La cient¨ªfica que estudia la degradaci¨®n del ecosistema con el pelo de lobos y leones marinos
La uruguaya Valentina Franco-Trecu, ganadora del reconocimiento L¡¯Or¨¦al Unesco ¡®Por las Mujeres en la Ciencia¡¯, estudia la acumulaci¨®n de mercurio en estos mam¨ªferos
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En la Isla de Lobos, un pedazo de tierra de no m¨¢s de 44 hect¨¢reas en la parte m¨¢s austral de Uruguay, no hay mucha vida humana. Cada quince d¨ªas, los fareros cambian de turno y hacen un viaje para salir o entrar a la isla. Lo suelen hacer solos. Pero en 2004, a estos trayectos se sum¨® la bi¨®loga y doctora uruguaya Valentina Franco-Trecu. Llegaba para estudiar, en ese entonces, el comportamiento maternal de los lobos marinos (Arctocephalus australis). A¨²n hoy recuerda esa primera experiencia con fascinaci¨®n. Pese a haber conocido otros lugares asombrosos, como las Gal¨¢pagos o la Ant¨¢rtida, dice que nunca olvidar¨¢ la sensaci¨®n de llegar a ese lugar sin gente para ¡°observar y observar¡±.
En realidad, los m¨¢s reconocidos habitantes de la isla son los lobos y leones marinos (Otaria flavescens), que se convirtieron en su principal foco de estudio y la llevaron a ampliar su hip¨®tesis inicial. Cautivada por entender lo que estos gigantes, que est¨¢n en lo m¨¢s alto de la cadena tr¨®fica, pueden decir sobre el ambiente en el que viven, Franco-Trecu busc¨® analizar si estaban acumulando mercurio. Entre 2006 y 2012, durante la temporada de reproducci¨®n de estos animales, viaj¨® con distintos equipos a la isla para tomar muestras del pelo de 12 leones y 25 focas, todas hembras. ¡°El a?o pasado obtuvimos los primeros resultados del an¨¢lisis, y encontramos que, aunque tanto las focas como los leones tienen niveles de mercurio muy altos, el de los segundos es mayor, con valores que est¨¢n entre los m¨¢s altos registrados a nivel mundial¡±, dice refiri¨¦ndose al estudio que public¨® en Environmental Pollution.
El mercurio es un contaminante devastador. Afecta el sistema nervioso central, el inmune, el renal y puede causar abortos o malformaciones en las cr¨ªas. Pero no es muy claro c¨®mo est¨¢ impactando a lobos y leones marinos. ¡°Se ha planteado que el pelo puede ser una v¨ªa de detoxificaci¨®n que estos animales usan para eliminar el mercurio de su cuerpo, para que no los afecte. El pelo es un tejido inerte, que no est¨¢ metab¨®licamente activo¡±, agrega la cient¨ªfica, quien esta semana recibi¨® el premio L'Or¨¦al Unesco Por las Mujeres en la Ciencia de Uruguay. Los 25.000 d¨®lares que recibe con el galard¨®n los usar¨¢ para avanzar con su investigaci¨®n, tomando esta vez tambi¨¦n muestras de sangre de estos mam¨ªferos para poder comparar si el nivel de mercurio es m¨¢s alto que en su pelo.
Testimonios de la contaminaci¨®n
En enero de este a?o, Franco-Trecu, tambi¨¦n docente de Universidad de la Rep¨²blica de Uruguay (Udelar), volvi¨® a viajar a la Isla de Lobos para tomar muestras de sangre y pelo de los animales que la dan nombre. A finales de febrero lo volver¨¢ hacer, pero esta vez con los leones marinos. Lograrlo requiere paciencia y experiencia, seg¨²n cuenta. Un cachorro de lobo pesa aproximadamente ocho kilos, mientras que el del le¨®n alcanza los 20 kilos. ¡°Con las cr¨ªas es m¨¢s f¨¢cil, las puedes agarrar mientras est¨¢n durmiendo en las rocas, con las manos, o con una red similar a la que se usa para las mariposas. Pero m¨¢s fuertes, claro¡±, explica.
A los peque?os, ni hay que anestesiarlos. Con los adultos, el asunto se complica m¨¢s. ¡°Una hembra de lobo marino puede pesar 50 kilos y un le¨®n 180 kilos¡±, se?ala. Para medirlos, pesarlos, tomar una muestra de pelo y extraerles un poco de sangre, se necesita un equipo, incluyendo a una veterinaria, que los duerme y garantiza que est¨¦n quietos durante ¡°cinco o siete minutos¡±.
Los datos que recojan de estas ¨²ltimas experiencias, agregados a otras muestras que ha tomado desde 2006, suman casi 20 a?os de informaci¨®n. As¨ª que, adem¨¢s de poder ver c¨®mo difiere el nivel de mercurio entre la sangre y el pelo, la cient¨ªfica planea explorar cu¨¢nto ha aumentado hist¨®ricamente la acumulaci¨®n de este contaminante. ¡°Los grandes mam¨ªferos son lo que llamamos centinelas, nos dan pistas para saber c¨®mo est¨¢ el ecosistema en el que viven¡±, cuenta. Si el mercurio en sus tejidos es mayor, seguramente tambi¨¦n lo es el de su h¨¢bitat y el de los animales de los que se alimenta.
Estos animales, por tanto, pueden contar c¨®mo este elemento t¨®xico ha llegado a contaminar incluso un lugar sin apenas actividad humana como la Isla de Lobos, pero con conexiones con la Sudam¨¦rica continental. ¡°El le¨®n marino, a diferencia del lobo, se alimenta en la zona costera, un ambiente que est¨¢ influenciado por la descarga del R¨ªo de la Plata¡±, un caudal que recibe aguas de cinco pa¨ªses y, con ellas, la contaminaci¨®n que cargan. Los tejidos de los lobos y leones marinos son para Franco-Trecu un testimonio f¨ªsico de c¨®mo todo el ecosistema se ha degradado.