Soto Reyes, el controvertido presidente del Congreso que ahonda la crisis pol¨ªtica de Per¨²
En un mes al frente del Parlamento, Alejandro Soto ha sido sepultado por m¨²ltiples acusaciones. La Comisi¨®n de ?tica lo investigar¨¢ por beneficiarse con una ley que impuls¨®, contratar en su despacho a un pariente y recortarle el sueldo a sus trabajadores
Alejandro Soto Reyes, el presidente del Congreso del Per¨² desde el 26 de julio, alguna vez se entrevist¨® a s¨ª mismo en un canal de televisi¨®n regional, donde conduc¨ªa un programa desde hac¨ªa veinte a?os. En abril de 2021, era candidato a una curul en el Parlamento, en representaci¨®n de la regi¨®n Cusco, y el abogado no tuvo mejor idea para sacarle ventaja a sus competidores que regalarse 40 minutos ininterrumpidos de autobombo, aparentando s...
Alejandro Soto Reyes, el presidente del Congreso del Per¨² desde el 26 de julio, alguna vez se entrevist¨® a s¨ª mismo en un canal de televisi¨®n regional, donde conduc¨ªa un programa desde hac¨ªa veinte a?os. En abril de 2021, era candidato a una curul en el Parlamento, en representaci¨®n de la regi¨®n Cusco, y el abogado no tuvo mejor idea para sacarle ventaja a sus competidores que regalarse 40 minutos ininterrumpidos de autobombo, aparentando ser incisivo con su espejo. ¡°Siempre he sido claro, contundente. T¨² y yo sabemos lo que somos¡±, le dijo el Soto candidato al Soto conductor.
Dos a?os y medio despu¨¦s, Alejandro Soto Reyes est¨¢ sentado en el esca?o m¨¢s distinguido del Congreso. Encabeza la nueva mesa directiva para el per¨ªodo anual 2023-2024 y no ha sido claro ni contundente para defenderse del c¨²mulo de acusaciones que se le imputan. Si antes de su nombramiento, el portal de investigaci¨®n El Foco encontr¨® que su nombre est¨¢ involucrado en 59 expedientes fiscales ¡ª57 de ellos en el Cusco, su lugar de origen¡ª entre el 2000 y el 2022, el diario El Comercio ha calculado que en su primer mes de gesti¨®n Soto Reyes ha sumado una denuncia cada cuatro d¨ªas, como si se tratase de un plusmarquista.
¡°La prensa lime?a no quiere perder y me da duro. Pero se equivocan conmigo, porque poco o nada me interesa lo que ellos digan. Los periodistas no votan en el Congreso de la Rep¨²blica¡±, le dijo hace unas semanas a un medio cusque?o, dejando entrever un ensa?amiento medi¨¢tico. Soto Reyes, quien acostumbra a alardear de sus m¨¢s de 30 a?os ejerciendo el Derecho y sus dos d¨¦cadas editorializando sobre la pol¨ªtica en un set de televisi¨®n, no es precisamente alguien abierto a las cr¨ªticas. Ha interpuesto 14 querellas contra seis periodistas que supuestamente le causaron un da?o irreparable a su honor y buena reputaci¨®n.
El pasado jueves, el Comit¨¦ de ?tica del Congreso aprob¨® por unanimidad que se le inicien investigaciones preliminares por tres casos: contratar a la hermana de la madre de su ¨²ltimo hijo, votar a favor de la aprobaci¨®n de una ley que lo benefici¨®, y recortarles el sueldo a los trabajadores de su despacho para invertirlo en promocionar su imagen en las redes sociales. Trabajadores que a su vez se creaban cuentas falsas para soltarle dardos a sus opositores, convirti¨¦ndose as¨ª en su fuerza de choque online.
Alejandro Soto Reyes ha intentado evadir la primera acusaci¨®n, alegando que su hijo de once meses fue fruto de ¡°una relaci¨®n fugaz¡± y que, como cuenta con un acta de conciliaci¨®n con la madre (Lizeth Peralta Salas), Yeshira Peralta Salas ¡ªquien figura como coordinadora de su despacho¡ª¡±no es su cu?ada¡± porque ni est¨¢ casado ni convive. Sin embargo, Lizeth Peralta Salas fue su invitada de honor en el palco del Congreso cuando jurament¨® como su presidente y le dedic¨® unas amorosas palabras en el ¨²ltimo D¨ªa del Padre que expresan m¨¢s que gratitud y buenas migas.
