°Es importante apoyar m¨¢s la investigaci¨®n en Bolivia porque es un reto diario conseguir financiamiento y que les parezca importante lo que hacemos, as¨ª que estamos nadando a contracorriente casi siempre¡±.
Es lo que sigue haciendo ahora la bi¨®loga con proyectos de conservaci¨®n en campo que involucran tambi¨¦n a las comunidades que conviven con anfibios vulnerables para permitir que, en un futuro no tan lejano, Romeo, Julieta y otras especies en resguardo puedan regresar a su h¨¢bitat ¡°de donde nunca debieron salir¡±.
¡°Por eso estoy enfocada en iniciativas como la creaci¨®n de ¨¢reas claves para la conservaci¨®n en Bolivia, que aporten no solo una sino a varias especies¡±, sostiene Camacho, quien ahora pasa m¨¢s tiempo en los bosques nublados que en el centro de investigaci¨®n. ¡°La bandera de Romeo es muy importante, pero en mi coraz¨®n caben m¨¢s especies que una sola¡±.