La haza?a de construir el mayor telescopio del mundo en medio del desierto chileno
El Observatorio Europeo Austral construye en el desierto de Atacama un tit¨¢nico telescopio que revolucionar¨¢ la exploraci¨®n c¨®smica
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En el remoto desierto de Atacama, en el norte de Chile, se construye un ambicioso proyecto que revolucionar¨¢ la exploraci¨®n c¨®smica: el Telescopio Extremadamente Grande (ELT, por sus siglas en ingl¨¦s). Bautizado como el ojo m¨¢s grande del mundo para mirar el cielo, este tit¨¢nico instrumento a cargo del Observatorio Europeo Austral (ESO) ¨Cuna organizaci¨®n representada por 16 estados miembros del viejo continente, Australia como socio estrat¨¦gico y Chile, como anfitri¨®n¨C est¨¢ dise?ado para escudri?ar los misterios del universo.
Con un espejo principal de 39,3 metros de di¨¢metro, este ser¨¢ el telescopio de luz visible e infrarroja de mayor tama?o en la Tierra. El resultado de sus operaciones, previstas a partir de 2028, puede ser un cambio de paradigma en la manera en que es visto el universo, un hito similar a lo logrado por Galileo hace 400 a?os con su telescopio, le dice Luis Chavarr¨ªa, astr¨®nomo y representante de ESO en Chile, a Am¨¦rica Futura.
Se espera que el telescopio ayude a abordar las interrogantes m¨¢s complejas de la astronom¨ªa moderna. ¡°Podremos estudiar en detalle agujeros negros, las primeras galaxias que se formaron en el Universo, la energ¨ªa y materia oscura, localizar planetas similares a la Tierra y podr¨ªa ser el primero con el que se encuentre evidencia de vida fuera de nuestro Sistema Solar. Se podr¨¢ ir m¨¢s all¨¢ de lo que hasta ahora podemos ir. Por supuesto, su capacidad generar¨¢ descubrimientos inesperados abriendo nuevas ¨¢reas de investigaci¨®n y preguntas que hoy no tenemos capacidad de hacer¡±, agrega.
Superar¨¢ al telescopio espacial James Webb, que ha descubierto algunas de las galaxias m¨¢s longevas, porque ser¨¢ capaz de captar im¨¢genes cinco veces m¨¢s n¨ªtidas debido al tama?o de su espejo primario (equivalente a 1,5 veces la altura de la Puerta de Brandeburgo en Berl¨ªn). ¡°Mientras m¨¢s grande es un telescopio, mayores son los detalles que podemos ver en el universo¡±, comenta el astr¨®nomo Micha?l Marsset, quien trabaja en el observatorio Paranal de ESO desde 2021.
En una constelaci¨®n tecnol¨®gica
La ubicaci¨®n es un aspecto clave al momento de ver hacia las estrellas. Y el desierto de Atacama se ha consagrado como una constelaci¨®n tecnol¨®gica por atraer masivamente a astr¨®nomos y alojado una red de telescopios, incluyendo el Very Large Telescope (VLT) de ESO que se encuentra a 23 kil¨®metros de la construcci¨®n del ELT, ambos en Paranal, debido a sus excepcionales condiciones naturales.
As¨ª, el ojo m¨¢s grande del mundo estaba destinado a emerger en medio de este ¨¢rido desierto, donde el cielo nocturno es cegado por la V¨ªa L¨¢ctea y las dunas parecen infinitas. Pero tambi¨¦n pareciera estar destinado a deslumbrar. Su inacabado domo met¨¢lico se asoma desde la cima del cerro Armazones, a 3.046 metros sobre el nivel del mar; atrapando la atenci¨®n hasta de los que transitan por la carretera de acceso p¨²blica, a unos 20 kil¨®metros de distancia.