En cuanto a la segunda imputaci¨®n, Soto Reyes emiti¨® su voto a favor de la Ley 31751 que modific¨® los plazos de la suspensi¨®n de la prescripci¨®n de los delitos, de tal manera que si un acusado no es condenado dentro de los plazos correspondientes queda libre de toda culpa. El presidente del Congreso se benefici¨® de esta nueva normativa al evitar un juicio por el delito de estafa que se le segu¨ªa en Cusco y por el que pod¨ªa ser sentenciado a ocho a?os y ocho meses de c¨¢rcel. La empresa de transportes Waynapicchu sostiene que en el 2012. Soto Reyes, quien por entonces los asesoraba legalmente, les vendi¨® un terreno sobrevalorado del cual era due?o. Detalle que nunca les cont¨®.
El destape period¨ªstico m¨¢s reciente ha develado que Alejandro Soto Reyes le cobraba una ¡°cuota solidaria¡± de catorce d¨®lares mensuales a los integrantes de su despacho para pagar publicidad en redes sociales. Eufemismos aparte, les recortaba el sueldo para su beneficio, a la usanza de Michael Urtecho, el popular mochasueldos, excongresista sentenciado la semana pasada a 22 a?os y cinco meses de prisi¨®n. Desde que fue elegido congresista en 2021 hasta la fecha, Soto Reyes invirti¨® 2.432 d¨®lares en su pauta para Facebook e Instagram, seg¨²n El Comercio. A ello se suma que estos mismos trabajadores recib¨ªan ¨®rdenes de crearse cuentas falsas para apoyar sus mociones y descalificar a sus rivales. ¡°Todo congresista tiene que ser responsable de las acciones que desarrollan sus trabajadores, porque los de confianza son contratados a solicitud del congresista¡±, ha afirmado Ruth Luque, una de las legisladoras afectadas.
Soto Reyes pertenece a las filas de Alianza para el Progreso, el partido liderado por C¨¦sar Acu?a, un candidato continuo a la Presidencia de la Rep¨²blica que ha sido acusado de plagiar un libro y su tesis doctoral. Su llegada a la mesa directiva es producto de una coalici¨®n que algunos polit¨®logos han bautizado como el Fujicerronismo, pues la integran dos congresistas de Fuerza Popular (Hernando Guerra-Garc¨ªa y Rosselli Amuruz), la agrupaci¨®n liderada por Keiko Fujimori, y Waldemar Cerr¨®n, el hermano de Vladimir Cerr¨®n, el secretario general de Per¨² Libre, el partido de izquierda que llev¨® al poder a Pedro Castillo.
¡°Palacio de Gobierno est¨¢ encantado con Soto. No por lo que este haga, sino porque, mientras suenen los tambores de censura contra ¨¦l, mientras el Congreso afronte este nuevo riesgo de implosi¨®n, el foco estar¨¢ puesto en ¨¦l, y Dina (Boluarte) y Alberto (Ot¨¢rola) tendr¨¢n m¨¢s serenidad para gobernar¡±, ha descrito el columnista Fernando Vivas. Es preciso remarcar que el Congreso de la Rep¨²blica es una de las instituciones m¨¢s desprestigiadas del Estado. Una encuesta de IPSOS, del mes de agosto, arroja que el 83% de los peruanos desaprueba al Parlamento. Las cifras son similares respecto a Soto Reyes: el 66% desaprueba su gesti¨®n.
Mientras un grupo de congresistas busca los votos para impulsar una moci¨®n de censura en contra del abogado de 63 a?os, el presidente de la Comisi¨®n de ?tica, Diego Baz¨¢n, ha declarado que la m¨¢xima sanci¨®n que Soto Reyes podr¨ªa recibir son 120 d¨ªas de suspensi¨®n sin goce de haber. ¡°No se puede dar m¨¢s porque as¨ª est¨¢ establecido. Se necesitar¨ªa una reforma constitucional al respecto, pero este procedimiento podr¨ªa verse en la Subcomisi¨®n de Acusaciones Constitucionales si as¨ª se determina¡±, ha explicado.
Se ha conocido tambi¨¦n que el discutido parlamentario fue sentenciado en julio de 2015 a pagar una reparaci¨®n civil por haberse apropiado de dinero del Estado cuando fue regidor del municipio de Santiago, en el Cusco. As¨ª como de haber construido un edificio de cuatro pisos en una zona monumental, en la misma regi¨®n, cuando la normativa solo permit¨ªa dos pisos. Se trata de un mandato que naci¨® manchado. Si Alejandro Soto Reyes se entrevistase a s¨ª mismo estos d¨ªas, ?qu¨¦ se preguntar¨ªa?
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