Una fuerte sequ¨ªa golpea a Bolivia: ¡°Mi mayor miedo es quedarme sin comida y agua¡±
La falta de lluvias ya est¨¢ repercutiendo en una menor producci¨®n agr¨ªcola. La organizaci¨®n Save the Children advierte de que m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n sufre inseguridad alimentaria
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Siete de los nueve departamentos de Bolivia sufren ya la fuerte sequ¨ªa y la falta de lluvias que asolan a este pa¨ªs donde, seg¨²n las autoridades, ya hay m¨¢s de 200.000 familias afectadas. La situaci¨®n ha puesto en riesgo el acceso al agua y el abastecimiento de alimentos, principalmente en las regiones andinas, donde la producci¨®n agr¨ªcola se pierde y el ganado muere por esta crisis h¨ªdrica agravada por el cambio clim¨¢tico. Mientras, el Gobierno intenta hacer frente a la emergencia con medidas e inversiones millonarias para enfrentar un 2024 que se avizora a¨²n m¨¢s seco debido a la presencia del fen¨®meno de El Ni?o.
¡°Con esta sequ¨ªa, mi mayor miedo es quedarme sin comida y agua¡±, dice Mar¨ªa Eugenia Chuquimia, quien vive con su marido y sus cinco hijos en Lorocota, una comunidad de unos 250 habitantes ubicada a unos 15 kil¨®metros al norte de La Paz. Su familia se dedica a la agricultura para subsistir. Dice que, como no llueve, las autoridades han racionado el agua, por lo que no puede regar su siembra y en su casa solo tiene dos horas de acceso de agua cruda que viene de vertientes.
¡°Nosotros no podemos abrir la pila (grifo) para tener agua como ocurre en la ciudad. La tenemos racionada. Solo podemos lavar nuestra ropa en el r¨ªo que est¨¢ contaminado por la miner¨ªa. Sufrimos mucho por acceder al agua¡±, afirma, por su parte, Nora Condori, de 37 a?os y vecina de Lorocota. Ambas mujeres siembran lechuga, papas y oca ¡ªun tub¨¦rculo andino¡ª que venden en mercados de La Paz. Sus productos son org¨¢nicos, no utilizan pesticidas qu¨ªmicos, sino otros productos naturales para combatir las plagas. ¡°Si no llueve, no hay siembra, la papa no florece. Si no riegas el sembrad¨ªo, aumenta la presencia de plagas, la tierra se seca y ya no hay nada para producir. Si seguimos as¨ª, Bolivia va a sufrir de hambre¡±, lamenta Chuquimia.
Los departamentos andinos ¡ªduramente golpeados por una disminuci¨®n de las precipitaciones desde, al menos, 2016¡ª son los m¨¢s afectados por la situaci¨®n: Oruro se ha declarado ¡°en desastre¡±, seg¨²n inform¨® el viceministro boliviano de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, en una rueda de prensa reciente, mientras que La Paz, Cochabamba y Chuquisaca est¨¢n en situaci¨®n de ¡°emergencia¡±. Potos¨ª y Tarija tambi¨¦n est¨¢n severamente afectados. Y en Santa Cruz, el departamento m¨¢s grande con m¨¢s de cuatro millones de habitantes, ya comenz¨® el racionamiento en ciertos municipios. Esa regi¨®n es considerada el motor econ¨®mico de Bolivia. All¨ª se producen el 61% de los alimentos, la mayor¨ªa para exportaci¨®n.
En los ¨²ltimos cinco a?os, la cantidad de lluvia ca¨ªda en Bolivia disminuy¨® un 28%, pasando de 9.941 anuales en 2018 a 7.192 mil¨ªmetros en 2022, seg¨²n un ¨²ltimo informe del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Entre enero y agosto de este a?o, han ca¨ªdo 4.882 mil¨ªmetros de precipitaciones, seg¨²n el mismo informe.
En La Paz, la sede del Gobierno boliviano, donde viven m¨¢s de dos millones de personas a 3.600 metros de altitud, las autoridades decidieron no racionar el agua pese a que las represas de la ciudad est¨¢n a menos del 50% de su capacidad, pero anunciaron una estrategia para cambiar los h¨¢bitos de la poblaci¨®n como utilizar menos agua para lavar ropa o ducharse, y tambi¨¦n usar aguas grises para el riego de parques.