No obstante, Marsset aclara que no s¨®lo basta con una altura que supere las nubes, sino que tendr¨¢ espejos adaptativos, tanto en el telescopio como en sus instrumentos, para compensar la distorsi¨®n de las im¨¢genes causadas por la turbulencia atmosf¨¦rica.
Esta obra ha representado una haza?a tit¨¢nica para la ingenier¨ªa, aunque dentro de ESO dicen que para superar los l¨ªmites de la ciencia se debe pensar en grande. Por sus dimensiones que impiden fabricarlo de una pieza, el principal de los cinco espejos del telescopio, identificado como M1, estar¨¢ compuesto por 798 segmentos hexagonales de vidrio cer¨¢mico que ser¨¢n unidos como un panal de abejas.
Tobias M¨¹ller, gerente en sitio de montaje, integraci¨®n y verificaci¨®n de ELT, se encarga de inspeccionar el revestimiento de los segmentos del espejo M1 en un amplio sal¨®n de un edificio en Paranal. Lo hace vistiendo un gorro, mascarilla, una bata y guantes quir¨²rgicos para evitar llevar cualquier part¨ªcula contaminante en el aire. ¡°Es como una incubadora (de las piezas). Este proceso completo, entre entrar y salir de la sala, son cerca de ocho a 10 horas¡±, explica.
Este ingeniero, junto su equipo, logran procesar dos segmentos al d¨ªa. La misi¨®n es dar a los fragmentos un acabado altamente reflectante. Una vez que las piezas salen de dicha sala son almacenadas hasta ser instaladas. No obstante, de momento, s¨®lo se ha erigido la estructura met¨¢lica del domo ¨Cde 2.500 toneladas¨C que proteger¨¢ al telescopio.
Pero las condiciones extremas del desierto suelen poner pruebas durante la construcci¨®n. Un supervisor de la obra, Marco Bravo, mide la velocidad del viento para asegurarse de que las r¨¢fagas no pondr¨¢n en riesgo a las decenas de trabajadores dentro de la c¨²pula. ¡°Hay que aprovechar los momentos sin vientos fuertes para avanzar, al menos, en la fachada¡±, comenta.
En muchos sentidos, el mal clima puede ser costoso, dice la astr¨®noma Marcela Espinoza, operadora de Telescopios e Instrumentos en Paranal, quien monitorea las condiciones meteorol¨®gicas en el observatorio. A pesar de contar con instrumentos especializados para detectar riesgos de lluvias, tambi¨¦n usa lo que llama su m¨¢quina oficial: el ojo humano. Por eso, en las noches suele salir de vez en cuando del observatorio para contemplar las nubes. Si sabe que habr¨¢ precipitaciones, la recomendaci¨®n es proteger siempre a los telescopios.
Ese mismo control tendr¨¢ el ELT una vez se encuentre funcionando. ¡°Tenemos muchas expectativas, ojal¨¢ tambi¨¦n me toque¡± su monitoreo, dice Espinoza. La construcci¨®n comenz¨® en junio de 2014, pero los trabajos se ralentizaron durante dos a?os por la pandemia de covid y actualmente se ha superado m¨¢s de un 50% de la ejecuci¨®n de este proyecto.
Para el italiano Davide Deiana, administrador de sitio suplente de ESO, el ELT no solo deslumbra por su avance tecnol¨®gico, sino tambi¨¦n por su estructura: ¡°Es como nuestro coliseo chileno¡±.
Esta no es su primera participaci¨®n en un proyecto astron¨®mico, pues ya hab¨ªa trabajado en el observatorio ALMA, en Atacama, que entre sus hitos destaca la vista del nacimiento y muerte de estrellas gracias a una imagen de una galaxia formada 600 millones de a?os despu¨¦s del Big Bang. Basado en su experiencia, est¨¢ convencido de que ahora est¨¢n construyendo una obra in¨¦dita: ¡°Todo est¨¢ bien calculado. Esto ser¨¢ revolucionario¡±.