Potos¨ª, con cerca de 850.000 habitantes, fue declarada bajo emergencia departamental por d¨¦ficit h¨ªdrico y ya vive un racionamiento, Las 27 lagunas que abastecen a la ciudad solo tienen capacidad para suministrar agua hasta diciembre. La distribuci¨®n de agua potable baj¨® en un 50%, mientras que el riego de parques y jardines fue suspendido.
El viceministerio de Defensa Civil inform¨® que 200.871 familias han sido afectadas por la sequ¨ªa en 144 municipios de los 336 existentes en Bolivia. El Gobierno dispuso 17 millones de d¨®lares para enfrentar la actual sequ¨ªa. Tambi¨¦n implementa m¨¢s de 800 proyectos de agua, saneamiento y riego, adem¨¢s de programas de emergencias para entrega de tanques, de 1.200 y 5.000 litros a centenares de municipios afectados por la sequ¨ªa.
Producci¨®n y acceso a los alimentos
¡°M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n de Bolivia sufre actualmente inseguridad alimentaria, principalmente la de las zonas rurales. La inseguridad alimentaria en el pa¨ªs seguir¨¢ empeorando a medida que los fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos sean m¨¢s graves y frecuentes, diezmando la agricultura y la ganader¨ªa¡±, indica la organizaci¨®n Save the Children en un comunicado. La producci¨®n de los principales alimentos en Bolivia, como la soya, el sorgo, el ma¨ªz, el trigo o el girasol super¨® los 4,5 millones de toneladas en 2022, un 5% menos que la producci¨®n de 2021 (4,7 millones de toneladas), seg¨²n datos de la Asociaci¨®n de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo).
¡°El cambio clim¨¢tico a trav¨¦s de la sequ¨ªa, las heladas y la falta de agua para riego hacen m¨¢s dif¨ªcil la producci¨®n de alimentos en Bolivia¡±, explica Carla Cordero, analista de pol¨ªticas sociales de la fundaci¨®n Jubileo. Seg¨²n indica, el 60% de la producci¨®n agr¨ªcola de las regiones andinas afectadas por la sequ¨ªa va para el consumo local. La menor producci¨®n incide en el mercado, con mayores precios y una disminuci¨®n de la cantidad y calidad de los alimentos que afecta a la seguridad alimentaria.
¡°Esto provoca que familias en pobreza extrema no puedan adquirir alimentos en cantidades y calidades necesarias para mantener una nutrici¨®n adecuada¡±, agrega la analista. La sequ¨ªa ha afectado en lo que va de a?o a 25.143 hect¨¢reas de cultivos y 163.000 cabezas de ganado, seg¨²n datos del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras.
¡°?Necesitamos lluvia!¡±
La desesperaci¨®n por la lluvia ha llevado a campesinos y congregaciones religiosas a realizar peregrinaciones a cerros y represas de La Paz, donde oran y piden a la Pachamama (Madre Tierra, en idioma aymara) y al Dios cat¨®lico que vuelva a llover. ¡°?Padre, necesitamos lluvia, necesitamos agua!¡±, gritaban arrodillados el 6 de octubre pasado en la represa de Incachaca.
Para los primeros meses del 2024, los metere¨®logos creen que la presencia del fen¨®meno de El Ni?o en la regi¨®n profundizar¨¢ el desequilibrio clim¨¢tico, con lluvias que estar¨¢n por debajo de sus niveles normales en las zonas andinas, mientras que la sequ¨ªa continuar¨¢ y se registrar¨¢n altas temperaturas en el verano austra.
En los ¨²ltimos meses, Bolivia ha sufrido temperaturas inusualmente altas. Seg¨²n el Servicio Nacional de Meteorolog¨ªa e Hidrolog¨ªa (Senamhi), en La Paz, en septiembre se registraron 27,5 grados Celsius, la temperatura m¨¢s alta desde el 2010. Adem¨¢s, en agosto, la localidad boliviana de Villamontes, en el sur, registr¨® 45 grados Celsius, la temperatura invernal m¨¢s alta del hemisferio sur.
¡°Lamentablemente, el hombre es una de las especies m¨¢s destructoras que hay en el planeta. Nuestras emisiones de contaminantes son bastantes altas y tienen una incidencia directa con el comportamiento del clima e influye a nivel global¡±, sostiene Michelle V¨¢squez, responsable de la unidad Agr¨ªcola del Senamhi. Los especialistas coinciden en que, para enfrentar la crisis h¨ªdrica se requieren pol¨ªticas p¨²blicas de corto, mediano y largo plazo, con la corresponsabilidad de las autoridades y la poblaci¨®n. De no asumir medidas, se profundizar¨¢ la vulnerabilidad social.